El dolor de la perdida

¡The feels y la llegada de Kamimatsu!

Ya era media noche y el estúpido de Kusomatsu, como solía nombrarl, no se dignaba en aparecer, se sentía desesperado y no ayudaba el hecho de la advertencia de Choromatsu, se sentó en una de las bancas y trato de calmarse

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¡SANTA MIERDA DE TERESA!

¡Cuando llegase ese maldito idiota lo mataría con sus propias manos!

Camino cual león enjaulado una vez más de un extremo del recinto sagrado al otro

Juraba que mataría a ese idiota y luego para redimirse se suicidaría, mordió uno de sus dedos tratando de pensar donde andaría su hermano mayor

Con pesar camino hacia las habitaciones y entró a la suya buscando ropa para salir, una sencilla sudadera violeta con unos pantalones deportivos algo holgados, una vez vestido tomo las llaves y salió dando un gran respiro, sería una larga noche

Una vez salió de la iglesia comenzó a vagar por las calles como hace años atrás, sin rumbo pero quedándose en un rango donde era relativamente cerca a la iglesia donde ahora vivia, no tenía una idea de donde podria estar, el ahora padre, su hermano

Descartaba la idea del pachinko al igual que el de algun bar de mala muerte ya que el hombre actual no entraria a alguno de ellos como antes hacia

Rechazo también la idea del puente tan parecido al que alguna vez acudia y por último solo se le ocurrio el parque

Una vez llego a este miro atento a todo el lugar, los juegos que habian estaban mojados aun, hace poco la lluvia habia parado y ahora no eran más que unas ligeras gotas que de vez en cuando caian

El ambiente era tan desolado y desierto que le llegaba a dar nervio, por un momento observo la sombra de algo pasar, lo siguió cual niño sin saber con exactitud por que

Siguió aquella sombra que lo llamaba con su continuo movimiento, no reconocía si era una sombra de algun ser antropomorfo ya que a esta hora salian algunos a cazar pero sea lo que sea no le asustaba en lo mas mínimo

Siguió hasta casi salir del parque cerca de unos frondosos arboles donde la figura se detuvo y él por consiguiente lo hizo igual

El silencio reino, afilo sus ojos amatistas en aquella figura reconociendola como la de un ser humano

Era una espalda algo ancha y recta, el cabello era de color azabache bien peinado y la piel que alcanzaba a ver era caucasica, sus ropas eran de un blanco inmaculado, su análisis fue detenido por la voz de aquel hombre quien se giro lentamente causandole un escalofrio

—Oh, cuanto tiempo Ichimatsu-san, no esperaba encontrarmelo por aqui —

Un par de ojos color ambar lo recibieron, la parte de arriba era un poco mas oscura que la del resto del iris y no tenia una pupila que manchase el color, solo un brillo blanco dando una expresion de calma y serenidad, la expresión facial que llevaba era de una eterna felicidad tranquila

—Kamimatsu... —Se limito a decir en saludo encorbandose y metiendo las manos en sus bolsillos

—Tan expresivo como siempre —Respondio el hombre que sonreía sin malicia alguna —Veo que tú eres el nuevo compañero de mi protegido Karamatsu —

—¿No se suponía que llegabas mañana? —Refuto con algo de molestia, ya recordaba porque estaba ahí

—Me quise adelantar un poco —Respondió con una sonrisa mientras se acercaba unos pasos —¿Y donde esta? o ¿Por qué estas aquí tan tarde? —

—No tengo porque responderte —Bufo con molestia dispuesto a dar media vuelta siendo detenido por de nuevo aquella voz tan pacifica

—Ya veo, se fue con Osomatsu, ¿no es asi? —Se limito a hablar cerrando los ojos con una sonrisa en dirección del ahora molesto sextillizo de porte descuidado