Capítulo 11

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Jungkook

Esta tarde había quedado con Jimin, aún faltaban dos horas pero yo ya estaba algo nervioso así que para despejarme empecé a arreglarme.

Estaba solo en casa por lo que puse la música bien alta y comencé por una ducha con la bañera llena de agua caliente y unas sales que trajo mi padre de su último viaje. Estaba realmente relajado y no quería salir de ese maravilloso sitio, pero tras cuarenta minutos en remojo y acabar con los dedos arrugados decidí continuar arreglándome.

Con mi toalla amarrada a la cintura salí para elegir ropa, quería ir guapo pero informal, así que me vestí para luego entrar de nuevo al baño y peinarme. No me esmeré mucho ya que mi pelo me gustaba más cuando estaba alborotado.

Tardé una hora y media en estar listo y me sobraban treinta minutos en los que sí me puse nervioso. Tenía muchas ganas de que Jimin llamase a la puerta para salir con él y pasar el rato juntos, simplemente hablar sin parar.

Aún quedaban diez minutos interminables para las seis cuando recibí un mensaje de Jimin "Ya estoy en tu puerta, hoy tuve suerte con el aparcamiento. Si estás listo avísame y entro." No tardé en salir a la puerta para hacerle un gesto con la cabeza de que ya podía pasar. Estaba muy emocionado y mis nervios se dispararon mientras él venía caminando por el jardín con una sonrisa ladeada que me estaba derritiendo por segundos. Mi cara ahora mismo debía ser un poema y me dio vergüenza porque no me quitaba el ojo de encima por lo que me sonrojé levemente. No podía aparentar estabilidad ni un segundo estando cerca de Jimin.

Jimin

Bajé del coche y al girar y verlo apoyado en el marco de la puerta mi corazón se disparó y no pude evitar sonreír mientras me dirigía hacia su lado. No podía apartar mi mirada ni un segundo de su cara y mucho menos con lo adorable que se veía ligeramente sonrojado, este chico realmente era muy tímido y eso me hacía desearlo más aún hasta llegar a conocer sus límites.

- Buenas tardes Jungkook - Me acerqué a estrecharle la mano, pero él la esquivó sutilmente y me dio dos besos en las mejillas, había veces que su timidez brillaba por su ausencia. - ¿A dónde quieres ir?

- Buenas Jimin, pues ¿qué tal si vamos al centro comercial nuevo a mirar tiendas y tomamos un helado o algo? - asentí y tiré de su mano para indicarle que subiese al coche.

Ese centro comercial estaba a unos quince minutos los cuales el silencio reinó entre nosotros, aunque no fue incómodo ya que estaba la radio puesta.

Una vez dentro decidimos ir a tomar un helado lo primero, el lugar era realmente bonito y al ser un día de diario no había mucha gente, cosa que agradecí.

Jungkook se pidió un helado de coco, mi sabor favorito, y yo decidí optar por uno de yogur natural con trozos de piña. Las mesas eran realmente bonitas y los sillones muy cómodos.

Quería romper el silencio ya que después de haber estado tanto tiempo deseando verlo de nuevo no iba a desaprovechar la oportunidad.

- ¿Y en todo este mes cómo te ha ido? - Se lo solté así de golpe.

- Muy bien, con mi rutina de antes yendo a clase y estudiando solo que ahora también iba a las curas de la herida. - Se pasó la mano por el costado donde se encontraba su lesión y siguió contándome. - Uno de los puntos se me infectó el otro día y por eso en el juicio cojeaba un poco porque noto tirantez en la zona y me molesta la nueva gasa. Bueno, dejemos de hablar de mí, ¿tú que tal has estado este mes?

Acordándome a cada minuto de ti, sufriendo en silencio por no poder volver a verte más, yendo a clase solo por asistir porque mi mente siempre estaba puesta en ti y sobretodo intentando saturarme de cosas que hacer para evitar volverme loco pensando en tu persona.

Esa fue la respuesta que se me pasó por la cabeza nada más escuchar su pregunta pero obviamente sonreí y le respondí con un simple "Pues más de lo mismo, clase y clase, haciendo trabajos y dedicándome a la casa".

Mientras nos terminábamos el helado estuvimos hablando de mil temas diversos, me lo estaba pasando realmente bien y al parecer Jungkook también ya que no paraba de soltar risas de vez en cuando. Nos dieron las siete y media en la heladería y decidimos ir a mirar aunque fuese alguna tienda porque las cosas cerraban a las ocho.

Terminamos en una tienda de electrónica bastante grande, además tenía su sección de música, videojuegos, libros, mangas, etc. Era el local perfecto y solo teníamos media hora para verlo.

Justo cuando quedaban diez minutos para el cierre pasamos a la sección de música y había tan buenas ofertas que Jungkook y yo acabamos cogiendo varios discos. Las colas para pagar eran bastante grandes así que una vez cerrada la tienda nosotros seguíamos allí esperando para pagar.

Se nos hizo bastante tarde para la cena así que sin reserva en ningún sitio era casi tarea imposible encontrar algo libre.

Nos dieron casi las diez cuando nos rendimos en nuestra búsqueda.

- No conozco más sitios a los que podamos ir a cenar, ¿se te ocurre algo? - De repente mi mente se activó y tuve la mejor idea del mundo.

- ¿Te apetece que pidamos pizza en mi casa y mientras vemos una película o algo? - Estaba rezándole a todo porque el pelinegro aceptara mi proposición y le salió una sonrisa.

- Por supuesto me gusta mucho el plan, de hecho el día no podría haber ido mejor con otro diferente.

- Perfecto, pues vamos al coche y a cenar porque moriré de hambre sino nos damos prisa. Eso o acabaré devorándote.

- Depende de la forma en que me comas te dejaré o no. - Y puso una sonrisa traviesa que me congeló la sangre.

Esta vez fui yo el que acabó sonrojado y agachando la cabeza hasta llegar al coche. Por mi mente solo rondaban las ganas de besarle que tenía y eso no era bueno para mi cordura.

Chantaje [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora