Chantaje [Jikook]

Capítulo 8

No iría hoy a visitar a Jungkook, sé que algo de lo que dije anoche le molestó y tenía demasiado miedo en volver a cagarla, por qué era tan difícil tratar con este chico.

Me dolía la cabeza por todo lo que había pasado anoche así que decidí quedarme en mi cama descansando toda la mañana hasta que sin darme cuenta me quedé dormido y cuando desperté eran las cuatro de la tarde, me dirigí a la cocina y al abrir el frigorífico vi que estaba casi vacío por lo que me tocaría comer otra vez comida basura o instantánea que tenía guardada en la despensa.

La pizza me salvó la vida y mientras esperaba en frente del horno a que se hiciese puse la música, necesitaba despejarme de mis pensamientos por un rato porque le había dado tantas vueltas al tema de Jungkook que me volverían a aparecer las migrañas tan horribles que padecía años atrás.

El tema era una tontería realmente, solo por un beso me estaba calentando la cabeza de esta forma. Por eso siempre había cerrado mi corazón a la gente y prefería vivir solo, estar en soledad y así evitar cualquier daño que me pueda causar alguien.

Me puse unos vaqueros y una camiseta fina ya que empezaba a hacer calor y salí a la calle, necesitaba despejarme y que me diese la brisa de la noche.

Al parecer todas las parejas de la ciudad se pusieron de acuerdo para salir y darse besos delante mía así que ante tal estampa lo más recomendable para mi sano juicio era volver a casa y ver una película, a ser posible no de género romántico pero las de terror me asustaban y más estando solo, había veces que la soledad no era tan buena, claro.

El sofá me parecía más incómodo de lo normal y no podía estar quieto ni prestar atención a la película, aún no era muy tarde para llamar a la habitación de Jungkook y al menos preguntar cómo se encontraba por lo que me dispuse a ello.

Comunicaba. Otro intento, pi... pi... pi... Y alguien contestó aunque su voz no me sonaba familiar.

- Buenas noches, ¿me podría pasar con Jungkook?

- Lo siento pero eso no va a poder ser, a ese chico le dieron el alta hace unas cuantas horas - no sabía realmente lo que significaba la expresión "se me ha caído el mundo encima" hasta ese mismo instante.

- Va - vale, muchas gracias - y colgué antes de que pudiesen responderme algo.

No iba a llorar de la impotencia que me entró pero ganas no me faltaron. No tenía nada, n.a.d.a, para comunicarme con él así que ahora sí sentí como mi mundo se fue derrumbando poco a poco al pensar en todo lo que había perdido al no llamar antes. Si tan solo hubiese dejado mi orgullo atrás y fuese ido a visitar a Jungkook por la mañana ahora tendría algún método para poder hablar con él, pero también tuve miedo de su reacción, fui un cobarde por huir, desde un principio lo fui.

Y de un asalto, mil pensamientos tipo "y si hubiese hecho tal cosa ahora cómo estaríamos", "y si..." me rondaban. Esas suposiciones llegaban a mi mente todas de golpe casi chocando las unas con las otras y del mismo modo mis ojos se volvieron húmedos y no pude contener las lágrimas que se agolpaban.

Si estaba así tirado en el sofá llorando no era solo por pensar en que no tendría nada con Jungkook sino que también reflexionaba sobre mi comportamiento y eso me mataba más aún. Intentaba buscar el lado positivo de esto pero no lograba encontrarlo, ¿madurar? Sí, pero no me servía en estos momentos; ¿aprender de los errores? Por supuesto, pero no quería aprender perdiendo al pelinegro.

Jungkook

El tonto de Jimin no me llamó en toda la mañana y eso fue lo que más me dolió, de él dependía el seguir viéndonos y lo desperdició, lo dejó escapar como desaparece un globo a manos de un niño mientras este llora por no haber tenido más cuidado, la próxima vez aprendería a cuidar mejor de su globo pero ya había perdido el primero que le gustó.

No podía seguir enfadado con Jimin por el desprecio que le dio a nuestro beso, más bien estaba decepcionado y frustrado. Me sentía tan impotente de saber que no hablaríamos más, el yo saberlo y no poder poner remedio me mataba.

Estar esperando toda la mañana una llamada que jamás llegó, una puerta que jamás fue abierta por él.

La enfermera cuando llegó a darme los papeles del alta médica me tuvo que llamar la atención "Venga chicho que no tengo todo el día", solo quería estar más tiempo allí con la esperanza de que Jimin apareciese por la puerta en cualquier momento, pero eso no sucedió.

Al final acabé guardando mis cosas y tuve que reprimir alguna que otra lágrima al salir de esa habitación y dirigirme hacia donde me esperaba mi madre con cara de felicidad para volver a casa.

Si esto era cosa del destino lo tomaría como una señal y me centraría en mi vida de hace dos meses, tranquila, quitando mis "trabajos", y libre de sufrimientos por personas ajenas a mí.

Aún tenía que recibir la citación para el juicio por lo que tendría que encontrarme una vez más con el Jefe.

- Kook cariño, ¿te ocurre algo? No pareces muy feliz de haber salido.

- No es eso mamá, es solo que Jimin no vino y no pude despedirme de él.

- Bueno sois amigos de siempre, puede venir a la casa cuando quiera con solo contactar contigo. - Le respondí con la sonrisa más falsa que había hecho en mucho tiempo.

Mi madre aún no sabía la historia completa así que en su mente yo sabía de dónde era Jimin, cuál era su número de teléfono y qué estudiaba, pero la realidad era muy diferente.

- Hijo aun así lo volveremos a ver el día del juicio, no estés triste por eso. Él es tu único testigo y también estará allí ese día.

De repente mi cara cambió y la esperanza surgió de nuevo, quedarían un par de meses para el juicio pero sabía que lo volvería a ver y hablar para aclarar todo de una vez por todas. Eso si Jimin seguía interesado en mí, por mi parte esperaría todo lo que hiciera falta.