Capítulo 2

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Por la cara de sorpresa que tenía Jungkook supuse que su madre estaba totalmente convencida de dejarme al cuidado del chico esta noche, ya estaba pensando en algunas torturas para hacerle hablar y por fin saber qué le llevó a ser apuñalado aquella noche. La madre seguía pensativa y mientras que ella se decidía yo no podía dejar de mirar la cara del muchacho, sus ojos me tenían atrapado desde el primer día, y para colmo se estaba empezando a inquietar por lo que tardaba su madre en dar una respuesta así que comenzó a morderse el labio por un lateral, ese gesto me volvió locos los sentidos porque veía al chico demasiado tierno. Tuve que apartar la mirada y fijarla en la mujer, que iba a decirme algo por fin.

-Chico, no sé ni tu nombre y a demás mi hijo nunca me habló de ti. Lo siento pero no me puedo fiar de alguien que no conozco y mucho menos en esta situación tan delicada. No quiero que vuelva a pasar algo parecido a la noche de hace unas semanas así que me quedaré yo, muchas gracias por ofrecerte y puedes venir cuando quieras a visitar a Kookie, siempre se está quejando de que se aburre aquí solo conmigo.

- Tranquila señora que vendré a menudo y su hijo no se aburrirá conmigo. Buenas noches, además tenemos mucho de lo que hablar.- Esto último lo dije enfatizando el "mucho" y justo cuando Jungkook iba a replicar me fui.

Pensaba volver al día siguiente, este chico había despertado en mí mucha curiosidad. No sé qué fue lo que más me llamó la atención, porque tiene carácter, pero a la vez lo veo tan dulce y adorable que no me lo puedo tomar en serio. Volvería a verlo, y esta vez dispuesto a pasar la noche con el si era necesario para que me confesara qué hizo aquella noche. Alguien tan inocente como él no podía meterse en unos problemas tan gordos como ese, aunque con el mal genio que tenía seguro le había contestado mal a un tipo duro y se la ganó.

Tanto divagar me dieron las cuatro de la madrugada y al día siguiente tenía clase. Llegué a clase y me senté en mi sitio de siempre, lo suficientemente lejos como para que el profesor no me vea hacer el vago pero lo justamente cerca como para poder tomar apuntes y escuchar con claridad. Y que alguien se atraviese a quitarme ese sitio, todos respetaban el lugar donde cada uno nos sentábamos así que en el aula había cierto compañerismo y armonía que me gustaba.

El resto de la mañana transcurrió sin problemas. Tenía ganas de llegar a casa, hacerme cualquier cosa de comer y después de hacer un horrible trabajo ir a visitar a Jungkook. Me preguntaba si él también tendría ganas de que lo visitase, aunque él fuese duro y frío seguro que sentía cierta curiosidad por mí.

Llegué a casa y no tenía nada decente para cocinar. "Esto con mi hermano SeokJin no pasaría" Seguro, él cocinaba como el mismo cielo mientras que su pareja era algo torpe para esas cosas y acababa quemándolo todo. Así que acabé comiendo un paquete de galletas ya rancio y una lata de aceitunas que reservaba por si tenía alguna visita, debía ir al supermercado pronto o moriría desnutrido.

Jungkook

No se cómo se atrevía ese idiota a venir a visitarme, él lo había visto todo y decidió callarse. No podía pensar con claridad por el enfado que tenía encima por culpa de ese chico. Menos mal que mi madre no lo dejó pasar la noche conmigo, que por cierto, no sé qué quiso insinuar con todo eso de dormir juntos, supongo que tanto huir de sus problemas le habrá acabado afectando al cerebro.

La noche de la puñalada fue terrible, me lo había buscado por bocazas, pero jamás pensé que llegaría a ese extremo ya que el Jefe siempre que me amenazaba nunca llegaba a nada más porque decía que no podía pegarle a alguien tan adorable como yo, ese día llevaría una copa de más y se lanzó a devolverme todos los golpes seguidos y en uno solo.

Cuando vi aquella navaja salir de su bolsillo vi que sería mi fin "Kook te la has jugado mucho, y el que juega con fuego se quema" pero por fortuna me dio en el abdomen. En ese momento pensaba que estaríamos solos ya que el Jefe no cometería la imprudencia de hacer esas cosas con público de por medio, pero justo cuando noté el filo del arma blanca perforarme alcé la vista y vi a un muchacho mirando sorprendido la escena, inconscientemente le pedí ayuda con la mirada, pero no quería delatarlo ante mi agresor por lo que me dediqué a ver como huía despavorido.

Chantaje [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora