No podía esconder mi cara de tonto así que me entretuve quitándome la indumentaria que me puse para entrar a visitar a Jungkook, su madre no podía verme con esta felicidad que me recorría el cuerpo y antes de salir estuve pensando un poco en mis problemas para disimular que varios minutos atrás había estado besando a su hijo. Fue tarea imposible echar a un lado de mis pensamientos lo sucedido con Jungkook así que decidí salir y no entretenerme más.
La señora Jeon me estaba esperando ya que cuando me vio salir se puso en pie y vino hacia donde me encontraba hablando con el doctor lo cual me vino genial ya que pude disimular mi entusiasmo. No podía dejar de preguntarme en qué estaría pensando el pelinegro en este instante, y si no le había gustado y me odiaba después de esto. A lo mejor no quería que lo visitara más y querría alejarse de mí o simplemente no le gustan los chicos. Puede ser que tenga novia y yo me haya metido de por medio...
Esa alegría que sentía se esfumó de golpe y solo quería volver a mi casa y no ver a Jungkook en un tiempo, me alejaría de él.
- Jimin - pero yo no podía reaccionar. - ¿Jimin?
La madre del pelinegro me estaba hablando pero yo había entrado en una especie de shock por estar comiéndome la cabeza de tal forma en menos de un minuto.
- Señor Park - esta vez era médico quien me llamaba pasando una linterna por mis ojos. - ¿Está usted bien? - No podía articular palabra a pesar de que mi cerebro no se callaba. - Parece que ha entrado en un estado de shock, tiene los reflejos y las actividades motrices completamente bloqueadas. Llamaré a los enfermeros para que ayuden al Señor Park a volver a su estado normal.
- Doctor, ¿se pondrá bien? Es que ha entrado a ver a mi hijo, ha salido sonriente y de golpe se ha quedado así, estoy algo preocupada, por qué ha sucedido esto.
- Lo más probable es que haya sufrido un cambio de emociones muy fuerte. - Vaya si tenía razón el médico, pero seguía sin poder decir nada.
No recuerdo muy bien cuanto tiempo estuve en shock pero era de noche y estaba tumbado en una camilla, más concretamente en una habitación, pero por la cortinilla no podía ver quien era mi compañero cuando de repente distinguí la dulce y armoniosa voz de Jungkook. Mi monitor empezó a pitar más fuerte "ahora eres tú el que está conectado a la máquina chivata que tanto delataba al pelinegro", no podía creerlo. Qué me había pasado para llegar a estar de esta manera aquí enchufado.
Intenté recordar cómo había acallado Jungkook el dichoso monitor esta tarde pero no me acordaba de cual era el botón, aun así ya era tarde pues unas manos habían agarrado la cortina y estaban abriéndola.
- Parece que has despertado, ¿te he dado envidia y has querido acompañarme? - Y de golpe esboza una sonrisa que me mata - ¿O es que simplemente ese beso te ha quitado el sentido?
De repente miré por toda la habitación en busca de su madre, este niño no tenía tapujos al hablar.
- Tranquilo que estamos solos, mi madre ha salido un rato a despejarse y hablar con mi padre. - Me quité un peso de encima y debió notarlo porque empezó a reírse.
- Jungkook, no sé qué me ha pasado, simplemente me quedé inmóvil y de golpe he despertado aquí. En cuanto a lo del beso no te preocupes, si quieres hago como que nunca ha sucedido. - Su cara cambió de esa sonrisa dulce que tanto me gusta a una cara de desilusión y decepción. - Qué pasa, ¿he dicho algo malo?
- No. Puedes irte. El doctor dijo que cuando despertaras llamases a una enfermera y te daban el alta.
No sé qué mosca le había picado a Jungkook pero decidí hacer lo que me dijo y me fui a mi casa a descansar.
Jungkook
El imbécil de Jimin, estaba tan enfadado ahora mismo. Pero no solo con él sino conmigo mismo por haberme hecho ilusiones de esa forma. Había dado el beso más perfecto de toda mi vida y va y me suelta que no me preocupe, que puede hacer como si eso no hubiese pasado.
Estúpido y sensual Jimin.
Viene a seducirme con su sonrisa perfecta, que cada vez que la esboza sus ojos se cierran dándome la imagen más tierna que jamás pueda ver; su forma de mirarme como si fuese a comerme; y sobretodo con sus estúpidos juegos en los que caía como un tonto y luego recordaba con una sonrisa de memo.
Odio a Park Jimin.
Lo odio, lo odio, lo odio. Pero estoy calado hasta los huesos por él y si viene con una de sus mil formas de seducirme volveré a caer como un bobo y a sonreírle como si me fuese la vida en ello.
Nunca me había pasado esto con una persona y va y me tiene que tocar ese tontaina. Soy un zoquete pero necesito que mañana venga a visitarme, mi felicidad depende de él en estos momentos.
En ese momento reacciono y solo me pregunto una cosa ¿Cuándo me he vuelto tan dependiente a él?
Y pensando en Jimin me dormí hasta que por la mañana entró mi médico y me despertó.
- Jungkook, señora, tengo buenas noticias. Los análisis que hicimos ayer han dado negativos y está todo estable así que al medio día te daremos el alta.
- Muchas gracias doctor, mi hijo y yo estábamos esperando este día con ganas.
Por fin me iría de este sitio tan horrible que sirven a los ingresados cereales con avena para desayunar. Estaba tan feliz que nada podría destrozarme el día, salvo Jimin y el recordar que no tengo ninguna manera de contactar con él para avisarle de que me iba.
Me entró la desesperación, solo podía tener la esperanza de que ese idiota llamase a mi habitación antes de que me fuese de aquí sino no lo volvería a ver.
No sabía dónde vivía, ni su número de teléfono. Solo sabía que estudiaba en la universidad y ni siquiera sabía qué carrera ni el horario. Me tiraría días intentando encontrarlo así que esto me lo tomé como una señal y decidiría olvidarme de él para siempre. Fue un error fijarme en Jimin y si no venía esta mañana a verme no lo vería nunca más.
¡Hola! La cosa se ha puesto un poco fea, veremos a ver cómo sale de esta Jimin.
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Chantaje [Jikook]
FanfictionLa noche en la que me crucé con él por ese callejón jamás creería lo que pasaría en un futuro. Yo, la persona más solitaria del mundo compartiendo recuerdos con alguien que jamás hubiese entrado en mis planes.