El Imbécil De Mi Niñero.

Fiesta/ Primera Parte.

-¡SORPRESA RAMERA!

~¡MADISON HIJA DE PERRA!—Mi mejor amiga de toda la puta vida estaba parada en la puerta de mi cuarto (Digamos que Skyla era amiga de la universidad, no piensen mal nunca la traicionaré) me levanté de la cama pero intempestivamente corrió hacia mí saltando haciéndome volver a caer en la cama—Te eh necesitado tanto ¿Cómo te fue en Europa?

-Más que bien, España es un buen lugar para vivir pero créeme que me costó bastante aprender el español, "Oiga tío porque es que no me trae una cerveza"—dijo imitando el dejo Español, reímos al mismo tiempo.—Y dime ¿Qué ha sido de ti? Créeme que esperé bastante una carta, un mensaje, una postal, pero ni mierda—la miré indignada.

~¿Sabes cuantas veces esperé que respondieras? Miles, te mandé millones de cartas a la dirección que me diste por correo, nunca respondiste.

-Creo que olvidé mencionar que cambié de dirección.

~Que puta que eres—me miró mal y luego sonreí.

-¿Yo? Siempre, pero no más que tú, ¿Qué pasó con tus padres? ¿Con Alex? ¡Nunca me llegaron tus putas cartas de mierda!

~Bueno mis padres tuvieron una de sus tantas peleas, mi papá la engañó y ella se fue de la casa, con Alex nada nuevo sigo con él y...

-¿Y ese culerito que me abrió la puerta? Mi madre me dijo que te contrataron un niñero.

~¡Es lo peor que me pudo haber pasado! Cada minuto que paso con él mi vida es completamente miserable.

-¿Me lo puedo quedar?—preguntó y de alguna manera mis mejillas comenzaron a arder.

~¿No? ¿Qué le dirás a tu madre? Mami quiero un niñero para que me folle todos los días—le dije fingiendo una voz estúpida de niñata, ella lanzó un grito ahogado.

-Gracias Hayden tan tú linda como siempre, bueno ¿Vamo a comer un helado?

~Definitivamente, solo déjame ponerme mis zapatillas.—me coloqué unas zapatillas altas azules. Mientras bajábamos las escaleras le escribía un texto a mi papá.

-¿A dónde crees que vas Hayden?—preguntó poniéndose en frente de nosotras para impedirnos bajar el último escalón.

~Tomaré un helado con Madison y vendré no demoraremos mucho—quedó embobado con la belleza de ella, típico de los hombres. Madison estaba vestida con unos shorts negros, converse del mismo color, un top de tirantes crema y una blusa manga larga amarrada en sus grandes caderas, ella era rubia dueña de unos hermosos ojos azules y una linda sonrisa.

-Hola Andy, saldrá conmigo no hay nada de qué preocuparse, me parece haberte visto en algún lado, me pareces familiar.

-No creo, bueno yo confío en que me traerás a Hayden con bien, llévatela—dijo como si fuera cualquier cosa, lo acepto me dolió.

-Bien, vámonos Hayden—dijo y sacudió las llaves de ¿su auto?

~¿¡Tienes auto!?—pregunté y grité al mismo tiempo.

-Mi daddy me lo compró, digamos que fue un regalo por mis 18—dijo como las chicas que conocíamos, engreídas por sus "papis".

~¿Por qué te gusta actuar como estúpida?-

-No sé es que el papel me cae a pelo—reímos, ya estábamos en el auto cantando canciones de géneros variados que digo cantando ¡GRITANDO! Cuando ella estaba aquí me sentía completa.

***

-Me da un helado de café con chispas de chocolate y grageas.

~Yo uno de vainilla con chocolate derretido encima y lentejitas de colores.