¿Dónde mierda estuviste?

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Ya en la cocina tomé un cuchillo  y lo acerqué a mi brazo, nunca me había sentido tan infeliz, Andy era especial, tenía algo en él que me volvía loca, pero no dejaría que se metiera conmigo y menos defendiendo a Ludmy, ella solo quiere quitarme del camino, hacer que me descubra con Andy y poder dejarla libre con Alex pero no lo va a hacer, estoy dispuesta a luchar por esto.

-¿¡Hayden qué haces!?—llegó Andy a la cocina y tiró el cuchillo de mis manos de un manotazo.

-¡Ah por favor! ¿Puedes dejarme aunque sea morir en paz?—dije casi gritando y alejándome de él pero de un tirón me detuvo en sus brazos.

-Cálmate Hayden, por favor—decía mientras yo me intentaba zafar de su agarre, hasta que me rendí y lo abrace también— Mi niña terca, como te amo—me sorprendí y me alejé de él.

-¿Qué acabas de decir? Andy... No me hagas esto—sollocé y retrocedí.

-Yo... Yo me encanta la forma en el que tus labios se mueven al hablar, me encanta todo de ti— se pasó la lengua por los labios mojándolos un poco.

-No Andy cállate ¡Cállate!—me tropecé y boté un vaso que estaba encima de la barra.

-Me encantas Hayden y no tengo reparos en decirlo ¡Hayden te amo! ¡Amo a Hayden Elizabeth Brooks!—Me puse a llorar, odio que haga esto, odio que diga que me ama sabiendo que solo juega a ser el niñero perfecto.

-¡Cállate!—grité y salí corriendo por la puerta de atrás, mientras Andy gritaba mi nombre pero no me persiguió, sabía que estaba perdiendo el tiempo.

ANDY

¿Cómo pude decirle eso a Hayden? No lo merece, no me merece, sé que la estoy haciendo que olvide poco a poco a Alex. No me preocupé porque cuando ella se escapa se va con Skyla o Alex, ese nombre me resuena en la cabeza, ese tipo es una mierda, no sé qué hace Hayden con ese idiota. Mis pensamientos se fueron a la mierda cuando recibí una llamada de el hospital, Ludmy les dio mi número para que la vaya a ver, cuando no esta tipa metiéndose en problemas. Tomé prestado el auto y fui hacia el hospital, demoré mucho con el tránsito pero logré llegar vivo. Entré al lugar lleno de personas en batas blancas, una rubia muy sexy acostada en una camilla que me ha guiñado el ojo, hasta que por fin llegué a localizar a un doctor.

-Hey doctor cómo está, vengo por la paciente Hills, Ludmy Hills.

-Si, yo la he atendido— Vi en su mirada del doctor que quería empezar a ser cotillo con el caso este—Bien—Se los dije—Ella fue mordida por una serpiente, cuenta que es a lo que más les teme y cree que hizo un movimiento brusco cuando la descubrió entre sus cosas y el animal saltó—Quería mostrar preocupación en mi rostro pero no pude, creo que mi más fingido sentimiento de amor estaba siendo manejado por la codicia y la lujuria que Ludmy proporcionaba—Lo que no cuadra es que es un lugar donde hayan este tipo de animales—Tragué duro y pensé «Hayden estás cagada»—Así que tendré que darle este informe a las autoridades de la universidad y que se hagan cargo.

«Joder»

-Okey quisiera verla por favor—dije mirando alrededor.

-Pues creo que tendrá que esperar, pues hay unos amigos dentro que la han venido a ver antes que usted—Hizo una pausa y me quedé mirándolo— Podría decirme ¿Qué parentesco tiene usted con la señorita?

-Bien, creo que soy su novio— el doctor me miró y lanzó mofa riéndose disimuladamente.

-¿Cree?—dijo en tono de burla, achiné mis ojos de inmediato.

El Imbécil De Mi Niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora