El Imbécil De Mi Niñero.

«Muerte a la pequeña zorra».

~Madison abrázame, no seas tan dura conmigo  yo no sé lo que hice te juro que no lo sé estaba ebria y quiero ir a dormir.

-Tendremos que hablar cuando estemos completamente sobrias sé que es tu vida pero no creo que Alex se merezca a alguien que lo tiene más cornudo que un venado—me molestó que dijera eso de Alex y parece que ella igual porque comenzó a hablar en español y eso no es buena señal.

~Ya basta Madison sabes muy bien que eso no es cierto.

-Entonces besar a tu niñero y acostarte con él no es serle infiel, ¡Qué maravilla Hayden!

~¡Madison!—grité indignada, nunca me acosté con él y ella lo sabe bien.

-Hayden deja de engañarte y engañar al resto con respecto a tu relación con Alex, él no se merece a alguien como tú.

~Madison eres mi amiga no puedes estar hablando así.

-Por lo mismo que soy tu amiga tienes que entender que todo lo hago por tu bien, si no quieres a Alex solo díselo pero ya no hagas lo que estás haciendo por favor—la miré completamente indignada aunque por dentro sabía que ella tenía razón, pero no tenía que ser tan dura conmigo, solo estoy un poco confundida.

~Bien Madison lo lograste, dañaste mis sentimientos— pegó un grito ahogado y luego se acercó a mi.

-Sabes que yo te amo mucho Hayden y solo quiero que recapacites o es Alex o Andy.

~Te amo Madison, eres siempre la que me hace reaccionar cuando me comporto como una estúpida— Nos abrazamos y fuimos para el cuarto de mi padre para dormir.

***

Fui al baño y cogí una compresa con agua caliente, la puse detrás de mi cuello, eran las 12:00 del día y Madison seguía durmiendo, le dejé una nota diciéndole que Andy me dejaría en la casa de mi madre y que llegaría el domingo en la noche.

-Hayden baja ya, llevo media hora esperando aquí—Andy gritó desde abajo, dejé la compresa en el baño y bajé corriendo las escaleras.

~Vámonos ya— pasé delante de él y me tomó del brazo, me solté con fuerza, pero me volvió a coger con mucho más fuerza que antes.

-Me encanta verte molesta, me encanta como te pones cuando te toco, se te nota, te pones nerviosa cada vez que me acerco a ti— hizo un movimiento que hizo que me atrapara entre sus brazos.

~Madison se va a despertar, suéltame Andy—musité mientras me removía para soltarme de su agarre.

-Me encanta cuando estás de testaruda— me hizo que volteara para mirarlo, trató de besarme pero yo no me dejé a pesar de que me moría por hacerlo.

~Vámonos ya quiero ver a mi madre—me soltó y sonrió.

-No puedes engañarme... Te vuelvo loca Hayden— se acercó a mi rostro y me robó un beso, rodé los ojos y salí de la casa para esperarlo en el auto.

Llegamos en cuestión de minutos, la casa de mi madre era gigante me encantaba la entrada era iluminada de noche y de día su grass era el más brillante de toda la residencial.

-Vendré el domingo a recogerte amor—volteé a verlo con el ceño fruncido, negué con la cabeza y salí del auto.

~Eres un idiota ¿sabías?—me apoyé en la ventana.

-¡Hija!— Escuché como gritó mi madre desde la puerta.

-Este idiota te vuelve loca— me volteé y me alejé agitando mi larga cabellera.