Para ganar hay que jugar sucio.

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Nos levantamos todos al mismo tiempo y corrimos hacia el lugar, Jenna, una compañera de nuestra clase, ella llegó a avisarnos que Ludmy estaba desmayada. Nos juntamos todos al rededor de ella, yo retrocedí tapándome los ojos, no podía verla, estaba estupefacta, pensar que YO PUEDO CAUSARLE LA MUERTE.

-¿¡Pero qué esperan!? ¡Llamen a una ambulancia!—gritó Jenna pero nadie le prestó atención, Alex me abrazó después de que me haya quedado en shock no podía creerlo, la serpiente ¡Era inofensiva!—Todos sabíamos que odiabas a Ludmy, pero nunca pensé que dejarías que se esté muriendo.

-¡Yo no hice esto! ¿Está bien?—dije muy alterada, apuntándole con mi dedo índice—El día en que yo la mate no le morderá una serpiente...—Me acerqué a ella amenazante—Yo misma me encargaré de que sufra.

-Hayden cállate—me ordenó Alex.

-No entiendo como puedes estar con esta idiota—escupió Jenna.

-¡Cuida tus palabras fresita!—grité y le pegué un manotazo en la cara.

-¡Hayden!—gritó Alex y me sostuvo de la cintura para evitar romperle la cara a la niña.

-¡Déjame Alex!—grité pataleando—¡No vuelvas a insultarme o te las verás conmigo!

-¡No te tengo miedo pequeñita!—fue la gota que colmó mi paciencia.

-¡SUÉLTAME! ¡Voy a hacer que se coma sus palabras!—grité hasta que me solté y recuperé mi respiración, mientras ella estaba detrás de Skyla temiendo por su vida.

-¡Apártense, llegaron los paramédicos!—escuché como gritó John detrás mío, Alex volvió a abrazarme y escondí mi rostro en su pecho.

-Cálmate Hayden, no le tomes importancia—dijo Alex—Sabes que nadie aquí podría igualarte y menos Ludmy, ella... Ella lo está fingiendo todo.

-Y si no es así—dije frustrada con todas las lágrimas cayendo por mis mejillas.

-Hayden cálmate, si te ven así sospecharán y no nos queremos meter en problemas ¿Verdad?

-No pero...—dije pero alguien interrumpió.

-¿Usted es novio de la señorita?—preguntó uno de los paramédicos acercándose.

-No, soy un compañero de ella—respondió Alex.

-Con eso nos basta, ¿Podrías acompañarnos a dar algunos datos de ella?

-No— respondí por él— Él es mi novio y ella solo está fingiendo.

-Señorita, a ella la ha mordido una serpiente no puede estar fingiendo, joven acompáñenos por favor—dijo uno de ellos muy insistente.

-Hayden, suéltame ya los acompañaré—solté su brazo molesta y caminé hacia la salida del gimnasio—¿No estás molesta verdad?

-¡Cállate idiota!—grité furiosa y seguí caminando encontrándome con Skyla en la puerta, se veía preocupada, que es como yo debería estar ahora, pero no, aunque a veces si siento un mal presentimiento de todo esto.

-Skyla, sé que todo estará bien solo...—me detuve porque me levantó el dedo meñique indicándome que me callara, lo hice, no sabes como va a reaccionar Skyla en momentos como este.

-¡Me dijiste que era la inof...!—empezó a gritar y le tapé la boca con mis dos manos, pero se soltó.

-¡Skyla!—grité—¿Quieres calmarte? Todo estará bien, te lo prometo.

El Imbécil De Mi Niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora