¿Dos? ¿En serio? Respira, Virginia, Respira. Si no lo haces por ti hazlo por las dos criaturas que crecen dentro de ti. ¿Dos? Debería estar doblemente feliz, dice la enfermera, pero estoy doblemente asustada.
De vuelta en la casa necesito un apoyo, hablar con alguien y suelto todo lo que tengo a mis nuevo caseros quienes se sienten horrorizados por todo lo que he tenido que pasar e inmensamente feliz por la llegada de los nuevos bebés.
¿Tendrá razón Elisa cuando dice que no le puedo negar a un padre el derecho de conocer a sus hijos? ¿O en cambio tendrá Miguel razón al decir que Marcos no ha sabido ser un hombre y nunca sabrá ser un padre? En silencio, tras llorar durante horas, me voy a mi habitación e intento dormir.
Una semana más tarde de trabajo duro y nula vida social, de dormir poco y mal y de ser mimada por Miguel y Elisa, llego a una conclusión, voy a hablar con Marcos, voy a entregarle todos los papeles que me dieron, todas las pruebas a cambio de que renuncie a los bebés.
Sé que es un poco egoísta por mi parte poner la seguridad y el futuro de mis bebés por delante de la población pero son mis bebés y haría cualquier cosa por ellos, incluso dejar en libertar y sin cargos a esa panda de cabrones.
Sentada en la cafetería con un donut a medio comer espero a Marcos quien dijo que estaría aquí sin falta. Llega media hora tarde aun habiéndole dicho que era un asunto bastante importante.
- Siento llegar tarde- se disculpa mientras se sienta- estaba...
- Trabajando- le corto- Lo sé. Voy a ir al grano...
- ¿Estás bien?- ahora me ha cortado él y no se siente bien- No tienes buena cara
- Estoy perfectamente- tras un profundo suspiro continúo- ¿Hasta qué punto es importante tu trabajo o estás implicado en él?
- Mi trabajo en realidad no es importante- no esperaba esa respuesta- Pero estoy implicado bastante, cubierto de mierda hasta el cuello.
- ¿Tienes miedo de ir a la cárcel?- aprovecho que parece sincero para preguntar
- Sí y no- puedo ver que ha perdido mucho peso en los huesos marcados de su cara- En realidad en la cárcel perdería mi libertad, estando fuera podría perder la vida o perderme yo...
- ¿Te haría un favor si presento los papeles a la policía?
- No lo creas, tampoco quiero ir a la cárcel.- parece desesperado- Solo quiero volver a dónde todo se torció, dar marcha atrás en el tiempo y que volvamos a ser tu y yo...
- Eso nunca será- me aclaro la garganta, no quiero que me dé lastima- ¿qué me darías por los papeles?
- ¿Yo? Todo lo que tengo es tuyo pero habría mucha gente dispuesta a pagar caro- su gesto cambia cuando se da cuenta de algo- ¿Porqué? ¿qué te pasa? ¿Necesitas dinero, corazón?
- Marcos- que use el apodo que solía utilizar conmigo me ha ablandado- estoy embarazada, voy a ser mamá de dos bebes es seis meses y medio y, lo siento, pero no puedo permitir que seas el padre de mis hijos. Te daré lo que sea si renuncias a ellos.
- ¿Estás embarazada? ¿Dos?- su cara está blanca como la cal- ¿Voy a ser padre?
- No, no lo serás- explico- Te he dado la oportunidad de que renuncies por las buenas a ser su padre, si no lo haces, prepárate porque voy a hacer todo lo posible para que nunca sepan de ti.
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Una última vez
RomanceVirginia y Marcos llevan juntos por ocho años cuando se dan cuenta de algo, quizás no sean el uno para el otro. Sus intereses ya no son los mismos y apenas se conocen el uno al otro. La rutina y el trabajo con diferentes horarios están ahogando su r...