Capítulo 14: Frágil

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-Gracias Kim.-Dice Garrett con una máscara de sarcasmo en la cara, pero creo que estaba disfrutando de mi reacción.

Aún estaba congelada por el asombro. ¿Yo? ¿Le besé? Pero... No tenía ningún sentido para mí. ¿Dónde se quedó la Even tímida e insegura de hace una semana? ¿Cómo he cambiado tanto y lo he olvidado sin darme cuenta? Están jugando con mi cabeza.

-Un placer. ¿Vienes a la cama?-Le pregunta ella con fingida inocencia. Un momento... ¿La cama?

-Sí...-Responde Garrett en medio de un bostezo.

-¿Kim no tiene habitación?-Pregunto aún con la garganta aún seca del asombro. Ella niega con la cabeza.

-Don "nunca tengo sueño" y yo tenemos que compartir cama, algunos no somos tan privilegiados.-Agarra a Garrett de la mano y tira de él hacia fuera.-Vamos.-Le reprende.

-Adelántate tú.-Kim se encoge de hombros y es entonces cuando me doy cuenta de que lleva una camisa de Garrett, creo que él la llevaba el primer día que desperté en el sótano. Me muerdo el labio nerviosa mientras observo las largas piernas de Kim desaparecer por la puerta.-Even.-Vuelvo a mirarlo a él.-No te preocupes, no le des más vueltas.-Asiento, sé que dice eso para tranquilizarme, pero no me tranquiliza, le he besado y no recuerdo porqué.-Además, te pusiste tan nerviosa que luego me pegaste una bofetada.

Noto como los colores suben hasta mi mejilla y sin pensarlo dos vece le empujo hacia la puerta con violencia.

-¡Vale! ¡Sí! ¡Lo que sea!-Lo saco a patadas limpias y cierro la puerta cuando está en el pasillo.- ¡Buenas Noches!-Grito encogiéndome sobre mí misma por la conmoción.

-Buenas noches...-Escucho su susurro.

Espero unos segundos hasta que dejo de escuchar su pesada respiración tras la puerta y me tapo la boca. Casi me da un ataque de pánico. Cierro los ojos y me dejo caer contra la puerta, demasiada información, demasiadas emociones...

(...)

Sigue tirada en el suelo. Se va a hacer daño.

Ella misma.

Abro los ojos, algo me despierta y no entiendo por qué. Estiro la espalda, he pasado la noche contra la puerta. Estoy resentida de la postura y todo el cansancio acumulado de ayer. Empiezo a girar todas las articulaciones que puedo y me incorporo con dificultad, como si mis huesos estuviesen hechos de plomo o tuviese acero en la sangre.

Ando o más bien me arrastro hasta el armario que hay frente a mi cama. Encuentro unos pantalones negros que parecen cómodos y una sudadera morada que será suficiente para abrigarme. Cojo la ropa y entro en el cuarto de baño... el escueto cuarto de baño. Apenas cogía un lavabo y un plato de ducha. Al menos había un espejo donde mirar mi deplorable aspecto. Mis ojos enmarcados por profundas ojeras parecían mucho más grandes en mi pálida cara. Mi pelo apenas tenía brillo, necesito una ducha urgente.

Ahora todo parecía surrealista. Mi madre ya no estaba, mi hermana había dado su vida por salvar la mía, de una forma desinteresada y sin egoísmo alguno. Tenía su mirada grabada en la cabeza, como la luz en sus ojos iba desapareciendo poco a poco.... me recordó a uno de esos animales disecados, tenía el mismo aspecto por fuera, pero en sus ojos faltaba algo, faltaba vida. Y papá... papá seguramente no quiere saber nada de mí. Tal vez sea otro traidor pero... es mi padre. Quizás debería de averiguar dónde está. Todo esto ocurre a mí alrededor y yo... dándome una ducha como si nada.

Salgo enjabonada del plato y busco una toalla. Vale, deben de estar en el armario de fuera. Sin pensarlo salgo y abro el armario. Debe de estar en alguna parte. Encuentro algo que me puede servir y me envuelvo con ello.

Forget [Sin terminar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora