Más peligrosa que ellos

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KIM VOICE

Di los últimos toques a mi pelo frente al espejo. Con esta humedad constante me costaba mucho más dejarlo decente. Me puse de perfil y luego el otro lado. Todo en su sitio, como debía ser. Me acerqué a la superficie hasta quedar a un centímetro y me miro a los ojos, directamente a mis ojos azules. Era lo más azul que había visto nunca. Era demasiado azul, a veces me molestaba su tono azul. Nunca vería algo tan azul.

Sacudí la cabeza y cerré los ojos un instante antes de salir de la habitación. No podía dejarme llevar. Es malo.

Bajé las escaleras flotando a escasos centímetros de su superficie. Justo cuando llegaba a la zona común vi por el rabillo del ojo la cabellera marrón que más dolores de cabeza me ha dado saliendo del despacho de White.

-Eh, cerrilla. -Se gira con la incertidumbre en sus ojos dispares, buscando el origen de mi voz hasta que lo encuentra y me dedica una sonrisa estropeada por algo que no reconozco.

-Ahora no tengo tiempo Kim. -Simplemente dijo eso y se dirigió al interior de la casa. -Por cierto, -Quiso añadir antes de desaparecer por completo del lugar. -Garrett ha vuelto, debe de estar en su cabaña.

Cerré los ojos. Ese inútil vuelve y ni siquiera se digna a saludarme.

-Capullo.

Salgo al exterior y llamo al viento para dejarme ir. Me arrastra y lo siento eufórico a mí alrededor. Sin embargo, un pensamiento me martillea. Son demasiado azules.

Veo la cabaña y desciendo para posarme con cuidado sobre el tejado. Me cuelgo de la viga que sujeta el porche y caigo frente a él justo en el momento que sale de la cabaña. Peinado, duchado, afeitado... Bien limpio.

-Kim...-Dice con un suspiro de voz. -Me has asustado.

Me inclino hacia un lado y me acerco a él olisqueando el aire que desprende su piel... hay algo más aparte de jabón.

- ¿Asustado? Después de cuatro meses solo y no has desarrollado el instinto de supervivencia más básico; nunca bajar la guardia. -Garrett se encogió de hombros y simplemente me abrazó con fuerza.
-Me alegra verte.

Me siento incómoda, no suele demostrar su cariño hacia el resto, y yo desprecio el contacto a no ser que sea por un buen puñetazo. Le empujo con la suficiente firmeza para que se aparte sin que llegue a sentirse ofendido.

-Te noto diferente. -Le rondo como un carroñero a un cadáver y le olisqueo. Su aire es diferente.

- ¿Ah sí? Puede que la estepa rusa huela diferente.

-No... No es eso. -Le cojo la mano y olfateo entre sus dedos, y casi me da en la cara cuando lo identifico. Le miro con los ojos muy abiertos y salto hacia atrás. - ¿Qué has hecho?

-No sé a qué te refieres. -Su semblante cambia a muy serio y todo rastro de humor desaparece.

-Sí lo sabes. No me engañas. -Intenta ignorarme y empieza a caminar dirección a la casa principal. -Garrett, qué has hecho... ¡Contesta! -Se detiene y me mira con esos ojos grises, con esa cara que dice: ¿qué quieres que te diga? -Eres un... ¡Insensato!

-No lo tenía planeado. -Ruge como si fuera a soltar una dentellada en cualquier momento.

-Eso espero. -Elevo el tono de voz. - Dime por favor que no habéis copulado.

-No...-Lo veo incómodo y yo nodo como se relajan todos mis músculos. Los elementales son básicamente naturaleza, y cuando nos dejamos llevar es cuando más peliaguda se pone la situación.

- Pero no lo descartas...- Añado con la voz débil. Noto como el aire empieza a vibrar a mí alrededor.

-Un elemental es más débil cuando se entrega a sus instintos más básicos, cuando deja su lado humano... no puedes acercarte a ella, no de ese modo. -Agarro mi pelo en puños y tiro de él. -Maldita sea no son normas, no son leyes de comportamiento o estúpidas supersticiones, es seguridad básica de supervivencia, Garrett. Son leyes infranqueables como si te tiras de un precipicio te mueres o si te cortas sangras... ¡No puedes ignorarlo!

Forget [Sin terminar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora