Es sólo un... juego

912 56 16
                                    

 Habría cambiado el final. Freddy, de no ser por su repentina aparición no hubiera habido otro capítulo en mi historia. Las palabras de Freddy, simples pero honestas, habían tocado mi corazón. Creí decidir que desde ahora, aunque no me quedara otra opción en realidad, aceptaría lo que soy y sería feliz con eso. 

 Ni Freddy ni yo, tampoco Sophia o Bastian, querían aquel final llevado a cabo por los insultos de una zorra, tal como Lyla. Ella se había equivocado en escribir eso. Creo que de cierta forma, me había ayudado a salir del muro que tenía a mi alrededor. 

 Ahora y después y quizá de mayor también, protegeria a los gamers. Es más, protegería a cualquier persona con una pasión, un sueño o un objetivo también. 

 Como empezamos a ponernos de pie, también decidí que cambiaría mi nombre a Riku. Claro que eso tendría que esperar hasta ser mayor de edad, como mi madre no estaba...

 -¿Empezamos? -preguntó Freddy prendiendo su pequeña consola. 

 -Creí que ya habíamos empezado -dije viendo la consola, ya prendida.

 Freddy miró la pantalla y con unos movimientos inició el juego. ¿Cuál? Nada más y nada menos que el mismo Final Fantasy. Yo amaba ese juego, y lo que más me gustaba era que habían muchas versiones y niveles, por lo que si terminabas 1 habían muchos más. Algo magnifico, para cualquier gamer.

 Saqué mi consola y los dos iniciamos el juego al mismo tiempo. No estábamos conectados, pues habían cortado el internet en mi casa, simplemente jugábamos cun los juegos ya guardados en la consola.

 Comenzamos a jugar y rápidamente pasé a Freddy. 

 -Final de la fantasía, traducido al español -comentó Freddy y me hizo volver a la realidad.

 -¿Huh? -pregunté ahora prestándole atención.

 -Este juego se llama "Final Fantasy" osea Final de La Fantasía. Pero sin embargo yo noto mucha fantasía... 

 Observé un tanto a Freddy, creyendo que no se estaba refiriendo del todo al juego. Me voltié hasta que quedamos enfrentados.

 -¿Qué tratas de decirme? -pregunté.

 -Quiero decir -dijo riéndose, mirando para abajo. Luego levantó la cabeza y me miró a los ojos -Siento que esto es una fantasía, lo que sucede entre nosotros... 

 Nosotros. Esa palabra me puso la piel de gallina. Quería hablar, pero sentí que iba a arruinar el momento.

 -... Esta fantasía... ¿cuándo se acaba? ¿Cuándo vamos a admitirlo?

 -A-admitir qué? -tartamudeé algo nerviosa.

 -¿Cuándo vamos a admitir que esto es... real? 

 Freddy comenzó a acercarse a mi. La elección del juego "Final Fantasy", no había sido del todo aleatoria. Se acercó lo bastante como para poder sentir su respiración, rozando mis labios. 

 Yo, como una adolecente a la cual nunca le habían prestado atención, nunca había ligado o coqueteado con nadie, nunca había tenido su primer... beso, Yo... no sabía qué hacer. En ése momento me sentí una estúpida.

 Pero ése momento tampoco duró mucho...

 -¡¡Riku!! ¿Qué haces? -Jason había aparecido de repente, cuando me dí cuenta, que ya era de tarde, casi de noche. El tiempo había pasado volando.. yo seguía... tildada.

 -¿Quién eres t... ah, claro, el novio de Lyla. ¿cierto? -la voz de Freddy pasó de ser aguda, a ser irónica.

 -Oye a tí no te estoy hablando -dijo Jason y clavó sus ojos verdes en mi. Parecia desepcionado, alterado y hasta... asustado.

 -Hola, Jason... me sorprende que sigas aquí despues de... ya sabes -dije apagando mi voz. 

 -No, Riku, no te sorprendas. Quiero que sepas que... -Jason se cayó repentinamente y lanzó una mirada a Freddy, quien lo miraba un tanto incómodo -¿Te importa? 

 Freddy suspiró y se alejó, pero no se fue.

 -Dime Jason, ¿por qué no te vas ya? Encerio, no tienes que estar aquí por... lástima -dije apretando mis puños, sobre mi regazo.

 -No.. Riku -comenzó a decir Jason posando su mano sobre una de mis manos. 

 Me levanté y me alejé de Jason. Me alejé de Freddy y me alejé de todos. Corrí y corrí. Ya no quería hablar con Jason, pero quedarme junto a Freddy cuando fue Jason el que estuvo conmigo antes era realmente malo y no soy así con la gente.

 Corrí hacia el patio de atrás de mi casa. Estaba todo abandonado y en el centro había un viejo columpio, amaca, como quieran llamarle. Me senté allí por un rato.

 Esta nueva escuela me había cambiado completamente. Había pasado de ser la "don-nadie" a ser la chica por la que dos chicos se pelean. Me amaqué un poco más y luego saqué mi consola. La observé y la miré. 

 Me di por vensida. No sabía que hacer... o bien, a quién elegir. 

 A Jason... aquél rubio de ojos verdes por quien todas mueren... aquél que venía a mi casa todas las tardes, con quien me había abierto como si estuviera hablando con mi hermano.... pero también el que tenía una ex novia quien había echo público el hecho de que él se fijaba en mi.... Y lo había puesto en una posición muy incómoda y deshonesta con todos...

 O Freddy... aquél morocho y dulce pero a la vez engreído y egocéntrico... ése chico que se fijó en mi sólo por ser yo y quien me había salvado de un feo final.... aquél con quien puedo por fin compartir esa pasión de ser gamer y no sentirme incómoda o algo... pero también era el rompecorazones de toda la escuela y por quien todas matarían...

 ¿A quién elgir? O quizá... ¿Por qué elegir? Ninguno había dicho que me quería como novia.... ¿O es que no captaba las indirectas?

 Esta vez, no me tocaba elegir a mí. Tenía que seguir a mi corazón, sólo él sabría cual es la mejor opción.

 Me levanté del columpio y cominé paso a paso hacia el patio de adelante y me sorprendí al ver a Freddy, sentado bajo del árbol...esperandome.

 -¡Freddy! -grité y corrí a abrazarlo -¿Por qué sigues aquí? 

 -Quería saber si estabas bien -dijo él, mirándome con sus grandes ojos marrones.

 Una pequeña lágrima cayo por mi mejilla y acentí.

 -Sí, estoy bien... pero no quiero volver a quedarme sola... -dije temblorosa.

 Freddy sonrió. No parecía con ganas de irse. Es más, quería quedarse.

 Caminamos hasta la puerta de mi casa y la abrí lentamente. Encontré a Sophia acurrucada con Bastián en el sillón del living. Sophia tenía a Esmeralda en brazos, y esta parecía estar despierta.

 Caminamos lentamente sin hacer ningún ruido, subimos las escaleras y entramos a mi habitación. Acomodé las almohadas para formar un pequeño sillón y me acurruqué junto a Freddy en el hueco más cómodo del colchón. 

 No me sentía incómoda o nerviosa. Para nada. 

 Freddy comensó a acariciarme suavemente la cabeza. E incluso comenzó a tararear una canción.

 -Freddy... -susurré.

 -¿Qué?

 -No soy una bebé, gracias

 Freddy se rió y se incorporó más cerca de mi. Apoyé mi brazo sobre su pecho y susurré antes de quedarme dormida;

 -No me dejes.

Gamer LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora