Elecciones, compromisos y promesas

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Abrí mis ojos lentamente y la luz me cegó. “¿Dónde estoy?” fue el primer pensamiento que entró en mi mente. Me levanté del piso. Era todo gris, pero una luz fuerte y blanca impedía que viera para delante. Entonces alguien apareció y la luz se redujo notablemente.

 -¿J-Jason? –pregunté haciéndome un techo con mis manos y apretando la vista. Él, mudo, comenzó a saltar y a mover los brazos -¡No te oigo! –grité y comencé a acercarme. Parecía inútil, mientras más me acercaba, él más se alejaba. Comencé a correr.

 Entonces alguien a su lado apareció. Freddy. Pude reconocerlo.

 -¡Freddy! –dije sonriente y corrí hacia él. Pero igual que Jason, estos se alejaban más y más. Entonces me detuve.

 Jason gritaba algunas cosas y Freddy cruzaba sus brazos. Comenzaron a pelear y de repente salieron volando, aterrizando cada uno a cada lado mío.

 -¡Elígeme! ¡Elígeme! –gritaba Jason y trataba de alcanzarme con sus brazos extendidos, pero una especie de barrera le impedía el paso -¡Yo estuve contigo antes que él, me confiaste todo tus secretos! ¡Yo estuve cuando nadie te quería! –decía Jason.

 -¡Elígeme, elígeme! –gritaba Freddy y hacía lo mismo que Jason –Sabes que me gustas ¡te he salvado del suicido! ¡Te conozco y te quiero! Y tú me quieres a mi. ¡Elígeme!

 Miré a ambos… No, simplemente no podía.

 Jason… él me había querido desde el principio, me había ayudado y había cuidado de mí en los peores momentos. Era como mi hermano mayor, el cual amaba. No podía abandonarlo.

 Freddy… él me hacía sentir viva, especial, única. Sólo él me hacía sentir así y lo amaba sin importar qué. Él me daba vida y no iba a perderlo nunca jamás.

 Tomé la mano de Freddy, luego volteé y tomé la de Jason. Pero entonces apareció Jack.Se formó un charco azul y apareció de este. Abrió sus ojos amarillos y me dedicó una sonrisa. Entonces sus brazos se volvieron extremadamente largos y tomó a Freddy y a Jason de los brazos y tiró de ellos.

 -¡Déjalos! –chillé pero era más fuerte que yo.

 -¿No lo entiendes? –dijo él, sonriendo –Si los tengo a ellos, te tengo a ti.

 -¡No! –grité –Llévame a mi –suspiré derrotada.

 Entonces Jack rió malvadamente, haciendo que su cabello blanco tomara volumen y comenzara a moverse. Su mano/garra soltó a Freddy y me agarró de la cintura. Entonces tomé aire y…

 Desperté.

 Estaba en la misma posición en la que me había dormido. Enfrente de mi computador, en mi habitación. Mire mi torso y me tanteé con la mano.

 -Auch –dije al notar que estaba toda rajuñada. ¿No había sido un sueño? Mi corazón empezó a latir aceleradamente. Cuando entró Mason a la habitación.

 Lo miré y quedé sorprendida. Mason estaba vestido con un traje de cuero y un cinturón con varios cables. Sostenía su laptop en una mano y en la otra cargaba como podía 3 cascos de realidad-virtual.

 -Hora de entrar al juego –dijo serio.

 Llegamos rápidamente a la casa de Gaby. Era sorprendentemente grande. Vi como estaban vestidos todos, con trajes de cuero, cinturones con cables y botas anti electricidad, cubiertas de goma.

 Entraríamos todos menos Mason. Él cuidaría que ninguno de nosotros se desconecte, y trataría de bajar a Jack del sistema, mientras nosotros buscaríamos a Freddy, Jason y los demás.

 Melody me dió un traje de cuero, un cinturón y varios cables.

 -¿Para qué son los cables? –inquirí.

 -Para atar a la gente normal y así Mason puede sacarlas de ése mundo malvado –dijo Melody atándose su cabello rosado en dos colas de caballo.

 Luego de un rato Dirius apareció y se puso el casco. Con su mano nos indicó que hiciéramos lo mismo y luego nos señaló…

 3…2…1-

 Muchos cuadros verdes aparecieron en mi pantalla y luego aparecimos todos (sin los cascos) en el servidor. Estaba distinto. Todo el cielo estaba gris y lleno de nubes negras. Tanteé mi pelo. Había crecido hasta más debajo de mis rodillas.

 -¡Vaya! –dije alegre.

 Melody y Gaby estaban igual. El cabello de Melody se había vuelto liso y tan largo como el mío, sólo que permanecía de aquél rosa chicle, al igual que el de Gaby, verde esmeralda.

 Roth tenía el cabello más corto y Dirius ya no contaba con sus rulos, ahora lo tenía liso, pero igual de amarillo que antes.

 Empezamos a recorrer el lugar. Miré mi muñeca y unos códigos estaban marcados color verde.

 -Ése es el medidor de tu poder –me informó Roth.

 -¿Poder?

 -Sí, fíjate –dijo y estiró su brazo apuntando a una roca, abrió su palma y un cañonazo color violeta (como su cabello, irónico) se disparó. Entonces 2 dígitos bajaron del medidor.

 Simplemente increíble. Estaba DENTRO del juego. Pero había algo que no nos habíamos fijado. Pues en todo juego, los jugadores constan de vidas, y si no me equivocaba…

 Miré mi otra muñeca y allí estaban dibujados 6 corazoncitos rosas.

 -Diablos –maldije.

 Todos constábamos de 6 vidas. Pero como realmente estábamos DENTRO del juego, tuve miedo de que … si perdíamos los 6 corazones aquí… ¿Qué pasaría en la realidad?

 Todos estábamos callados, presenciando aquellos 6 corazoncitos. Todos estábamos pensando en lo mismo hasta que Melody irrumpió el silencio.

 -¿No… moriremos… verdad? –su voz sonaba insegura.

 Roth suspiró.

 -No mientras conservemos nuestros 6 corazones.

A todos se nos tensó la piel de escucharlo. Entonces Mason se comunicó con nosotros desde el micrófono.

 -Sí –suspiró –Lamento no haberme fijado antes, si es que se quedan con un solo corazón me veré obligado a desconectarlos. ¡Tengan cuidado! –y se calló.

 Seguimos caminando hasta que unos gritos invadieron el silencio.

 -¡Ayuda! ¡Alguien, por favor! –gritaba una chica descontroladamente. Entonces a lo lejos apareció una chica baja, con cabello de color marrón, corriendo hacia nosotros. Su ropa estaba toda rota y apenas podía correr.

 -¡Britanny! –gritó Dirius y corrió hacia ella.

 Dirius corrió hasta la pequeña niña y la rodeó con sus brazos, protegiéndola. La niña comenzó a llorar desconsoladamente.

 -Sh sh sh –la calló Dirius y le dijo rápidamente –No llores hermosa, ya estás a salvo, ve a casa y dile a mamá que volveré pronto, ¿de acuerdo? –después de decir esto la niña asintió levemente y Dirius la cubrió con los cables. Luego apretó fuertemente y la niña se esfumó.

 Todos nos quedamos allí, contemplando. Queriendo recuperar a nuestros seres amados y volver a la normalidad. Nadie estaba seguro si llegaríamos a volver. Todos mantenían su mirada en los corazones.

 Pero entonces, estos comenzaron a bajar. 

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