Chat, reencuentro y miseria

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 No pude evitar llorar esa noche. Claro que siempre que pierdes a alguien de forma TAN repentina te sientes, además de estar triste, muy frustada. 

 Habrían pasado ya dos semanas desde aquella noche. Esa noche que me desquité con la almohada, llorado a mares. Jason estubo allí, sosteniendo mi mano. Soñé varias veces con él... me refiero, con Freddy. Soñé que volvía, que aparecia en el puente y me abrazaba. Todavía sueño con él, pero las considero pesadillas. No cuando estoy durmiendo, pesadillas el despertar sin él. En cambio, despierto junto a Jason, quien, tras tres intentos fallidos de suicidarme, decidió quedarse conmigo hasta durmiendo.

 Creo que... de cierta forma, quiere suplantar a Freddy. Quiere llegar a ser como él, llenar ese espacio en mi corazón. Creo que lo hace bien, el problema soy yo. No puedo olvidar a Freddy. Y nunca voy a hacerlo. Pero si quiero seguir con mi vida (lo que no quiero, pero Jason no me deja abandonarla) voy a tener que seguir adelante, por lo menos ahora que ya estube dos semanas separada del mundo.

  Sophía y Bastián saben dónde estoy, pues Jason no quería que llamaran a la policía y eso. En la escuela... bueno, todavía no había asistido. Mi cabello seguía corto y todavía no me animaba a verme al espejo. Sólo jugaba, jugaba y jugaba. Los juegos, ahora más que nunca, me ayudaban a salir de todo mi entorno. Me viciaba y me olvidaba de mis problemas, pero cuando me cansaba mucho y volvía a la "Realidad" las punsadas de tristeza volvían y me atacaban otra vez.

 Así que estas últimas dos semanas me estube comportando como una Gamer 100%. Casi ni hablé con Jason. Las conversaciones siempre las iniciaba él, aunque no tenía nadie que las siguiera. 

 Creo que se hartò de esperar. Esta mañana, mientras me observaba como siempre, se levantó y se fué sin más. Todavía no ha regresado, pero el echo de que haya cerrado la puerta con llave no me da comienzos para ir a buscarlo. De cuelquier forma, terminaría mal para mí el salir al exterior sin él cuidándome. Además, me siento mejor sin su companía. 

 Pase el resto del día jugando, pero en cuando se me abrió un repentino chat en la pantalla, dejé de acerlo. Aquella conversación me animó, me asombró, peor también me asustó. Dirius, en su personaje de Mason, solicitó una conversación conmigo.

 -Hola Riku, tanto tiempo -escribió y no pude evitar leerlo con tono perverso. No recuerdo mucho la voz de Dirius, así que lo leí con mi voz interior, con la voz que uso para leer todo lo que me escriben.

 -Hey, Mason -escribí rápidamente, descartando sospecha alguna de que me asustaba su repentina aparición, después de meses sin chatear. ¿Qué lo traería de vuelta?

 -No te eh visto en el colegio -escribió el igual de veloz. Como si ya tuviera pensado lo próximo a escribir. Pero aquél comentario me heló más. Había olvidado completamente a los cuatro chicos del colegio, quienes uno de sus integrantes se llamaba Dirius. Cualquier persona ubiera supuesto una coinsidencia, pero como Mason me había dicho que él sí estaba en el colegio, terminó con mis sospechas.

 Realmente no había escrito "Sí, voy al colegio contigo" . Había sido el típico "Yo no estaría tan seguro" al haberle dicho que no estaba conmigo, o más bien, en el mismo lugar que yo. Tal vez eran simples bromas, hasta la aparición de aquél chico con cabello de color chillón. Me acorbada perfectamente de los cuatro. Más que nada por su cabello. Aquella chica con cabello ondulado rosa chillón, la otra con el pelo un tono azul y los dos chicos; uno con el cabello morado callendole a los hombros y el que decía ser Dirius, con cabello rizado color amarillo realmente artificial.

 -Ni yo -respondo sin vacilar más. Ahora sí se había puesto a pensar su siguiente respuesta, por fin lo había pillado de sorpresa y no iba a echar para atrás mi oportunidad.

 -Creo que sólo eran bromas, pues dudo mucho que estemos en el mismo colegio -agrego, al notar que se había quedado sin comentarios. Al aparecer en la pantalla *escribiendo..* mi corazón se volvió a acelerar. Pero ahora fue él quien me había pillado desprevenida.

 -Riku, ¿Quién te gusta? - aquella pregunta además de inquierrme, me hizo pensar en Freddy. Creo que él fue la única persona a la que le había tenido aprecio, pensando llegar a ser más que amigos. La idea me deprimió, pero no quería dejar ahí la conversación. Decidí optar por alguien que seguramente conocía, si era verdad que él era el Dirius del colegio. Traté de hacer memoria y acordarme del nombre del chico con pelo morado... Veamos, estaban Gaby, la rosada, Melody, la azulada y... ¡Roth! 

 -Es un chico que quiero conocer más, se llama Roth -tecleé tan pronto como me acordé de su nombre.

 Y otra vez, lo había pillado. Esta vez tardó más en contestar. Me dió tiempo de alcansar un bol con cereales y yogurt para desayunar. Suponiendo que ya había amanecido. Estaba falta de sueño, pero la conversación con Dirius me había despertado tanto que ya no tenía intención de ir a dormir.

 Al parecer mi respuesta le había enredado las ideas. Con mucha precausión escribió;

 -¿Cómo es su apellido? -y me dejó a mi con la duda.

 No sabía su apellido, pero por suerte no era un chico dificil de localizar.

 -Bueno, no lo sé, pero tiene un hermoso cabello morado, liso, que le llega a los hombros. Divino -escribí pero rápidamente me sentí muy excéntrica. ¿Divino? ¿Quién dice eso y se siente bien consigo misma?

 Entonces apareció una foto en la pantalla. Dirius la había enviado. Éra él, junto a Roth. Atrás estaban Gaby y Melody. Parecían estar alegres, en especial Roth.

 -Este? -escribió Dirius. 

 -Sí -me limité a contestar. Sabía lo que planeaba. Que me inquietara con su aparción en la foto y pregunte "Quién es" pues no, por que sabía perfectamente quién era.

 Pero él seguía insistiendo.

 -¿Sabes quién es el que está a su lado? -parecía que realmente quería que dijera su nombre, no sé por qué. 

 -Sí -respondí otra vez.

 -¿Quién es? -preguntó, impaciente. 

 Quería escribir "Dirius" pero mis manos escribieron otra cosa, es vez de eso puse:

 -Eres tú -

 Al parecer Dirius quedó satisfecho con mi respuesta. O tal vez no, ya que cerró rápidamente la conversación. 

 Justo cuando terminé de procesar toda la información Jason apareció en la puerta. Parecía feliz, triste y hasta inseguro. Pero no dudó en decirme que tenía algo importante qué decirme.

 -Riku, basta. Ya basta de juegos y de no contestarme. Entiendo por lo que sufriste pero esto es tan importante que podrìa hacer que todo volviese a la normalidad, enserio -dijo él, con un hilo de voz. 

 Por poco que quisiera hablarle, fue él quien me mantuvo con vida todo este tiempo. Lo poco que podía hacer yo era prestarle atención. 

  Me senté en una silla y pude notar por su mirada fría y amable que tenía que tomármelo con calma. El tiempo pasaba y Jason buscaba las palabras adecuadas. Ya veía venir todo un discurso para explicarme lo mal que se sentía o que pronto debía irme al colegio o a mi casa.

 Desidió que lo mejor sería desírmelo afuera. Salimos al patio de atrás y cierta presión cayó en mi. Me sostube del alambre de la valla y esperé lo peor. Pero casi no pude respirar cuando Jason soltó:

 -Freddy está vivo.

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