20/30. Fuego

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Desmond...

Un año atrás...

Cuando me casé con Liza, sabía de antemano, que nuestra relación no sería fácil. Habían pasado los años y a pesar de que nuestros semblantes habían madurado, existían cosas, que en efecto, permanecían intactas.

La noche en que la descubrí con otro hombre en el bosque, fue tan sólo el principio de un fin, que ya se veía venir.

....

- ¡Despierta! - grita un hombre al que en principio me cuesta reconocer ya que mi visión se encuentra nublada por la conmoción - Bienvenido - dice el hombre que me tiene amarrado de brazos y piernas a una silla. Liza me observa con una mueca de disgusto detrás del hombre. Él  en efecto,  es una perfecta copia mía. Él es un oráculo.

- ¿Quién  diablos eres? - inquiero. Obviamente Liza no estaba retenida contra su voluntad y en vano era pedirle ayuda.

- Mi nombre es Damon Crowford y he venido a matarte - dijo con la mirada cargada de fascinación con la que un niño muestra cuando le regalan su primer caballo.

-¿No piensas decir nada?- agrego en dirección a Liza quien se hace de hombros.

- Estas hablando conmigo - dice el intruso entre dientes - Así que que si vas a hablar, dirígete a mi.

- ¡Es mi esposa! Y me dirigiré hacia ella cuántas veces me venga en gana - exclamé.

- Déjalo - ordenó Liza al extraño y acercándose en mi dirección - No tienes idea de cuanto he esperado este momento - dijo inclinandose para quedar a mí altura.

- Podrías haberte echado atrás en cualquier momento y aún así no lo hiciste - dije amargamente.

- Podría, pero no hubiera tenido oportunidad de verte morir. No tienes idea cuanto te he odiado a ti y a los tuyos. Siempre creyéndose los mejores.

- Te recuerdo que yo y los míos no hemos hecho más que darte un hogar - dije entre dientes.

- ¿En verdad crees en todo lo que dices, o sólo eres un pobre imbécil? - dijo clavando su mirada sobradora en la mía - ¿En verdad no lo sabes, no?

- ¿Saber el qué?

- Tus padres no eran nobles conmigo por desinteresada caridad. Ellos querían tenerme porque sabían que era un oráculo. Infinidad de veces habían ofrecido riquezas a mis padres para comprarme pero ellos siempre se negaron. Un buen día, mi abuela Moria y yo regresabamos de traer de una encomienda y cuando llegamos la pequeña casa en la que vivíamos, esta ardía en llamas.
Al poco tiempo de llegar a la mansión de tu familia escuché una discusión que tu madre sostenía con tu padre. Ella le reclamaba si tenía responsabilidad sobre lo de mis padres, y él se justificó diciendo que era la única manera de que tú  y yo estuviéramos juntos, porque así estaba escrito. - Liza se apartó llevándose ambas manos a la cintura - Aquél día pude contárselo todo a mi abuela Moria, pero ella sabía que era mentirosa y no me creería. Así que guardé el secreto para tramar mi venganza. Primero envenené a tu querida madre y luego arrojé a tu padre escaleras abajo. Es increíble que el maldito hubiera sobrevivido. Pero cuando vi que no podría hablar o moverse por el resto de sus días, jamás pude pensar un mejor final para el, que ese. Y ahora tú, el imbécil hijo de aquel infeliz - dijo con la voz destilando veneno - ¿En verdad creiste que podría haberme enamorado de ti? - dijo rodeando sus brazos en torno al tal Damon que comenzó a besarla en los labios y luego por el cuello, para luego despojarla de su albornoz - ¿Ves esto?- dijo entre jadeos y sentándose sobre la mesa rectangular de la sala - Cada vez que creías  que pensaba en ti, pensaba en él . Cada vez que creías que te hacía el amor, se lo hacía a él - agregó envolviendo sus piernas alrededor de él .

El Misterio del Monte Crowford [ Finalizada ] #FlyAwards16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora