— ¡Ya basta! — Decía Fionna entre risas. Estaba jugando con Finn a las cosquillas y se notaba que ella estaba perdiendo. Esta escena la disfrutaba mucho el rubio, amaba hacer reír a Fionna de cualquier forma.
— ¡Claro que no! Esto es lo que te pasa cuando me dices que no puedo hacerte reír — Respondió él.
Finn dejó de hacerle cosquillas a Fionna y se sentó a un lado de ella en posición de indio. Fionna imitó su acción y le mostró una radiante sonrisa que el rubio no dudó en corresponder.
— ¿Y ahora que hacemos? — Preguntó Fionna. Finn se puso el dedo índice en el mentón como simulando pensar.
— No lo sé, ¿Qué quieres hacer tú? — Preguntó mirándola. Fionna se puso a pensar su respuesta. No se le ocurría nada y al mismo tiempo se le ocurrían muchas cosas.
— Vaya, ¿Y si vemos una película como siempre?
— Se me ocurre algo mejor. Cocinemos algo, ¿Te parece?
— ¡Perfecto! — A la rubia le entró la curiosidad de qué podrían cocinar, ya que no estaba en su casa sino en la de Finn y si no tenían los ingrediente, habría que comprarlos. Le preguntó qué podrían cocinar, a lo que al rubio lo único que se le ocurrieron fueron galletas. — Tendremos que ir a comprar las cosas, Finn.
— Bien, vamos juntos. Yo cargo dinero así que por eso no te preocupes — Dijo sacando su billetera y sonriendo. Fionna se cruzó de brazos.
— Yo también tengo dinero — Dicho esto, subió corriendo las escaleras y 20 minutos después bajo con una cartera pequeña donde traía su dinero y su celular, sin olvidar una nota con todo lo que necesitaban comprar para las galletitas que había sacado de Internet (El bolso de Fionna estaba en la habitación de Finn). — ¿Nos vamos? — Preguntó.
— Está bien — Respondió él entrelazando el brazo con Fionna.
Ambos se fueron al super mercado a comprar lo que necesitaban. Al llegar, Fionna sacó la pequeña lista que había hecho.
— Okey Finn, necesitamos harina, azúcar, mantequilla, huevos, esencia de vainilla y dulce de leche. — Enumeraba Fionna con lista en mano. El rubio se alzó de hombros mientras llevaba un carrito de compras. La rubia lo miró.
— Okey, vamos a comprar todo eso entonces. — Dijo él.
Caminaron por un pasillo hasta que se encontraron con la harina. Finn la metió en el carro.
— ¡Mira! Por allá hay azúcar — Exclamó Fionna señalando un pasillo cerca de ellos.
— Vamos entonces, cariño — Dijo Finn. Ya habían metido la azúcar.
Así iban estos dos enamorados por todo el super, metiendo todo lo de la lista y hasta algunas cosas extras como Nutella para acompañar las galletas.
Ya habían pagado, por lo que metieron las compras en la camioneta de Finn y Jake. Él sacó las llaves y las giró en su dedo índice, abrió la camioneta y se metió. Fionna obviamente iba de copiloto.
— Oye Finn, quería preguntarte algo...— Dijo ella jugando con su dedos nerviosa. Finn alzó una ceja en señal de que la escuchaba y que continuara. — Bueno, me preguntaba...¿Cómo fue que te fijaste en mí?
— Lo mismo pregunto yo con respecto a ti, pues no puedo todavía creer que tengo una novia tan linda. Con respecto a tu pregunta, no lo tengo totalmente claro. Supongo que fue ese día que estaba compitiendo contra Marshall, te vi entre toda la multitud y me pareciste muy linda. Desde entonces me empezaste a atraer, pero me enamoré de ti cuando vi como eras al hacerme tu amigo. — Explicó.
— Oh. Bueno, ahora yo responderé la tuya. Cuando te vi en la competencia, siendo sincera, estaba más concentrada en Marshall que en ti, ya que a ti no te conocía. Pero cuando te vi en el baile, quedé embobada contigo. Incluso, cuando estuvimos bailando juntos, yo lo único que pensaba era en lo lindo que me parecías, lo simpático. Verte en traje era algo encantador. Cuando nos hicimos mejores amigos y nos conocimos mejor, yo me puse muy alerta y triste, estaba cayendo en el amor contigo, algo que me pareció malo desde el principio. Pero cuando te me declaraste, acepté a ver cómo funcionaría todo. ¿Sabes ahora lo que pienso de ti? — Explicó Fionna cuando notó que Finn había parado en un semáforo. Él alzó una ceja mirándola, como preguntándole. — Pienso que eres el mejor chico que he llegado a conocer y me siento feliz contigo.
Finn al escuchar esto bajó la cabeza. Vio a Fionna que se había sonrojado con todo lo que había dicho, la tomó por el mentón suavemente y la hizo mirarlo hacia él, dándole un dulce beso que no duró tanto por el tiempo que pasó el semáforo de luz roja a verde. Fionna había enrojecido aun más, y Finn solo se mordía el labio.
— Fionna... — Comenzó a decir.
— ¿Sí?
— Tus labios saben dulce. ¿Lo sabías? — Dijo de forma directa.
Fionna se sonrojó por lo que le dijo el rubio. Pensándolo bien, ella también creía que los labios de él sabían dulce.
— Pues, digo lo mismo de ti — Respondió mirando hacia la ventana de su lado. Finn solo sonrió y estuvieron el resto del camino platicando y contándose cosas como siempre hacían.
Al llegar a la casa de Finn, sacaron las bolsas de la camioneta y se metieron a la casa a cocinar.
— Bien, la receta dice que primero hay que precalentar el horno a 190º. — Leía Finn. Fionna estaba detrás de él leyendo por sobre su hombro.
— También hay que ir mezclando la harina y la mantequilla en un tazón. Voy a hacerlo — Dijo Fionna antes de dirigirse a buscar un tazón en una repisa alta. Finn la vio pararse de puntillas para alcanzar el tazón pero no podía, por lo que él la tomó de la cintura y la cargó para que lo alcanzara.
Fionna lo logró alcanzar y ocultó un poco su sonrojo poniendo la harina y la mantequilla en el tazón, mientras que Finn precalentaba el horno.
Lo que seguía era incorporar el azúcar, un huevo y la vainilla. Fionna lo echó todo en el tazón mientras mezclaba, hasta que se cansó y Finn la suplantó. Hubo un momento en el que ya no se podía mezclar más, por lo que el rubio usó sus manos (Que, claro, ambos se habían lavado al llegar).
Ya cuando estaba todo listo, espolvorearon la superficie de la cocina donde iban a echar la masa para las galletas y empezaron a amasarla con un rodillo.
Habría también que mencionar que Fionna estaba cubierta casi totalmente de harina porque Finn se la echó encima. Finn estaba cubierto un poco por el azúcar porque Fionna tomó venganza.
— Por lo menos así estoy más dulce — Dijo éste burlándose.
Después de cortarlas con un vaso, tomaron una manga pastelera que Finn tenía por ahí y le echaron dulce de leche, para meterlas al horno. Mientras estaban haciéndose, Fionna se sentó en una silla mientras intentaba sacudirse la harina. Finn imitó su acción con el azúcar.
Pasados entre 10 y 8 minutos, ambos rubios ya habían sacado las galletas y estaban poniéndolas a enfríar. Se las pensaban comer con Nutella, pero fue más lo que jugaron con ella que de lo que se comieron con las galletas.
Después de haberse comido esas galletas, Fionna estaba llena de chocolate por toda la cara y Finn se lo quitaba dándole puros besos.
Vaya que esta pareja la había pasado bien.
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- Mi alma Vic, ¿Tenías hambre?
- Eso y que también quería poner en algún capítulo que ellos cocinan juntos y que sea más tranquila la vaina.
En fin chicos, ya se va a terminar esta historia :'v
Los veo después y perdón por subir tarde, se me atrasó todo~ (PERO SUBÍ >:V xD)
- Vic~
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See you later ~ HDA · Finnonna · AU Escolar
FanficEste fic es como un pequeño recorrido hacia mis comienzos en la escritura. Es decir, de hora de aventura, volviendo a la pareja de FinnxFionna, pero inclinándome a una temática realista donde los protagonistas conllevan una vida escolar y la guerra...