Capítulo 16:

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Comenzamos a forcejear como dos bestias. Yo, con el fin de quitarle el cuchillo. Ella, porque anhelaba herirme con el arma.

Intenta derribarme, arremetiendo contra mí. Pero soy más rápida que ella y le cojo de la muñeca, tirando de ésta hacia atrás fuertemente.

Años de practica al sufrir de los maltratos en la escuela por parte de los demás estudiantes.

—¡Agh! —lanza un grito.

La suelto y cae de bruces contra el suelo, sobre las hojas y ramas secas. Aprovecho a coger rápidamente el arma, pensando en aniquilarla si es necesario.

—No voy a hacerte daño —digo firme mientras la señalo con el cuchillo—. Pero lo haré si intentas algo.

—¡Estúpida! —su voz transmitía odio.

Comenzó a agredirme verbalmente de mil y una formas. Pero no se levantó en ningún momento, ni lanzó patadas, ni siquiera me golpeó. Sólo se quedó allí, tirada en el suelo, gritándome e insultándome.

—Ya te dije que no te haré daño —repito—. Pero lo tomaré en cuenta si intentas agredirme.

—¿Por qué debería creerte? —preguntó mientras cogía su muñeca—. Me has herido.

Gruñí por lo bajo. ¡Dios, primeramente ella ha intentado matarme! Mi paciencia se está perdiendo junto con la idea de no clavarle el cuchillo en la frente.

—¡Tú comenzaste!

—¡Fue tú culpa por entrar a territorio de Clan Oso!

Debo admitir que ella tiene razón, pero no iba a admitirlo en voz alta.

En un abrir y cerrar de ojos, la muchacha se levantó de un salto y rápidamente me pateo las rodillas. Caí al suelo, golpeándome la cabeza con una rama sobresaliente de la tierra, soltando el arma.

Al mirarla otra vez, la castaña se encontraba a horcajadas sobre mí, sosteniendo el cuchillo con una mano mientras que con la otra hacía presión en mi garganta.

Comienzo a patear el aire y a cogerle la muñeca, intentando empujarla y así liberarme de ella. Pero la muchacha acerca la punta de acero a mi ojo derecho, a unos poco centímetros, haciendo que yo me quede rígida y con el corazón helado.

Sonríe cínica.

—Jamás te metas con el Clan Oso, niñata —dice y se inclina para susurrarme al oído un:— Dulces sueños, cariño.

Comienza a reír y vuelve a incorporarse. Cierro mis ojos fuertemente, tragando con dificultad, dejando de respirar.

¿Así termina todo? ¿Así debe ser mi fin? ¿Todo termina antes de empezar? Jamás volveré a ver a mi hermana, ni a mi padre, ni a Antony, ni siquiera a mi madre.

Tan sólo quisiera disculparme con todos. Disculparme con mi Layla por dejar que se la llevasen; disculparme con mi padre por no cumplir la promesa de ser fuerte; disculparme con Antony, por jamás decirle lo que siento por él; disculparme con mi madre por todas las desgracias que le he causado a la familia.

«Lo siento por todo»

Las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas, haciendo que la muchacha ría con fuerza.

—¡Hazlo se una vez por todas! —grito sin abrir mis ojos y con una especie de hipo en mi voz —. Por favor... —susurro.

Mi respiración se corta, esperando que todo se convierta en sufrimiento y dolor. Pero éste sentimiento nunca llega. En cambio, algo caliente y espeso cae sobre mi frente.

Al abrir mis ojos, el espectáculo que encuentro no es en parte el mejor: la sangre surge a borbotones de la boca de la muchacha quien se encontraba con el cuchillo en alto. Su cabeza había sido partida en dos con un hacha oxidada de mango de madera, pero supongo que no pudo ser Gabriel, ya que el chico de ojos grises maneja los cuchillos a la perfección y no puede usar las hachas; y mucho menos pudo haber sido Adam, ya que él fue tan idiota como para dejarme sola en primer lugar y dejarme a libre albedrío por una extraña —y peligrosa— región. Y tampoco pudo haber sido Yum.

«Y menos uno de los Guerreros con Hacha»

Lanzo un grito ahogado y aparto a la muchacha rápidamente. Me levanto y doy varios pasos hacia atrás, con el corazón congelado. Ella cae sobre el suelo, ahogándose con su propia sangre y clavándose el cuchillo en el pecho. Murió, con la boca ligeramente abierta, luego de unos cinco segundos, quedándose rígida y mirando las copas de los árboles.

Doy varias vueltas sobre mis talones, intentando divisar al verdugo de la muchacha. Pero no lo encuentro por ninguna parte.

Me siento en el piso y me hago un ovillo, escondiendo mi rostro entre mis brazos, llorando descontroladamente.

Jamás había tenido tanto miedo en toda mi vida.

Vuestros votos y comentarios me dan inspiración para seguir escribiendo. ¡Seguid haciéndolo, por favor! :3

Okay, tuve que hacer lo imposible para reescribir este capítulo porque... Pues... No sabía cómo hacer que tuviese un poco más de emoción y mi cerebro estaba colapsado por los exámenes finales. Pero ahora ya estoy libreee *suena Cake By The Ocean de fondo*

Bueno... Errr... Como verán el capítulo está dividido en dos parte —la primera es el capítulo 15 y ésta es la segunda—, es por eso que esta cosa es tan corta.

Muy pronto estaré subiendo capítulos más seguido y, si aún hay alguien que apoya esta bazofia, entonces... ¡Gracias!

Muchos besos con sabor a Kaya :3

El Clan De León [#NewLifeAwards]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora