—¿Estás listo, cariño? —Michael agachó la cabeza para poder mirar mejor a Harry. Estaba en una silla de ruedas apunto de salir del hospital después de haber sido dado de alta.
Habían pasado 2 días, Michael no había podido convencer al doctor de que el rizado se fuera a casa un día después de su operación, pero lo había persuadido para reducir los días en el hospital. Michael le dijo a Harry que no mencionara nada a los chicos de lo que habían hablado, por qué ellos podrían intentar convencerlo de lo contrario y meterle ideas que no eran. Harry asintió no muy convencido, aún le resultaba muy extraño toda la situación, pero era mejor creerle a él que a personas que apenas conocía. Así que, cuando el moreno lo observo desde arriba con una mirada tranquila, asintió.
—Eso creo... —Harry dice inseguro, sentía que eso no estaba bien, pero debía estarlo, ¿no es así? Era su novio, alguien en quien confiaba, debía sentirse cómodo a lado de él.
—Está bien, vámonos. —Michael emprendió camino a la salida. Fuera de la habitación, agradeció con un asentimiento a la enfermera.
Harry movió su pie con inquietud, el doctor le dijo que debía guardar reposo, que se encontraba bien y se recuperaría. Pero aún así en su interior sentía que algo iba mal, que debía esperar. Los otros chicos no se habían aparecido y no sabía si debía preocuparse o no.
—¿Y Zayn, Liam y Niall? —pregunta en el ascensor.
—Oh, ellos irán después a casa. Están un poco ocupados... —Michael trató de no sonar nervioso, y para su suerte, Harry no lo notó.
—Oh, de acuerdo. —asintió.
Salieron del ascensor, pasando por el estacionamiento. Llegaron al auto de Michael, siendo ayudados por un enfermo para poder subir al rizado. Irían a la casa del rizado, la cual Michael un día atrás, había limpiado de todo aquello que "impidiera" su recuperación.
(...)
Michael había llegado a la casa del rizado gracias a la dirección que marcaba la identificación que la enfermera le había entregado. Ahora se preguntaba cómo rayos le haría para entrar. No le había pedido la llave a Harry, aunque dudaba que la tuviera. Pensó en alguna forma. Pensó en tal vez intentar abrirla con un clip o algo, pero tal vez los vecinos lo verían y creerían que era un ladrón o algo parecido. Luego pensó en llamar a un cerrajero, pero tendría que confirmar que esa era su casa y pues no lo era. Después de 5 minutos pensando en lo que debía hacer, se le ocurrió algo, tal vez sería ridículo, pero no perdía nada en intentarlo.
Busco debajo de la pequeña alfombra que se encontraba enfrente de la puerta de la casa, nada. Busco en un arbusto y tampoco había nada, hasta que la logró encontrar en una pequeña planta que colgaba frente a la ventana. Harry era un poco despistado y siempre perdía sus llaves, por eso guardaba una de repuesto en su maceta.
Michael entró a la casa, todo estaba bien arreglado y cuidado. En la mesita logró visualizar una fotografía de Louis y Harry en su graduación, se veían felices y enamorados. Michael la tomó en sus manos antes de lanzarla contra la pared rompiendo el cristal en mil pedazos, tomó la foto rompiéndola y lanzándolo a la basura. Subió las escaleras para limpiar todo rastro de Louis. Tiro, rompió cosas, dejando la casa impecable. Todo rastro del ojiazul. Sacando la basura observó la casa, estaba apunto de comenzar una nueva vida y vaya que que vida.
—¿¡Cómo que no está!? —dijo Liam alterado.
—El señor Styles fue dado de alta hace como una hora y salió del hospital minutos después.

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No me dejes |l.s|
Fiksi PenggemarHarry y Louis sufren un accidente automovilístico que casi les cuesta la vida. Harry pierde la memoria. Louis hará lo que sea para recuperar a su novio. "Aún un accidente tiene una dirección, un propósito; una razón de ser. Solo debemos ver más all...