Cap14: Un Plan Brillante

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*narra Jack*

Impotente ví como la vieja la tiraba al suelo,tomaba su arco con una especie de manta negra y luego sonreía.
Luego aquella extraña y macabra copia barata de Voldemor volteó y comenzó a acercarse a mí. Sabía que algo muy malo iba a pasar. Hice un esfuerzo por alejarme,pero ella me lo impidió: me miró con sus ojos rojos y entonces sentí como si alguna especie de brazos invisibles me atraparan. Luego ella hizo un gesto y fui suspendido en aire. Luego comenzó a cerrar lentamente su mano y de alguna manera comenzó a estrujarme con aquellos inexistentes brazos haciéndome sentir como la pequeña e inofensiva presa de una enorme y malvada boa constrictora.
Durante unos cuantos segundos,el dolor inicialmente soportable comenzó a hacerse cada vez mas fuerte a medida que la mano de aquella mujer se cerraba.
Terminé sin poder respirar:comenzaba a ahogarme.

-Puedes hacer que me detenga...¿sabes? - dijo aquel intento de sombra intentando manipularme.- si me das lo que quiero...

Tendió su otra mano como para que le entregara algo. En esos momentos ya comenzaba a ver borroso y no podía ni siquiera pensar correctamente ,pero a pesar de sentirme mas lento e inútil que el internet del vecino, sabía lo que quería :mi callado.
Como no podía ni siquiera hablar dije no con la cabeza, pero ella solo río causándome un escalofrío.

-Bueno... De todos modos no tenias opción...- dijo mientras aquellas manos invisibles atrajeron mi callado hacia ella para luego hacerlo desaparecer bajo una manta(la misma en donde había puesto el arco de Merida.)
Me sentía indefenso, frustrado, furioso y... Asustado. No sabía que hacer. Quería huir como un cobarde, irme volando,lograr rescatar y llevar a Merida a un lugar seguro,gritar y además darle a aquella vieja cabeza de huevo duro una soberana paliza... Pero no pude.
La vista se me nubló, mi cabeza comenzó a dar vueltas y perdí el conocimiento.

- Buenas noches...-replicó la anciana mientras reía macabramente dejándome como último recuerdo antes de desmallarme ,sus puntiagudos colmillos, antes de caer en una temible oscuridad.Fue horrible, me quede paralizado flotando en aquel oscuro vacío del que no podía salir. Sentí frío... y miedo. Justo como el día que fallecí, y por un momento temí morir, por segunda vez.

De repente, comenzó a aparecer una tenue luz grisácea que poco a poco iluminó la estancia y entonces desperté en el lugar mas hermoso que se puedan imaginar (notese el sarcasmo) :una jaula pequeña, en la que apenas podía ponerme de pie, maloliente y oxidada, suspendida en el aire. ¿Cuanto llevaba inconsciente? Me levanté de un sobresalto, como si acabara de despertar de una pesadilla, con la cabeza dándome vueltas y el horripilante recuerdo de lo sucedido dando vueltas en mi mente. Recordé a Merida, retorciéndose de dolor y desee más que nunca poder estar a su lado. Tenía que salir de ahí. Mire a mi alrededor :atrapado en una celda metal colgando a mas o menos...300?400?500?1000??? Esta bien... Muchísimos metros de altura. Me apoyé en los barrotes y forceje, pero solo conseguí zarandear la jaula y de paso, unas enormes ganas de vomitar. Una vez que mi prisión dejo de tambalearse puse mis manos sobre el suelo de la jaula, cerré mis ojos y me concentré ...
Nunca había intentado congelar algo sin mi callado antes y no estaba seguro si fuera a funcionar pero la situación me obligaba a intentar escapar de cualquier forma posible.
Me esforcé tanto que incluso un par de gotas de sudor se resbalaron por mi frente. Cuando por fin los abrí esperanzado con haber congelado la jaula lo suficiente como para poder romperla y escapar me encontré con un copo de nieve, un minúsculo
copo de nieve.

-No fastidies...

De nada me servía mi esfuerzo sin aquel pedazo de manera. Sin ese palo, no soy nada. Grité de pura frustración, atrapado, sin salida y sin poder pedir ayuda...
Ví un destello en la bolsa de mi sudadera, y saqué de ella la pequeña esfera de nieve en miniatura que norte me había dado: si podía pedir refuerzos. Bastaba con lanzar la pequeña esfera de cristal para llamar a los cuatro guardianes. Pero había un problema:
Si la activaba la anciana decrépita y su ejercito se darían cuenta que trataba de dar la alarma y vendrían por mí antes de que ellos lograran llegar. Y no me apetecía para nada el ser el almuerzo de una serpiente invisible, otra vez. Pero sobre todo, Merida debía estar en algún lugar de la... Que parecía ser una fortaleza de... Piedra? y no quería que en caso de estar en una situación igual o peor que la mía le hicieran algo solo porque yo trataba de fugarme...
Aunque si lo hacía, podría crear una distracción para que ella pueda tener una oportunidad para escapar aunque seguramente tendría que atenerme a las consecuencias y enfrentar la ira de cabeza de caillou. Además, que tal si ella estaba herida o desmayada y me necesitaba ? Muerto no podría ayudarle...

-¡¿Que acaso no hay manera de escapar sin que termine muriendo ?!

Me dije a mi mismo debanandome los sesos por encontrar un plan mejor que por lo menos no fuera a acabar con mi existencia .Nada se me ocurría, mi pobre Merida corría seguramente un gran peligro y me molestaba tener que quedarme ahí sin poder hacer nada para ayudarla. Golpee mi cabeza contra los barrotes maldiciendome en mis adentros. Luego vi que mi jaula no era la unica que se encontraba en suspensión, en otra cercana había un oso polar adulto encerrado en ella... y entonces tuve una gran idea...


Perdón por desaparecer durante meses y dejarlos en suspenso... Pero ya no tenía suficiente creatividad para la historia, este capítulo es bastante corto pero quería hacer algo breve mientras acomodaba mis ideas.

Un saludo a todos los que disfrutan de esta historia, sobre todo para los que la comentan.

Con cariño Dany :3

El origen de los guardianes: El FenixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora