Si algún día me dejas.

Ellie. #8

17 de Octubre, 2012.

Downtown, Manhattan, NY.

-Cumpleaños feliz... -un coro completo de personas comenzó cantar-. Te deseamos a ti.

Coloqué una de mis manos sobre mi pecho debido a la sorpresa. Llegué a casa sola luego de haber recibido una llamada de Elliot diciéndome que se quedaría hasta tarde porque había un buffet en la compañía. Y ahora me encontraba con un pastel, globos multicolores y el mejor grupo de amigos que podría desear cantándome Feliz Cumpleaños.

Esbocé una gran sonrisa y un montón de confeti voló sobre mí. Elliot fue el primero en salir de entre ellos, sonriendo como un niño después haber de tener éxito en alguna travesura.

-Gran compañía -solté, dejando salir el sarcasmo.

-Te juro que te hice un buffet. Es decir, J lo arruinó todo, pero... -hizo un mueca, y tan sólo no me pude contener. Lo agarré del cuello con ambas manos y lo halé hacia mí. Jamás lo había besado frente a sus amigos, así que dudé un segundo antes de que él pusiera los ojos en blanco y juntara nuestros labios. Allí. Frente a todos.

-¡Vale! -gritó J desde atrás haciéndome reír entre los labios de Elliot-. Personalmente, considero que han roto mi asquetímetro más que Debby y Julién -intenté separarme, y al principio no me dejó, pero luego de unos cuantos besos más y quejas de nuestros amigos, cedió.

J, Julién, Debby, Delinna, Nelly, Chris.

Sonreí un poco apenada al verlos.

Elliot había conocido a cada uno de sus amigos de forma distinta. J, por ejemplo, es su mejor amigo desde... bueno... siempre. Según me dijo, lo conoció después de haberse mudado lejos de mí. Más tarde, conocieron a Julién: una noche J estaba siendo golpeado en un callejón sin salida. Por alguna razón, Julién estaba cerca y escuchó su nombre, así que se acercó. Y bueno, ese es el gran secreto: el verdadero nombre de J también es Julién, pero incluso sus padres lo llaman J luego de haber conocido a Julién.

Elliot conoce a Debby desde hace un año, cuando se volvió novia de Julién. Desde entonces, son mejores amigos. A Delinna en la escuela, pero se volvieron cercanos cuando descubrió que era hermana de Debby. A Nelly en cuanto se convirtió novia de J. (Y lo digo en serio, fue en el mismo instante. Nelly dijo que sí y la primera reacción de J fue llamar a Elliot a las tres de la mañana, eufórico, para gritarle desde el otro lado que Nelly había dicho eso.) Y, finalmente, Chris. Podría decir que era el más cercano a Elliot de todos, por alguna razón que yo desconocía. Sólo estaba consciente de cuán callado era, al igual que Ivonne o Daniel, quienes, por cierto, no estaban presentes.

-Iré a partir el pastel -dijo Debby, disimulando una sonrisa.

-Yo la acompañaré -soltó rápidamente Nelly, y ambas melenas, rojiza y castaña, se perdieron por el otro lado de la casa.

Julién me miró con una media sonrisa, y eso fue suficiente. Chris, al contrario, se acercó a mí, me abrazó y me deseó feliz cumpleaños al oído.

-Y ahora te preguntarás -comenzó a decir J mientras daba vueltas en la sala-. ¿Cómo, cuándo y quién?... Ah, pero también te preguntarás ¿qué diablos es el asquetímetro? Y, por supuesto, todas esas preguntas no tienen respuesta.

Julién golpeó descuidadamente a J en el abdomen y dijo:

-Elliot estaba preocupado porque no sabía qué hacer para ti en este cumpleaños. Es decir, 23 no se cumplen todos los días. Además, pensó que una fiesta en una disco no era algo para ti, sino que... estarías feliz en casa, con nosotros -hizo una pausa-. Y quiso decirte sobre la fiesta, pero a Debby se le ocurrió que sería mejor fingir que nadie se había acordado de tu cumpleaños -sonrió y se echó de hombros-. Y con respecto al asquetímetro...

-¡No te atrevas! -replicó J, echándole una mirada. Julién revoleó los ojos y asintió-. El asquetímetro, cariño, es el artefacto que las compañías contemporáneas usan recientemente para determinar cuánto asco puede causarme una relación. Hasta ahora, no habían encontrado una pareja más repugnante y asquerosa que la de estos  -señaló a Julién con una mueca-. Pero ustedes han sobrepasado el nivel. Felicidades.

-En otras palabras -comenzó a decir Julién, subiendo la voz y mirando a J severamente a los ojos para que no lo interrumpiera-.  Es algo que él se inventó para imaginar que tiene el derecho de llamarnos asquerosos y repugnantes tanto como quiera.

Solté una carcajada, y luego negué con la cabeza.

Eran increíbles.

Ellioooooooooooot:

Te amooooooo. En serio. Ha sido la mejor fiestaaaa de cumpleañooooos.

Creo que estoy algo bebida. No estoy muy segura, pero estoy teniendo muchos errores al escribir, así que estoy arreglándolos.

Por otro lado..., espera. Me estoy riendo como idiota, ¿sabes? Es divertido.

Por otro lado, creo que Chris vio mis manooos... pero no me importa. O eso creo.

Realmente estoy tratando de aclarar mi mente y escribir una carta seria y con sentido, pero creo que para mañana voy a borrar esto. Hoy no. Hoy me parece muy coooooooooooooool.

Pdt: Me acabo de dar cuenta de que amo las letras cerradas.

Bueno, sólo amo la a y la o.

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

ooooooooooooooooooo.

Con amor y locura,

Ellie troopies doopies.