|10|: Los Dikings

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Gritos, ruidos, y más gritos decoraban el estacionamiento, intenté coger aire. No sabía donde me había metido, chicas con faldas minúsculas sostenían de una manera provocadora unas banderillas con el logo de un león y la palabra "Dikings", cosa que me pareció el nombre de un equipo –mi deducción es increible..– me aplaudí–.

Me hice paso entre el barullo de gente buscando un sitio en una esquina, donde ninguna zorra me viera, y opté por un sitio al lado de una mujer no muy mayor y un niño que alzaba en el aire su helado poniendolo todo perdido mientras vitoreaba a un chico del campo el que me dedicó una sonrisa –sexy, muy sexy–. El estadio se llenó en apenas segundos, caras pintadas, camisas rasgadas, y yo con una camiseta de rock'n roll, muy adecuado para la situación –me aplaudí– Nuestro equipo salió al campo a preparar el calentamiento mientras las animadoras meneaban todo su cuerpo menos lo que debían menear, los pompones. ¿Hemos venido a ver fútbol o a ver un baile erótico?

—Esto debería estar censurado para jovenes calenturientos. –rió dulcemente.

—Y para gente que tiende a vomitar –reí aun más fuerte.

—Soy Karen.

—Yo ___, encantada Karen –la eché un rápido vistazo antes de centrar mi mirada en los equipos, Liam no estaba por ninguna parte, y eso me impacientó más.

—¿Buscas a alguien en especial cielo? –y sabía a lo que se refería, pero no, Liam no era nada especial ¿no?.

—A un amigo, pero parece que se lo ha comido la tierra.

—Ya.. un amigo.. ¿y como se llama?

—L-Liam, el capitán de los Dikings.

—Oh.. –refunfuñó y dejó de sonreir.

—¿Qué pasa? ¿Está bien?

—Sí, sí, solo.. me habías dado algo de esperanza.. creí que mi hijo al fin había dejado a esa maleducada que tiene como novia y al ser tú, eres tan bonita y simpática.

—Me hará sonrojar, la verdad que su novia es un asco, él merece algo mejor. Liam es.. tan adorable, aunque veo quien le enseñó. –choqué mi codo dulcemente en su brazo.

—Mi hijo está ciego por esta sociedad con ojos zules, rubios platinos y cuerpos como fideos –sonreímos y entonces todo el estadio comenzó a aplaudir.

Y fue cuando lo ví, hay estaba él con su armamento –como a él le gustaba llamarlo– y su sonrisa permamente, ¿cómo conseguía siempre estar así? quizás tendría más problemas que ninguno, pero él siempre sonreía, siempre tenía un gesto amable contigo y un saludo que regalarte. Al fin nos dedicó una mirada o quizás a su madre pero guiñó un ojo y vaya, su madre me atisbó un buen codazo sin parar de reír.

—¡Karen!

—¡No me digas que no has visto como te miraba! ¡y como te ha guiñado el ojo!

Me sonrojé como nunca me había sonrojado. Esta mujer acabaría matandome.

               ***

El partido terminó con un resultado de 2-1, gracias a un gol de Liam en los últimos 10 minutos, cuando todos se empezaban a ir al vestuario Liam nos dedicó una enorme sonrisa y un pequeño beso mientras todo el mundo aplaudía como locos. Desvié mi mirada y desde el banquillo vi a Alice dedicandome un bello gesto, su dedo índice recorría su cuello diciendo: "Si ___ estás muerta"

Karen me sacó de mis pensamientos ridículos invitandome a cenar para celebrar la vistoria, yo solo podía rechazarlo no aguantaría ni diez segundos delante de la parejita feliz, y de esa loca asesina que sería capaz de arrancar todos mis cabellos uno por uno.

Teenage dirtbag | h.s |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora