Cap 15: Tú no, porfavor..

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Apenas había dormido una horas cuando mi madre entró a mi habitación dandome gritos.

-¡HIJA! ¡DESPIERTA DE UNA VEZ! HOY DÍA DE CHICAS.

-¿Qué? -froté mis ojos dando un largo bostezo-

-Pues que nos vamos de compras, tu padre se ha ido y en vez de quedarnos en casa podríamos pasar el día fuera. -sonrió-

-Vale mamá.

-En una hora salimos -salió apresurada del cuarto, con una sonrisa en la cara, ¿cómo decirla que no, que solo me apetecía dormir? no estará mal pasar un día con mamá, quizás hasta me venga bien-

Salí de la cama rumbo al baño, el agua caliente caía por todo mi cuerpo, como si un manto lo cubriera, era una de las mejores sensaciones que incluso te daba sueño. Sequé mi cabello que ahora estaba peor que antes, era muy frustrante esto, me pondré un gorro, cogí un jersey blanco, unos jeans negros y unas convers del mismo color que el jersey, cogí el bolso y apenas puse unas capas de rimel y un poco de base de maquillaje, ya que tenía unas pronunciadas ojeras que realmente odiaba.

-¿Estás lista? -dijo mi madre-

-Si, ya bajo -saludé a Ezra el cual me daba pena, desde que teníamos este "jardín" fuera, se pasaba más tiempo ahí solo que dando un paseo, ultimamente no estabamos mucho por casa, lo mínimo, y entre examenes y trabajos había pasado de él, y no, Ezra es mi mejor amigo y debía recompensarle- Adiós pequeño, volveremos pronto ¿si? -salió a despedirnos y se fue a su casita-

Mi madre aparcó y el motor paró, me había tirado todo el trayecto mirando por la ventana a ninguna parte, mi mente diambulaba, y todos los caminos de ella en vez de llegar a Roma, llegaban a Marcel, maldita sea, le replicaba a mi mente, tu no me falles como el inútil de mi corazón. Salimos de este y vaya, era un centro comercial digno de admirar, ni un solo tramo de el sin un ventanal, era pequeño comparado con los centros a los que iba antes de mudarme aquí, pero este era especial, un guardia te daba la bienvenida y te abría la puerta, miles de pequeñas fuentes lo rodeaban, y la vegetación era abundante, este sería el show de las superficiales de mis 'amigas' si vivieran aquí, vendrían hacerse fotos y publicarlas diciendo: que fea salgo :( y en realidad está pensando: oh, me encanta, pongo esto para que me suban la autoestima.                                                                                  Pero aquí no había nadie fuera y eso me daba esperanza en este lugar, mi madre me dio un codazo sacandome del mundo en el que estaba haciendo que entraramos en él, esperemos que por dentro no sea un caos, que la ropa este por los suelos, ni que la gente te empuje por conseguir comprar la ropa cinco minutos antes. Pero no, era un sitio lleno de gente, pero lleno de tranquilidad, la gente paseaba con bolsas o se tomaba un café en la primera cafetería que encontraban, esto era perfecto, pasas desapercibida aunque claro, aquí según mi madre viene gente de otros lugares, por tanto eres una desconocida cosa que me encantaba.

-¿Te gusta?

-Es perfecto mamá ¿empezamos? -le sonreí y dejó que una carcajada se escapara de sus labios, llevabamos como 2 minutos paradas mirando el panoráma-

-Preparados, listos, ya. -reimos y empezamos a entrar a las tiendas, mi madre era como una hermana mayor, teníamos los mismos gustos y aveces compartíamos alguna que otra prenda. Las tiendas eran las mismas a excepción de dos que pasaron a ser mis favoritas, me llevé media tienda, sin exagerar de cada una, justo la ropa que me gustaba la tenían ahí. Después de unas cuantas horas buscamos un restaurante, pero que fuera barato y además sirvieran una buena comida, y después de media hora buscando alguno que nos convenciera, divisé un pequeño restaurante que me llamó la atención, hacía esquina y era discreto, su cartel color pastel dando la bienvenida en francés le daba un aire familiar y sin dudarlo cogí a mi madre y la llevé allí.

Teenage dirtbag | h.s |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora