|13|: Familia Styles.

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Subí rápidamente a mi cuarto, no quería ir a esa maldita cena, ¿como podía mirarle tan siquiera a la cara? esto era peor que haber robado en una tienda y tener que volver al día siguiente. Mi madre estaba loca si creía que iba a ir, diré que estoy con la regla y además tengo miles de deberes, sí, definitivamente eso sería lo mejor.

Puse todos los libros sobre la mesa y un montón de folios, junté mis piernas al pecho haciendome la dolorida.

—¿Puedo pasar?

—S-Sí..

La puerta se abrió y mi madre se abalanzó sobre mí.

—Oh por dios, ¿qué pasa? no puedes ir con esa cara.

—Gracias mamá, es la única que tengo..

—¡Pero si estabas bien hace dos horas!

—Me ha bajado la regla, y además tengo miles de deberes..

—Nada que el maquillaje no pueda solucionar, te quiero ver lista en 30 minutos abajo –y cuando creía que nada podía ir peor antes de salir– y abre la bolsa que hay en el armario.

Mi madre salió y esperaba que eso no fuera un vestido horroroso con el que pareciera una monja de convento, pero no, era un vestido blanco con la espalda al aire y un escote en pico que dejaba ver algo de mi nefasta delantera pero sin enseñar demasiado, esto era demasiado, pero lo peor eran los tacones, que a mi gusto eran demasiado grandes. Nunca me había puesto tacones y era realmente difícil andar con 6 centímetros de más, ¡no puedo!, agarré unas sandalias negras y las guardé en un bolso, con esto no aguantaré ni diez minutos. Puse el maquillaje que encontré –que no era mucho– e hice lo que pude, añadí una fina ralla negra a mis ojos y unas enormes pestañas que incrementaban mi mirada, unos labios rojo carmín y deje mi pelo liso suelto.

Salí mientras mis padres me observaban con la boca en el suelo, era raro verme así pero ¿tanto?

—¿Nos vamos ya?

—Sí –asintió mi padre mientras mi madre me daba una cachetada en el trasero.

—¡Mamá!

***

El camino se me hacía bastante conocido, y llegamos demasiado pronto. Muy pronto, no quería salir del coche, ¿qué mierda me depararía la noche? nada bueno claro. Pero que maldita casualidad, su padre tenía que hacer tratos con la mía, oh claro, no exixte ninguna más, por dios.

Mi madre pulsó el timbre.

—Residencia Styles, ¿quién es? –dijo una voz dulce de caballero.

—Somos la familia __(ta) tenemos una cena con el señor Styles.

—Porsupuesto, pasen. -Y al pronunciar esas palabras, la puerta se abrió, dejando ver sus hermosas fuentes y todos los jardines perfectamente cortados. Un señor de alta edad asintió la cabeza con una gran sonrisa dandonos la bienvenida, mis ojos se abrieron como dos platos, la casa era perfecta, lujosa. Él nos dio paso a un gran salón con un piano de fondo y una gran serie de sillones, en el cual había una pareja, que al oirnos se levantó.

—Oh, buenas noches, __(nm) un placer tenerla de vuelta -dijo un señor de mediana edad, con buen poste y gran vocabulario, ¿y estos son los padres de Marcel? interrumpió mi subsconciente, verlo para creerlo-

—Buenas noches señor Styles, le presento a mi marido ___ (np) -se dieron la mano- y a mi hija __ (tn) -asentí con una sonrisa y este beso mi mano-

—Encantado, esta es mi mujer Anne -era una mujer de apariencia más joven y personalidad cariñosa-

—Encantada de pasar una velada con ustedes señores __(ta) -sonrió-  ahora se unirá nuestro hijo, aun no terminó  la tarea. -Já, excusas

Después de algunos minutos un camarero entró con unas bandejas de aperitivos y nos tomo nota de la bebida, yo en mi casa si quería beber tenía que mover mi trasero hasta el frigorífico, Marcel vive como un nerd pudiendo ser el más popular de todo el instituto, si la gente supiera esto le lamerían el culo..

—¿___ , verdad? -preguntó Anne-

—Si -sonreí-

—¿A qué instituto vas cariño? -cada vez me parecía más cariñosa-

—Yo voy al Windbers, es un buen instituto.

—¡Vaya! Mi hijo también va a ese instituto inpronunciable -reímos- ¿A qué curso vas?

—Este es mi último curso en el instituto, ya pasaré a bachiller, ¿y su hijo? -me hice la tonta"-

—Que casualidad, mi hijo también, se llama Marcel -al pronunciar esas palabras mi mente cayó en un suspiro eterno, en un estado de idiotez extrema, era su hijo, ¿por qué no aprendió los modales de sus padres? pero esta conversación fue interrumpida, unos fuertes pasos bajaban de las escaleras, giré cuando estos pararon y le vi allí, de pie observandonos, moviendo su cabello despeinado hacia atrás, sus gafas de pasta desaparecidas, dejando ver sus lindos ojos, una camisa blanca y un pantalón negro acompañado de unas botas que deliciosamente adornaban su cuerpo ¿MARCEL? Cómo puede alguien ser tan diferente, sus dos personalidades me confunden, ¿también era sexy aquí? ¿o sus padres le obligaron a parecer "normal"?, observaba cada parte de él, sin miedo a que me viera pero agradecí estar sentada, ahora mismo me sentía flaquear, pero Anne  rompió este incómo silencio.

—¡Marcel, ven! Voy a presentarte a los invitados -se levantó sonriendo y todos nos levantamos, acomodando mi vestido insegura- Esta es __(tm) Este es __(tp) y esta es la preciosa hija de ambos __ -mis mejillas empezaban a arder y él asintió con una sonrisa pícara-

La noche pasó y esto se me estaba haciendo pesado, incómodo, tenía a Marcel en frente y no paraba de mirarme, cada minuto acomodaba mi vestido y el reía, se le veía tan Christian Grey apoyado en este sillón de cuero negro, colocando su cabello, pero unos minutos más tarde  la cena interrumpió mi mente sucia ya que esta estaba servida, ya solo con los entrantes de antes estaba llena, si comía algo más mi vestido explotaría, mis padres y los de él se adelantaron dejandome sola con él, pero fui rápida y me levante, pero volvió a ganar agarrando mi cintura

—Deja de provocarme __, o yo mismo te quitaré ese vestido. -sus palabras erizaron mi piel, su aliento chocaba contra mi cuello, y su voz suave pero poderosa invadía todo mi cuerpo, pero me solté-

—Ni que necesitara tu ayuda.. -fui a la mesa oyendo una risa a mi paso-

La cena estaba deliciosa pero mi estómago me reclamaba que parara, al terminar fuimos al jardín, lo cual me encanto.

—Marcel, lleva a __ a conocer la casa, aqui os aburrireis. -dijo Anne-

—No, estoy bien aquí -respondí-

—Pero __ ¿no te gusta mi casa?

—No, no, es preciosa, no me malinterprete -sonreí-

—Entonces, Marcel, enseñasela -dijo contenta-

—Con gusto mamá -sonrió y se levantó ofreciendome la mano, la cual rechazé-

Cuando me di cuenta estabamos subiendo escaleras y volvió a ofrecerme la mano.

—Te he dicho que puedo sola. -miré al suelo-

—Te me haces demasiado difícil, pero eso me gusta, todas las visitas de mi padre terminan aquí.. -señaló con la cabeza  una habitación-

—Enseñame algo más de la casa -cambié del tema, mis mejillas volverían a arder como siguiera con esta conversación, y él lo sabía-

—Está bien -sonrió negando con la cabeza, recorrimos dos pasillos y llegamos a una puerta blanca el cual abrió, dejando ver una terraza cerrada más intima, llena de flores y aves, giré en el sitio, esto era magnífico, pero sus manos empezaron a acariciar mis caderas suavemente, mientras una música empezaba a sonar de fondo, el agarró mi cintura más fuerte , juntando nuestros cuerpos, sus pies empezaron a dibujar pasos sobre el suelo, haciendo que yo me moviera al compás, cerré los ojos, otro Marcel, otro lado oscuro entre miles, cada vez era todo más confuso, me agarró la mano haciendome girar, nuestras miradas unidas, mordí mi labio inferior, y me aferró más a él, su mano acariciaban mi mejilla sonrojada, quería sentirle de nuevo.. agarré su cabello, mi altura elevó gracias a la punta de mis pies e hice lo que deseaba hacer..

Teenage dirtbag | h.s |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora