Promesa

Capítulo 2: A Solas

Estuve todo el día pensando en el momento en que ensayaría con Momo, me preguntaba si se enojaría al darse cuenta de que de todas formas sé bailar, algunos dicen que lo hago bastante bien, pero siempre he sido muy autocrítica y siento que no es lo suficiente. Me gusta recibir el apoyo de la gente, pero no creo que sea para tanto. No es como que yo estuviera a la altura de ella, con lo mucho que me gusta bailar, le admiro mucho. Me alegra en demacía haber podido acercarme a ella, me siento como una fangirl, ella es tan talentosa y linda

- ¿Dahyun ssi?

-¿Eh?

- Te estaba llamando, ¿ocurre algo?

- N-no, sólo estaba pensando.

- He notado que sueles estar sola

- Ah si, es porque en realidad me gusta estarlo, me siento feliz y en paz.

- Siento interrumpir tu paz entonces chica tofu

- ¿Eh?

- Escuché de mis amigas que te dicen tofu, y pienso que va contigo, eres suave y blanca como tofu

- ¡Hey! no te burles de mi. No me interrumpes, siempre hay tiempo para estar a solas, claro que me gusta estar contigo

- ¿No será eso en realidad el porqué no eres tan cercana con nadie?

- Cierto, no lo había pensado. La costumbre, ahora que lo pones así, me siento un poco culpable

- Boba, eres muy agradable, todos te quieren aquí

- ¿Y cómo sabes eso?

- Pues eres graciosa, es imposible que no les agrades. Tienes carisma de idol

- ¿Tú crees?

- Por supuesto, ¿ya comiste? tengo hambre

- Tú siempre tienes hambre

Reí junto a ella, luego decidimos salir a comprar algo delicioso. Sabía que después de eso tendríamos que ensayar por lo que compré mucha comida para ella, así no se enojaría tanto conmigo, pensé. Lo malo es que quedó demasiado llena y fue peor. Cuando llegamos de regreso a la sala de ensayo que ahora estaba desocupada, su estómago le dolía y sentía que vomitaría si comenzaba a bailar, por lo que se sentó en el suelo y me miró sonriendo, pidiéndome que le enseñara cómo bailaba. Suspiré algo nerviosa, podía sentir como mis manos tiritaban, pero asentí y me armé de valor para comenzar a bailar.

- Waahh, nada mal, pensé que habías dicho que no sabías.

- Pero no soy tan buena como tú

- Sabes, tengo una idea, olvidémonos de esto por ahora, ya que no puedo moverme, vayamos a la sala de práctica de canto.

Me dijo sonriendo con el mejor de los ánimos, y yo todo el tiempo pensando que estaba molesta, si que es impredecible. La seguí y comenzamos a ensayar, no sé quién lo hacía de manera más desastroza. Desafinábamos con los altos, y nuestras voces no eran tan armoniosas como las de otras trainees.

- ¡No puedo con esto! ¿qué dirán las demás si nos escuchan? comenzarán a dudar si realmente somos dignas de estar aquí

- Babo, cada una tiene defectos, no porque unas tengan más años entrenando son mejores, sólo han tenido más tiempo para prepararse, nos falta experiencia, es eso

Me aseguró con calma, sus palabras siempre lograban reconfortarme

- Gracias Moguri

- ¿Moguri?