Capítulo 16: Más allá

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La seguí frunciendo el ceño, ¿qué le pasa? ¿quién se cree que es para tomarme así? le dije que no quiero oírla, es tan insistente, suspiré y solté su mano sentándome en su cama, cruzándome de brazos.

- Si vas a decir algo hazlo rápido.

Le dije con atropello, lo más rápido que pude, quería sacármela de encima.

- Está bien, espero que me escuches

De pronto se arrodilló frente mío, e hizo una reverencia completa. Aquel gesto me sorprendió, y quedé boquiabierta mirándola.

- ¿Qué haces?

- Quiero pedirte disculpas, y quiero ser sincera contigo

- Hazlo de una vez...

Dije algo irritada porque le daba tantas vueltas al asunto, aunque en realidad, me sentí algo conmovida porque hiciera eso.

- Cuando yo te vi por primera vez, me llamaste mucho la atención, y no mentiré, han habido muchas chicas que me llaman la atención. Pero cuando me acerqué a ti, quise conocerte mejor, y no coqueteé contigo, normalmente lo hago de inmediato, pero en su lugar, quería ser tu amiga. Yo no me fijo en mis amigas, es decir, Mina y Sana son guapas, pero no me atraen, ni me interesan. Pero no podía quitarte de mi cabeza, siempre estaba pendiente de ti, quería verte, estar cerca tuyo, el sentimiento dentro de mi era distinto. No era como cuando quería coquetear y jugar un rato, no era como cuando quería mucho a una amiga, era especial, y no lo entendía. Uno de esos días, comencé a bailar terrible, no sé si lo recuerdas, ese día realmente estaba deseando entender mis pensamientos, entender todas esas emociones que sentía al estar cerca de ti. Mi corazón se agitaba, me ponía nerviosa, y me sentía feliz, muy feliz estando cerca de ti. Entendí que tú eras aquella persona que tanto estuve buscando, a quien tanto esperé para darle un beso sincero, y entregarle mi todo, así como tener todo de ti. Me gustaste, como nadie jamás me había gustado. Los juegos se habían acabado, cada vez me sentía más feliz con estos sentimientos. Tú me correspondiste, recuerdo ese día como si hubiera sido ayer, me enamoré de ti, de todo lo que eres, de tus celos, tus mañas, ese lado gruñón tuyo que sólo muestras conmigo, y yo también comencé a mostrarme mucho más melosa y afectuosa, procuré serte fiel, leal, estar a tu dispocisión, y ser la mejor novia que pudieses tener a pesar de todos mis defectos. Lo siento mucho Dahyun, yo no quería herirte, de verdad, sé que soy una torpe, y que soy en exceso afectiva, intentaré mejorar eso eventualmente, pero tú eres todo para mi ahora, y no quiero que lo nuestro quede así...

Tomó mi mano, y por un largo tiempo, besó mis nudillos, yo suspiré, y alcé su rostro con mis dedos

- Si todo eso es verdad, ¿por qué no me lo dijiste antes?

- No te lo dije porque no quería decepcionarte, y lo de mis sentimientos por ti... no los dejé en claro, porque en mi cultura, cuando amas a alguien, se lo demuestras con actos, no con palabras

Entonces se levantó, me quedé mirándola, ella sacó algo de su bolsillo y sacó una pequeña caja, en la cual había un par de anillos, cada uno con una cadena. Tomó uno de estos y lo colocó en mi cuello, me quedé inmóvil, dejando que ella lo pusiera, sentí su respiración en mi cuello y no pude evitar sonreír al sentirla cerca.

- De todas formas, no podemos usar esto en público

- Lo sé, pero aún así, lo podemos usar aquí. Sé que aún dudas de mi, pero sinceramente, te amo mucho, Kim Dahyun

Me entregó la caja, esperando que yo le pusiera la cadena. Suspiré y la tomé en mis manos, mirándola, pensando en todo.

- Supongo que entonces fue realmente difícil para ti decirme todo esto, ya que no es lo que acostumbran en tu país, además de todo lo que pasó...

Ella asintió, mirándome algo apenada de que yo me lo pensara tanto, pero antes de pensar en ponérselo, me puse de pie, ya que ella es mucho más alta que yo, y de puntillas, capturé sus labios en un suave beso

- Me alegra que hicieras todo esto por mi... realmente siento que lo que dices es verdad

- ¿Confías en mi?

Asentí lentamente, mirándola a los ojos, ella sonrió, claramente ya más relajada, tomé sus manos que aún temblaban por los nervios y las acaricié

- Perdóname, fui muy precipitada, debí haberte escuchado

- No es tu culpa, siempre he sido una idiota, era obvio que pasaría...

- Eres una idiota, pero la idiota que yo amo.

Le sonreí, y finalmente, coloqué la cadena en su cuello. Me alegraba tanto saber la verdad, poder volver junto a la mujer que amo, todo esto ha sido tan confuso y a la vez tan maravilloso que siento que me estoy volviendo loca.

- Dahyun ah...

- ¿Qué pasa?

- ¿No me darías un beso?

Reí entredientes por la forma en que me lo pedía, incluso ella podía ser tierna a veces. Me acerqué a ella, pero se apresuró a tomar mi cintura y jalarme a sus brazos para besarme con fuerza. Cuando nos apartamos, la miré unos instantes, y sin pensarlo mucho, tomé su mano, llevándola hasta mi boca. Ella me miraba extasiada en lo que yo lamía sus dedos índice y anular. Mi larga lengua envolvió sus dedos, y ella en respuesta gimió, sonreí, lo estaba consiguiendo, se estaba excitando. Quité sus dedos de mi boca y la arrojé a la cama, revisé que la puerta estuviera cerrada, y comencé a desabotonar su camisa. Eran de esos benditos días en que ella usaba una, me encantaba cómo lucía en ellas. Pero cuando abrí por completo esta, noté que llevaba lencería con encaje, y entendí que ella era quien lo quiso en primer lugar, por lo que de seguro estaba mucho más deseosa de lo que yo imaginaba. Me acerqué a su oído y le susurré

- ¿Estaba dentro de tus planes tener sexo? tú nunca pierdes tiempo

- Contigo jamás perdería oportunidad si puedo.

Trató de colocarse sobre mi, pero la retuve, sosteniendo sus brazos

- Esta vez yo haré lo que quiera contigo, y tú te quedarás inmóvil.

Ella asintió obediente, victoriosa, le sonreí y mordí su oreja antes de apartarme de ella. Desabroché su sostén, y quité el resto de su ropa del paso. Repetí lo que ella me hizo esa vez, besé su cuello, lamí su clavícula, con la cual tenía un especial fijamiento últimamente, y bajé hasta sus pechos, mordí levemente sus pezones, con cuidado de no hacerle daño, sus gemidos ahogados me indicaban que eso le gustaba. De seguro estaba sorprendida, y lo estará aún más cuando sepa lo que quiero de ella.

¿Por qué Momo sabe tanto y yo no? necesito informarme. Encendí mi tablet que no usaba mucho, y vi de fondo mi foto con ella. No pude evitar sonreír. Abrí el internet en navegación de incógnito, nunca se sabe, alguien puede meterse en mis cosas. Entonces escribí en la barra de búsqueda, "tipos de sexo entre mujeres".

La mirada anhelante de Momo me indicaba que quería saber hasta donde llegaría, así que proseguí, algo nerviosa, pero confiada de mis conocimientos adquiridos. Coloqué mi rostro entre su entrepierna y separé sus muslos

- ¿Dahyun ssi? ¿qué pienas hac---

No dejé que acabara su pregunta, e introduje mi larga lengua en su intimidad, miré hacia su rostro y pude ver cómo mordía su labio con fuerza para reprimir su gemido, colocó sus manos sobre mi cabello desordenándolo un poco y presionando mi cabeza contra su intimidad. Como sea que esto se sienta, estoy segura de que ella lo sentirá el doble de lo normal, una ventaja a mi favor. Así puedo retribuir a mi novia por el placer concebido.

Teniendo en primer plano sus partes nobles, podía apreciar la belleza de estas, los pliegues, el tono, su delicada piel que parecía derretirse en mi boca, sus músculos que comenzaban a apretarse hasta que ella no resistió más y su cuerpo liberó más fluidos, que por cierto, tenían un sabor muy agradable, jamás lo había imaginado así. Ella me miró algo desorientada cuando me separé, sonriéndome con lujuria. Me acosté a su lado y besé suavemente su mejilla

- Tus labios están viscosos.

- Es tu culpa.

Ella se sonrojó, cosa que nunca le pasaba, otro logro, le he hecho sentir la vergüenza que ella siempre me hace sentir. Volteó e hizo algo que no esperaba, me besó. Pero ¿no que así está saboreando sus propios fluidos? no pareció importarle, y la verdad, besaba tan bien que no me importó más eso.

- ¿Dónde aprendiste todo eso?

- Posiblemente, de la misma forma en que tú lo hiciste.

- ¿Te he dicho alguna vez que tu lengua es una bendición?

Reí al oír eso, y noté en su mirada que aún no estaba conforme. A decir verdad, yo tampoco. Es realmente injusto que una sienta placer y la otra no, ¿no? debe haber un poco para ambas. Ya era de noche, pero eso no detuvo las rápidas manos de Momo, quien me había quitado todo lo que traía puesto antes de que siquiera lo procesara, e introdujo sus dedos dentro de mi. Cerré mis ojos y me dejé llevar por la grata sensación.

Cuando acabé ella me cubrió amorosamente con las sábanas, se abrazó a mi y me miró sonriendo

- Amor

La miré un tanto sorprendida porque me dijera así, pero a la vez me hizo sonreír

- ¿Dime?

- Quiero prometerte algo... yo no soy de hacer promesas, porque no me gusta decir cosas que sé que no cumpliré. Pero esto es algo que de verdad pienso hacer.

Tomó una de mis manos debajo de las sábanas y me miró a los ojos

- Prometo cuidar de ti y amarte, sin importar lo que pase

- ¿Me serás fiel?

- Si

- ¿Hasta que la muerte nos separe?

Bromeé, ella rió, besé su mejilla con delicadeza

- Gracias por hacer todo esto por mi, espero no decepcionarte. Mañana tenemos que filmar la elegante vida privada de Twice y ya es tarde, duérmete ¿si?

- Lo haré

y se aferró más a mi, aún sin dejar de mirarme

- No sabes cuańto había extrañado dormir abrazada a ti

- Boba

Sonreí y ambas nos quedamos dormidas. Me preguntaba cuánto duraría todo esto. ¿Seríamos capaces de seguir juntas aún con todo lo que nos rodea? sinceramente, mi pecho pide a gritos que sí. Sin embargo, aún quedaba explicarle todo esto a Jihyo, y peor aún, decírselo a JYP, es decir, se lo debemos, por todo lo que ha hecho por nosotras, lo mínimo es mostrarle respeto y confianza. Pero debo admitir que todo esto de hoy fue más allá de mis expectativas, como siempre, Moguri era mucho más de lo que podía imaginar.

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