Capítulo 32: El día del águila

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Hoy es el gran día, mi bella, bella novia está de cumpleaños. Por supuesto, nuestra apretada agenda no me permitió estar la mayor parte del día junto a ella, pero estaba feliz y es lo que importa. Aunque debo decir que sinceramente me incomoda mucho la cercanía de ella y Sana, nuevamente le dio un beso en su mejilla. Esos cachetes me pertenecen, son míos, sólo yo puedo besarlos y morderlos todo lo que quiera. Pero sé que son muy amigas y no puedo hacer nada contra eso, más porque yo también soy muy cariñosa con las demás.

Lo bueno de la restricción que nos dio JYP es que ahora nos hemos unido más a las demás miembros, empezamos a parecer más una familia y eso me alegra mucho. No fue hasta que volvimos a casa que todas pudieron darle a mi Dahyun sus regalos de cumpleaños, cuando Jeongyeon le entregó el suyo lucía nerviosa

- No lo abras aquí, es más bien un regalo para Momo por así decirlo, velo cuando estés a solas. Mi regalo para ti es dejarte mi habitación hoy ya que es un día especial

Reí un poco al oír eso, ¿será lo que yo creo que es? pero Dahyun le hizo caso y no lo abrió. Sana le regaló un peluche gigante, Mina le dio unos chocolates de Japón junto a una carta, pero supondré que no es nada romántico, espero. Nayeon y Jihyo en conjunto le dieron un cupón de suministro de choco pie por un año, Chae y Tzuyu un set de productos de aloe y sólo quedaba el mío. Ella me miró con expectativa, de seguro preguntándose qué le daría. Yo me excusé con las demás tomando de su mano y la llevé a mi habitación, cerrando la puerta detrás de nosotras. Apenas estando adentro ella abrió la caja y antes de que yo siquiera pudiera verla se escabulló hacia el baño.

Mientras tanto, me senté en la cama, sacando la caja ubicada debajo de esta, por un momento sentí vergüenza y nervios, preguntándome si esto le gustaría, sé que he inculcado muchas cosas en su mente este tiempo, pero realmente necesito que le guste. Es decir, son mis gustos, espero que ella los entienda.

Al salir del baño noté que tenía puesta lencería con encaje, era color celeste, su cabello con mechas de colores le quitaba toda la seriedad al asunto.

- En Corea aún eres menor de edad, y lo pareces. Pero estás tan linda, te ves tierna y me dan ganas de--

- Hazlo, pero antes, ¿qué es tu regalo?

- Ya lo verás.

Le sonreí, y me puse de pie abrazándola y capturé sus labios, disfrutando de su lengua dentro de mi boca mientras yo acariciaba su espalda hasta alcanzar a desabrochar su sostén. Una vez que los dejó caer me quitó mi ropa, mirándome fijamente se detuvo unos instantes

- Dije que sería más honesta contigo, creo que debo serlo contigo, jamás lo he dicho, pero me encanta tu cuerpo, gracias a que haces tanto ejercicio tu trasero es perfectamente redondo y firme, y tus pechos también están bien proporcionados, tu abdomen marcado... tus piernas... ver tu cuerpo desnudo ya es suficiente para mi, no necesito que me des nada más.

Para mi sorpresa, metió sus manos entre mi ropa mientras decía eso, apretando mis nalgas con fuerza

- Ahh... ¿tanto te gusta?

Gemí sin querer, ella asintió y me quitó el short junto a mi ropa interior, mirando mi retaguardia. Admito que el que ella me mire de esa forma me excita, pero no se supone que sea así, soy yo la que debe hacerle sentir débil y caer a mis pies el día de hoy. La llevé hasta la cama y le hice colocarse sobre sus extremidades, exponiendo sus partes privadas ante mi, abrí la caja con su regalo, lo encendí y lo coloqué sobre su clítoris

- Ahhmm...¿un vibrador?

Gimió pronto intentando callarse al sentirlo, sonreí contenta con su reacción, más cuando noté que sus fluidos estaban empapando el aparato.

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