Promesa

Capítulo 37: Mi novia

Miré su carita de bebé, enternecida por ella, me acerqué para abrazarla, apegando mi mejilla a la suya. Ella sonrió, luego besé y mordí su mejilla

- ¿por qué te gusta tanto morderme?

- eres muy suavesita amor, me dan ganas de comerte

Bromeé, ella volteó su rostro y besó mis labios, yo sonreí y le correspondí

- ¿Mañana te irás a la isla Jeju no? con Nayeon

- Ah si, te extrañaré

- Por eso dejas que me ponga tan cariñosa

- Si, además, me siento a gusto contigo

Me dijo con una alegre sonrisa, aferrándose a mis brazos, no pude evitar sonreír y besar su frente

- Moguri..

Murmuró en una voz suave e infantil, yo la imité, siguiéndole el juego

- ¿Qué pasa bebé?

- Te amo mucho.

- Y yo a ti, pero es sólo un viaje, ya volveremos a estar juntas

- Lo sé, pero me estoy volviendo muy dependiente, me gustan mucho tus cariños

Besó mi mejilla, yo capturé sus labios, bajé a su cuello y luego la abracé fuertemente

- Yo seguiré aquí cuando vuelvas, y seguiremos viviendo juntas por mucho tiempo más, no te pongas triste porque no nos veremos un tiempo

- P-pero... ¿y si te aburres de que no nos veamos mucho? ¿y si decides que es mejor no seguir juntas?

- No quiero eso boba, es más, yo debería ser quien se queja de eso, tú eres la que nunca entiende bien sus propios sentimientos

- ¡Si los entiendo! quiero estar contigo todo el tiempo, eso pasa, sabes como soy, no me gusta estar cerca de la gente por mucho tiempo porque todos se apegan a mi, pero soy yo quien se está apegando, siento que te vas a cansar de eso

Suspiré, y me aparté de ella, mirando su dulce carita, cuyos labios ahora formaban un puchero. Levanté mi mano, acariciando su cabello con suavidad, pude notar que sus ojos brillaban con ilusión mientras me miraba
- Jamás me cansaría de ti, por muy infantil que te pongas, con todos tus reclamos, tus mañas, tus celos y tu cariño excesivo. Jamás me cansaría, porque eres tierna y eso es lo que me enamoró de ti.

- ¿Soy tierna? ¿segura?

Asentí medio riendo al ver que ahora sonreía, ¿cómo quiere que no piense que es tierna cuando se pone así? besé su frente, luego sostuve sus suaves mejillas con mis manos, apretándolas un poco
- ¿Por eso siempre me aplastas la cara?

- No te aplasto, te hago cariño, te aprieto un poco, es que me encantan tus mejillas

Reí ligeramente, y acaricié con más calma su rostro, para que ella se sintiera más a gusto con mis cariños, luego acaricié debajo de su mentón, ella estiró su cuello dejando que lo hiciera, parecía un gatito y no pude evitar reír

- ¡Eres tan adorable!

- ¿Ah si? ¿cuánto?

- Como un pequeño gatito

- Pero puedo ser sexy también ¿sabes?

Hizo un gesto con su cabello hacia atrás, luciéndose para mi, su expresión ahora era seria, supongo que intenta seducirme, pero no pude evitar estallar en risa con aquel gesto

- ¡Ya! ¡eres cruel!

- ¡lo siento amor! es que me pareció muy lindo y tierno que hicieras eso por mi