Un hijo para Sasuke

724 58 19
                                    

Desde muy jóvenes, los hermanos Uchiha habían sido codiciados por las mujeres y las razones iban desde que la familia Uchiha tenía un gran prestigio en el mundo, sin mencionar muchos millones en los bancos y por si fuera poco, ambos hermanitos habían recibido los mejores genes de la familia. Sin duda, podrían tener a casi cualquier mujer que ellos eligieran.

El problema era que, con el pasar del tiempo, Sasuke había descubierto que en realidad, no valía la pena enredarse con ninguna mujer, pues aunque ésta fuera de buena posición, siempre terminaban yendo tras la fortuna Uchiha. A sus ojos, todas esas mujeres eran como prostitutas, o mejor dicho, eran peor que ellas, al menos las primeras solían hacerlo por supervivencia, las demás sólo lo hacían por verse bien en sociedad, y qué mejor que buscar a alguien agradable físicamente para su cometido.

Las cosas parecían ir bien, pero la muerte es algo impredecible y afecta a cualquiera. Si, Fugaku y Mikoto Uchiha murieron por un accidente se dijo al principio, aunque más tarde se descubrió que fue planeado por los enemigos de la compañía. La noticia afectó en demasía a un Sasuke de diecinueve años.

El menor de los Uchiha se volvió bastante frívolo tras el suceso y eso, que había calmado su temperamento cuando al fin arrestaron a los culpables, pero... la pérdida de sus padres, sólo apagó cualquier esperanza de amor. Es decir, él había hecho a un lado las ideas amorosas porque tenía otras metas, además del tipo de mujeres que conocía, pero saber que sus padres se amaban, le daba la esperanza de encontrar a alguien y poder formas una familia, una de sus metas en la vida.

Pasaron dos años desde el fatal suceso, donde, tras tomar el puesto como jefe de la empresa familiar, Uchiha decidió que la falta del amor de una mujer, no le obstruiría el paso a tener una familia, él buscaría una alternativa. Claro, puede que el dinero no lo compre todo, pero con él, pudo buscar opciones.

Parte de los movimientos monetarios que realizaba la familia Uchiha, era la de financiar cinco becas a estudiantes de alto rendimiento y si alguno de los becarios tomaba una carrera que le sirviera a la empresa y lo veían óptimo para el trabajo, lo contrataban tras salir de la universidad.

Sasuke, como presidente, debía asistir a una ceremonia donde se otorgaban las becas y se renovaban las ya dadas, y precisamente el día en que se realizaría la ceremonia, uno de sus mejores amigos le llevaría la información para aquello que el azabache deseaba. Como estaba tan ansioso de conocer los datos, hizo hablar a Suigetsu antes de la ceremonia, pese a que Hozuki le había pedido que esperara.

—Hay dos opciones, puedes adoptar o buscar una donadora y rentar un vientre, pero hay inconvenientes con ambas opciones. Estuve investigando sobre la adopción y es difícil encontrar bebés, además, que, aunque decidas adoptar a un niño mayor, aquí en el país no hay casa hogar que no pida como requisito que sea una pareja casada y estable la que adopte. Hay otros países que lo permiten, pero solicitarán tu presencia durante cierto periodo en el país y por como están las cosas, no creo que haya tiempo de que puedas hacer eso —notó el malhumor de parte de Uchiha y sonrió, pues sabía que se impacientaba por conocer el resto— Encontrar donadoras o quien rente su vientre no es difícil, incluso las mismas donadoras suelen rentar su cuerpo, incluso hay agencias para eso, pero el problema es, que hay veces que las mujeres se arrepienten y prefieren quedarse con el niño, pese a los acuerdos, en una corte se le da preferencia a la madre. Es arriesgado apostarle a eso, sin mencionar que teniendo tu posición, habrá quien quiera aprovecharse de eso. Si me lo preguntas, esperaría a tomar vacaciones e ir a adoptar a otro lado, con suerte, encontrarás un bebé.

Pese a su deseo de querer convertirse en padre lo antes posible, lo más seguro era la adopción, incluso pensó en organizar una boda fingida para no tener que esperar las dichosas vacaciones, pero aunque tenía candidatas al por mayor, se arriesgaba de nuevo a que intentaran sacarle todo el dinero posible. No es que él fuera avaro, pero si iba a dar dinero, no sería a gente de esa calaña.

—Buenas tardes —llego una adolescente en uniforme, sin duda alguna, era una de las becarias— Perdonen la interrupción.

—No deberías estar aquí...

—Lo sé y me disculpo, especialmente porque oí lo que no debía —respondió al albino, mientras era asediada por la mirada del azabache— Me llamo Seidou Karin y si me lo permiten, tal vez pueda ayudarle en su problema.

—¿Cómo lo harás? ¿Conoces a alguien?

—Yo me ofrezco como donadora y para llevar al niño —sorprendió a ambos adultos— Sé que el pago es bueno.

—¿Y para qué querrías tu ese dinero?

—En mi familia soy la mayor, pero la beca de la fundación Uchiha evita que tome algún trabajo, me gustaría apoyar en casa económicamente.

—No tienes edad para ofrecerte —intervino Uchiha tomando paso a marcharse— Además, si oíste la conversación, sabes los riesgos.

—No soy mayor de edad pero puedo hacerlo —vedó el pasó del azabache— Conmigo tiene garantizado que tendrá al bebé —hubo una pausa y ella se quitó del camino— Al menos prométame que lo pensará.

Sasuke no dijo nada y se fue. Un minuto después se dio a inicio a la ceremonia de becarios y al terminar, él se fue, sin siquiera voltear a ver a la pelirroja que había estado al pendiente de él.

Quiso olvidar por completo a aquella chica tan osada, pero durante dos días, la imagen de la adolescente no dejaba de venirle a la mente. Le sorprendía que a tan corta edad se atreviera a ofrecerse para algo como eso y lo único que se le ocurría, era que aquella chiquilla, era como las otras mujeres que conocía. Pero, no, algo no lo convencía de ese pensar, pues la mirada de aquella estudiante no era como la de las demás. No pudo quitarse aquella inquietud y decidió investigar a la becaria.

—¿No estarás considerando de verdad su propuesta o sí? —Llegó Suigetsu entregando un folder con la información— Te recuerdo que eso no es benéfico para tu imagen.

Ignoró las palabras de su amigo y se dedicó a checar la información, no sin antes correr del lugar a Hozuki, quien molestó, obedeció.

Si bien ahora Sasuke conocía la realidad sobre la joven, ahora había algo que no podía explicarse: ¿Por qué teniendo semejante situación, no intentó convencerlo de ayudarla? Karin era la mayor de tres hermanos, vivía con su madre y su madre era la que le procuraba los recursos a la familia, pero hacía tres días, la señora había sido internada al hospital por un tumor en el cerebro. Necesitaba de una operación para salvarse y no tenía mucho tiempo. Claro, en un principio le indignó saber que la chica prefería ofrecerse de esa forma antes que renunciar a la beca, le parecía algo egoísta, pero antes de acabar el día, Suigetsu le llamó diciendo que la chica estaba haciendo los trámites para renunciar a los beneficios de la beca.

La situación de la chica le dio vueltas la cabeza toda la noche y por primera vez en mucho tiempo, aunque no quisiera aceptarlo, sentía la esperanza de que el amor si existía, y la prueba era esa chica tan joven que estaba buscando la forma de sacar adelante a su familia. Empero, aún le confundía las acciones de la pelirroja.

Padre solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora