Un nuevo Uchiha

1.9K 85 33
                                    

Ésta nueva historia que les traigo fue un pedido hecho por mi querida YomiYami, no sé si esté inscrita aquí, pero quise compartir ésta historia con ustedes. Originalmente ya había elegido una pareja para Sasuke, pero en cierto punto, Yomi me pidió usar un OC y bueno lo hice en UFF, pero quise traerles la primera versión, que espero les guste, así que pronto verán a la madre original del retoño de Sasu.

Cada capítulo, va entrelazado, así que no se sorprendan si en un capítulo hablo de una cosa, y luego de otra.

Sin más que decir, sólo que, la imagen que tiene de portada, es el origen del fic, los dejo con el primer capítulo e invitándolos echar un vistazo a mi perfil n.n

Un nuevo Uchiha

Era una junta importante la que ahí se desarrollaba, sin duda, lo que se decidiera en ella, cambiaría el futuro de la empresa Uchiha drásticamente. Empero, la atención de todos, aunque no quisieran, estaba enfocada en la figura del presidente de la empresa, y no precisamente porque él dictaminaría a lo que se haría o no, sino más bien, porque en sus brazos llevaba a un recién nacido que de vez en cuando balbuceaba. Eso sin mencionar, que desde que Sasuke llegó con el pequeño, lloraba cada dos horas y mediA y con suerte, cada tres. Nadie discutía que ese niño tenía grandes pulmones, pues pese a que el azabache no tardaba en darle el biberón, el tiempo que le tomaba en taparle la boca, estresaba a todo el mundo.

Nadie se atrevió a cuestionar al jefe, a pesar que a todos en la empresa les daba curiosidad de saber de quién era el niño y el por qué Sasuke lo llevó a la oficina. Pero la curiosidad aumentó al doble cuando Naruto, uno de los mejores amigos de Uchiha, logró sacarle parte de la verdad frente de todos. Si, ese niño sorprendentemente era su hijo pero ¿y la madre? Nadie le conocía novia o con quien estuviese comprometido y claro que ello, hacía un escándalo en el lugar.

Esa era la razón por la cual, todos en la sala de reuniones miraba la escena paternal, tratando de buscar alguna respuesta. La curiosidad era tal que muchos ya ni siquiera eran discretos.

—¿Seguirá con la explicación o permanecerá callado por más tiempo?

Llamó la atención del expositor que hacía pausas cada vez que el bebé balbuceaba, aunque no era el único. Para esas horas del día —pasadas de la 1:00 p.m. —, la curiosidad de todo el mundo era tal, que habían olvidado la discreción. Cuando oyeron la imponente voz de Uchiha dieron un salto y desviaron las miradas en distintas direcciones.

Pasó una semana en la que Sasuke llevó al infante a la empresa, todos lo miraban con el niño en brazos o meciéndolo en una cuna que había mandado a traer dentro de su oficina. La escena era inusual, especialmente porque, a diferencia de cualquier otra persona que ve a un recién nacido con alegría e ilusión, Uchiha mantenía una mirada fría e indiferente.

Sin embargo, hay que aclarar que lo que veían los empleados en el trabajo tan sólo eran escenas superficiales, pues el azabache, estando a solas dentro de su oficina o en casa, el cuadro era muy distinto. Bastaba con ver al padre levantarse por las madrugadas a alimentar al pequeño o estando con él en la oficina, la forma en que lo miraba dormir.

—Me encargaré bien de ti... —Murmuró Uchiha al pequeño mientras pasaba con delicadeza su mano por las mejillas del infante. Su frase no fue pronunciada por completo al oír abrirse la puerta de su oficina— ¿Quién...?

—¿Y cómo lo harás sin ayuda? No puedes pasarte toda la vida callando a los empleados cuando duerma o haciendo esperar a los clientes cuando necesite un cambio de pañales—Itachi entró al lugar cerrando la puerta tras de sí, esbozó una sonrisa— ¿Al fin me explicarás todo este asunto de tu hijo? Al menos así podríamos buscar una solución a todo esto.

Sasuke frunció el ceño, no había sido avisado de la llegada de su hermano, y estaba seguro que no era culpa de nadie más que de Itachi, pues él solía llegar de esa forma sólo para molestarlo. Sin mencionar el hecho de que podía deducir de su comentario, que no creyera que el niño fuera suyo.

—No son cosas que se discutan en este lugar —se alejó de la cuna tomando asiento detrás del escritorio—Mejor dime ¿qué haces aquí?

—¿Hay algo de malo? —rió por lo bajo— Decidí darme vacaciones.

—¿En estos momentos? Itachi, aún nos falta...

—Tranquilo, tengo a alguien trabajando en ello. Además, quería saber si era verdad lo que me decías por teléfono —se acercó a la cuna, no sin recibir una amenaza con la mirada de parte de su hermano menor, al pendiente de que el niño no fuera molestado— ¿Cuánto tiempo tiene? ¿Ya lo registraste? ¿Cómo se llama?

Uchiha mayor no dejaba de mirar al pequeño dormir con una sonrisa, era el tipo de mirada que cualquier otra persona dirigiría a un bebé, además, la mirada tenía especial ternura, pues el niño le recordaba en demasía a Sasuke recién nacido.

Por otro lado, el azabache menor se irritaba cada vez más, especialmente por las múltiples cuestiones de su hermano, además de su presencia. Ello le hacía pensar que Itachi no lo creía lo suficientemente responsable para criar al niño.

—Espero que sea de fiar —se refirió al primer comentario de su sangre e hizo una pausa —Estaba hablando muy enserio cuando lo hablamos —tomó unos papeles que comenzó a ordenar para no exteriorizar su enfado—Se llama Kisho, Uchiha Kisho y ya está registrado. Mañana cumple diez días de nacido.

Itachi miró su reloj y al conocer la hora, tomó al niño entre sus brazos haciendo que su hermano se levantara de un salto de la silla. Sasuke lo miró con dureza.

—Es hora de la comida, vamos a algún lado y cuéntame sobre la madre —notó que la mención de la susodicha irritó más –si se podía— a su hermano. El menor quiso quitar al infante de brazos de familiar, pero éste no lo dejó y se encaminó a la salida—No seas envidioso hermanito, yo soy su tío, también quiero cargarlo.

Itachi salió con el niño en brazos, mientras Sasuke tomó a toda prisa su saco y salió tras de él.

—¡No vayas a despertarlo!

—Tú lo despertarás con tus gritos.

Ambos hermanos se fueron siendo seguidos por la mirada de todos, pues pese a que su curiosidad respecto al niño seguía a flor de piel, lo que los tenía más sorprendidos, era que por primera vez veían a ese niño en brazos de alguien más que no fuera el Uchiha menor, ni siquiera Naruto había sido capaz de convencer a Sasuke de que le permitiera cargar al niño, y es que aunque no conocían al reciente padre en todas sus facetas paternas, todos estaban de acuerdo en que era sobreprotector.

—Itachi, dame a Kisho, no sabes cargarlo.

Se oía la voz del Uchiha menor con reproche mientras seguía al aludido por los pasillos de la empresa. Por desgracia, no alcanzó al hombre antes de que el elevador se cerrara, claro, eso no lo detuvo y bajó corriendo por las escaleras. Ahí sí que lo atrapó, pero su pariente logró evadirlo para continuar adelante.

—¿Qué no sé cargarlo? Te cargué a ti todo el tiempo.

La persecución siguió y termino hasta llegar al auto de Sasuke, las miradas no se quitaron de ellos hasta que se perdieron en el camino.

No todos oyeron el nombre del niño, pero en menos de cinco minutos todos los empleados ya lo sabían. Confiaban que la presencia del mayor de los hermanos les daría más pistas del origen de Kisho, si no es que toda la historia.

Lo que si fue seguro, es que la actitud de su jefe cambio, que si bien no era la más sensible y conmovedora, de menos ya dejaba ver una que otra mirada cálida hacia el bebé enfrente de los demás.

Padre solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora