Convivencia

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"...en mi última ida al sanitario, vi al señor Uchiha muy cerca de donde me encontraba."

Karin evitó entrar en detalles, no sólo por la desconfianza que aún sentía por su interlocutor, sino también porque muchas de las cosas que podría contar, fueron muy personales en aquél entonces, y aunque ya no significaban lo mismo, no podía evitar cierta vergüenza.

Hacía dos años atrás, Karin había sido nueva becaria, apenas contaba con doce años cuando viera por primera vez a Uchiha Sasuke en persona, pues de menos, ya lo habría visto una o dos veces por televisión. En esa primera ceremonia, sería la primera vez que se vieran, y Karin jamás pudo borrarlo de su memoria ¿la razón? Desde que tenía memoria, Karin se dedicaba a ayudar a su madre a sacar a sus hermanos adelante, por lo que nunca se permitió ningún tipo de distracción. Aprovechaba cada esfuerzo que su madre hacía por ella, y saliendo de clases, cuidaba de sus hermanos, sin oportunidades de salir con amigos, o permitirse un amor inocente. Debido a ello, en la escuela, ella era muy solitaria, difícilmente congeniaba con alguien, pero a ella no le importaba.

A causa de su propia decisión de alejarse del resto de sus compañeros, había optado por quedarse sólo como amiga y niñera de sus hermanos, y en cuanto al amor, lo compensaba con amores platónicos que nunca iban más allá de algunos suspiros y a veces fantasías. Fue ahí donde la pelirroja escribió el nombre de Uchiha Sasuke en su memoria, y es que, al verlo por primera vez en persona, llamó su atención. Para ella, él era como un artista famoso, y ella sería su fan.

El día en que ella se ofreciera como voluntaria con Sasuke, se había acercado a él a escondidas cuando lo vio al salir del sanitario. Ella sólo esperaba verlo de cerca por última vez, dado que renunciaría a la beca, y fue entonces que oyó sin quererlo, la conversación que sostenía con Suigetsu. Al principio, no dio importancia a lo que estaba oyendo, pero pronto llegó a su mente una idea que le daría la oportunidad, no sólo de hablar con él, sino principalmente, de ayudar a su madre.

"Se me ocurrió que sería más fácil para mi renunciar a la beca si hablaba con él fuera de la vista del público, y no dudé en acercarme. Sin embargo, noté que había una charla muy seria, pero no quería desperdiciar la oportunidad, así que decidí esperar a que se desocupara para abordarlo en la primera oportunidad. Me quedé muy cerca de donde hablaban, y alcancé a oír lo que decían, mi menté trajo a mí una idea, y mientras fuera por mi madre, ni siquiera lo pensé.

Al principio, él rechazó mi oferta, y cualquier ánimo de renunciar a la beca, lo había perdido, más aún, porque de un momento a otro vi una esperanza, pero así como llegó, se fue en la negativa de él."

En el momento que Karin intercambió palabras con Sasuke, cualquier rastro de amor platónico se había ido, principalmente por la esperanza que ella comenzaba a albergar por su familia. Al recibir la negativa, no supo que sentir por él. Lo único que llegó a su mente fue una frase que había escuchado en la escuela: "Jamás conozcas a tu ídolo en persona, a menos que quieras decepcionarte". Pero no era el caso de la pelirroja.

Relató a Itachi sin muchos detalles, lo que ocurrió a partir de conocer a Sasuke, eso, sin decirle lo que pensaba de él antes de ofrecerse voluntaria; ni decirle que, después de las reuniones que tuvieron, en las que ella intentó convencerlo, comenzaba a ver a Sasuke como si fuera cualquier otra persona, eliminándose, cualquier ápice de amor platónico; ni mencionó por error lo que él tuvo que hacer para que ella desistiera de ser tomada; ni mucho menos dijo, que fue después de ello, que Seidou comenzó a sentir respeto por él.

"Desde que firmamos el acuerdo, el señor Uchiha cumplió en todo con su palabra, aunque no puedo negar que me sentía incómoda en el médico.

Me costó trabajo hacerle creer a mi madre lo que el señor Uchiha hacía por nosotros, especialmente porque ella no sabía lo que yo haría a cambio, pero gracias a una carta que le solicité a su hermano, y una visita del señor Suigetsu para hablar con mi madre, pudo quedarse tranquila, y aceptó que tomara el supuesto viaje que me daría la beca.

Padre solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora