Hablar con la verdad

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Mientras Sasuke se encontraba de copiloto de camino a su casa, no podía dejar de pensar en lo que Itachi y Karin habían dicho, pues aunque no quería admitirlo era verdad, no podía seguir mintiéndole a su hijo, y no cayó en cuenta de ello hasta que lo vio llorando suplicando para que Karin no lo dejara. Jamás había visto sufrir así a su hijo, y al reflexionar que hacer la mentira más grande y/o prolongada le haría más daño cuando tuviera que decirle la verdad, decidió que lo mejor era cortar todo aquello de una buena vez. Lo único que de verdad lamentaba, era que a pesar de todo Kisho sufriría.

Echó un vistazo al espejo retrovisor donde pudo ver a Kisho que se había quedado dormido, mientras Karin lo acunaba entre sus brazos mirándolo con... ¿ternura? No, sacudió sus pensamientos y se dedicó a reflexionar cómo le explicaría las cosas a su hijo –sin entrar en detalles claro está− tratando de dar la noticia lo más suave posible.

Al llegar a la mansión y tras dejar a Kisho dormido en su habitación, Sasuke pidió hablar con Karin. Lo que le sorprendió fue que su hermano lo aceptara sin insistir estar presente, así que sin rodeos le pidió el contrato de anulación a la pelirroja.

−¿Se arrepintió? –cuestionó ella con enfado− No...

−Dámelo –ordenó con frivolidad.

−¡Es un hombre terrible! ¿Cómo puede arrepentirse a éstas alturas? –reclamó Karin con enfado, entregando el papel− Primero lo ilusiona con mi presencia y ahora me bota de su vida sin siquiera permitir el adiós. ¿De verdad quiere a Kisho?

Sasuke no se retractaba de librarla del contrato, es más, pensaba que lo mejor era cortar todo lazo con ella, pues después de decirle la verdad a su hijo, no le parecía sano que se encontraran si quiera por casualidad. Sin embargo, los reclamos de la pelirroja le sorprendieron, pues no estaba apelando por el asunto del contrato, sino por el niño. Pero lo que verdaderamente lo impresionó fue oírla decir el nombre de su hijo.

Desde el reencuentro, Sasuke notó que Karin siempre se dirigía a Kisho como "el niño", manteniendo la distancia emocional, incluso recordaba sentirse enfadado por ello pese al tiempo transcurrido en que ya había tenido claro que ella no tenía interés por su hijo y por primera vez no sólo la oía alegar en favor de Kisho, sino que la oía llamarlo por su nombre. Firmo el papel.

−Ya no es necesario que vengas ni que le llames –le extendió el papel dejando y notó el desconcierto de la pelirroja. Inconscientemente los celos de la tarde y el enojo de años salieron a flote, pues Karin le había reclamado como si ella estuviera preocupada por Kisho, siendo que no había hecho el menor intento de volverlo a ver hasta que él la buscó. Ahora parecía que se sentía con derechos− Lo que pase con mi hijo ya no te incumbe.

−¡¿Será capaz de lastimarlo de esa forma?! –ella volvió a reaccionar furiosa aventando el papel de un manotazo− ¡Es un niño que...!

−No quisiste cuando pudiste reclamarlo, así que no es tu problema, vete –interrumpió Sasuke inexpresivo pese al enojo que contenía dentro de si− Lo que pase con mi hijo es mi problema.

Por un momento Karin pareció en shock, pero de repente salió a toda prisa de la oficina dejando a Sasuke enojado, y al mismo tiempo pensativo. Ella estaba actuando como si le importara Kisho ¿qué buscaba ella? ¿Había interés monetario? ¿Sólo quería hacerse la interesante? ¿O existía la lejana posibilidad de que el haber hablado con Kisho le ablandara el corazón?

Mientras reflexionaba posibilidades, oyó la voz de Itachi tratando de detener a Karin, que si bien no le cayó en gracia, salió corriendo de la oficina cuando la voz que oyó fue la de su hijo suplicando porque su madre se quedara con él.

Padre solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora