Los pocos rayos del sol se hicieron presente en el panorama, todavía llovía pero con menos intensidad. No logre conciliar el sueño aun con el agotamiento en mi cuerpo, me mantuve lo que restaba de la noche atenta de que alguna complicación se presentara la cual no apareció sino al momento del amanecer.
Los disparos de unas armas se escucharon no muy lejos de aquí, unas cuantas personas pasaron por el callejón al costado del edificio, el sonido de sus botas contra el pavimento resonaran en mis oídos para luego escuchar unas más desalineadas y desastrosas que las anteriores, un grupo diminuto de Parabytes les pisaba los talones. Comenzaron a correr más rápido desapareciendo de mi campo de visión en pocos segundos.
Me levante lo más rápido que pude tambaleando un poco al instante, camine hasta la esquina en que dormían a los que hacía llamar compañeros. Ethan balbuceaba un par de cosas apretando con fuerza el cojín entre sus manos, y Artemis, pues podría jurar que estaba muerta de no ser por su respiración. Tome un jarrón de cristal que se encontraba en una mesa pequeña al costado para luego dejarla caer sin cuidado al suelo.
Ethan se levantó de un brinco y tomo su arma entre ambas manos, la rubia solo se sentó en el mueble para apreciar el jarrón en el suelo y después mirarme de reojo.
—Qué manera tan convencional para despertarnos — hablo la joven en cuestión pasando su mano por su cabellera y bostezando sin pena, Ethan gruño y se lanzó de nuevo al mueble mientras se restregaba toda la cara.
—No es momento para dormir — ambos se levantaron de sus cómodos sillones y tomaron las cosas que habían dejado no muy lejos de ellos — Escuche unos disparos por el callejón de al lado — me gire en mis talones, me encamine hasta la ventana que daban a las escaleras— Creo que entraron al edificio, no es la mejor opción bajar por aquí - abrí la ventana.
—Pero podríamos toparnos con los otros, si volvemos por las escaleras del interior— concluyo Ethan, solo asentí.
Salí por la ventana con mucho cuidado de no hacer demasiado ruido. Artemis fue la siguiente en salir y por ultimo Ethan quien cayendo sin cuidado alguno generando un estruendo, lo reprendí solo con la mirada y el pronuncio un -lo siento- casi inaudible. Me asome por el pasillo de las escaleras, el callejón se encontraba vacío hasta donde llegaba ver puesto que la neblina y la lluvia no me ayudaban mucho. Bajamos lo más rápido que pudimos con paso ligero, aunque Ethan seguía haciendo el ruido suficiente como para que un Parabyte lo notara.
Al llegar a la última plataforma notamos que las escaleras del final que se deslizaban manualmente estaban en el suelo, la única manera seria saltando pero yo no quería arriesgarme a hacer más ruido.
Tome el gancho del arpón y lo sujete a la barandilla de un costado, tome la cuerda y con sumo cuidado baje por ella, luego Ethan y por ultimo Artemis soltando la cuerda del tubo de metal. Seguimos caminando por el callejón hasta la entrada de este, me detuve en la esquina y me asome para cerciorarme de que estaba seguro, varios cuerpos de infectados yacían en el suelo no muy lejos de la entrada sellada, no habría manera de entrar por allí sin llamar la atención del otro grupo, o aun peor de algún Parabyte que rondara cerca.
Tenía planeado capturar a ese grupo para no llegar con las manos vacías a Simone, estábamos en problemas por culpa de dejar en medio de la nada a los caballos - además de que el corcel de Artemis fue comido vivo- así que intentaría remediarlo con algo un poco mejor.
A el consejo no le gustan los forastero así que lo mejor sería atraparlos, me devolví unos pasos y localice una ventana no muy alta, uní mis manos y les hice señas a los chicos para que tomaran impulso y subieran hasta el ventanal, no muy convencidos accedieron y ejercieron el salto de mis manos al borde de la cristalera. Por ultimo subí con ayuda de Ethan quien tomo una de mis manos en cuando salte.
—Iremos despacio —me agache y ambos me imitaron. Había un joven en la recepción, y los demás hombres estaban en las demás habitación un poco lejanas –tal parece, registrando el lugar-. Llegamos a la entrada de la habitación en la que nos encontrábamos, les hice señas con las manos a los chicos para que fueran por el pasillo y los emboscaran mientras que yo servía de señuelo, acataron órdenes. Camine aun en la posición que estaba antes hasta la pared de uno de los pasillos, rozando el muro camine hasta la puerta y me levante con naturalidad intentando no perder el equilibrio.
Allí estaba el joven, tal parece tenía mi edad o unos años más, su pelo azabache y un poco largo llamaba bastante la atención. El moreno se giró hacia mí, y tomo con rapidez entre ambas manos un arma, era alto y se notaba que hacia un poco de ejercicio, era de temer la verdad.
—Pon las manos en alto – hablo con una voz un poco ronca cual policía, sus manos temblaban un poco. Alce los brazos como había pedido.
—Tranquilo — pronuncie en cuento le quito el seguro al arma.
—Ni se te ocurra moverte — despego por un limitado momento su vista de mí y luego volvió a mirarme, era fácil de comprender. Él nunca podría manejar una situación así, o eso aparentaba así que solo esperaba a sus compañeros quienes se acercaban charlando por los pasillos.
Saque mi cuchillo en cuanto aparto la vista nuevamente y esquive el disparo que soltó sin pensar al verme actuar. Lo más rápido que pude me acerque hasta el chico y presione su pecho un poco –lo suficiente para hacer un corte pequeño- con la punta de mi arma ya que era demasiado alto para alcanzar su cuello. Arrojo lejos el arma y levanto ambas manos sin despegar esta vez los ojos de mí.
—Un paso más y lo asesino — enuncie para mantener al margen a sus compañeros, que estaban desde el marco de la puerta apuntándome.
Así nos mantuvimos unos segundos, estaba esperando a que Ethan y Artemis llegaran para no hacer todo el trabajo sucio, pero al parecer ellos se encontraban en un parque de diversiones y caminaban lo más lento posible – la definición de cautela y lentitud no es lo mismo, cosa que ellos no comprendían- si no actuaba ahora no saldría bien del todo el plan.
Le di vuelta a mi cuchillo y posteriormente a ello golpee el abdomen con la base del arma al joven dejándolo sin aliento al instante, gire en mis talones hacia un costado acercándome con agilidad al primero de la fila, con un corte en su pierna el individuo reacciona en cuestión de segundos llevando sus manos a la herida arrodillándose dándome así la facilidades de propiciarle una patada en el rostro.
Como pude esquive algunas balas que salían con viveza de las armas sin embargo otras impactaron en lugares no vitales de mi cuerpo, el sonido de los disparos alertaron al fin a Ethan y Artemis quienes corrieron hasta llegar a la recepción. Noquearon a los que se encontraban más atrás con la culata dejándolos inconscientes, aparte mi cuchilla a un costado y tome una de mis armas para apuntar a los últimos dos de pie.
—Que no se escapen— Mientras cortaba la cuerda del arpón para emplearla como ataduras, los chicos mantienen retenidos en una esquina al otro grupo. Tomo los trozos restantes de la cuerda y camino hasta la esquina proporcionándole los trozos a Ethan — Amárralos bien — Asiente. Luego de realizar mi petición, desarmo a cada uno de los sujetos y tomo cada una de las armas y suministros para dejarla en un mostrador de la recepción.
Artemis me notifico que llamaría a Simone a través de su emisor, para solicitar algún trasporte o camión para el traslado de los rehenes así que no se encontraba en la sala. Camine hasta la esquina en donde se encontraban todos los individuos del grupo, el joven, me miraba desconcertado desde su lugar.
Mi colega se acomodó a un costado de mí, se encontraba armado hasta los dientes con todas las armas que pudo sostener, se mantuvo erguido y serio por unos momentos. Bajo un poco la mirada hasta toparse con mis ojos, soltó una risa que intentaba controlar mientras sonreía ampliamente. Rodé los ojos, no le encontraba la gracia a aquello.
—Sera mejor que comiencen hablar — enuncie, un hombre con barba me miro mal — Simone no tendrá piedad — advertí.
ESTÁS LEYENDO
PARABYTE: The Alpha
Science FictionA veces la vida es tan aburrida y monótona que deseas dormir y no despertar más. Esa sensación vivía en Charlotte constantemente desde que tuvo uso de razón. Se sentía atrapada en algo que no había elegido, en ocasiones agradecía que aquella tragedi...