La madera de la puerta fue tocada dos veces, le eche un rápido vistazo y me apresure a ponerme los vaqueros y ajustar la funda de mi arma, acomode el orillo de mi franelilla en el interior de mis pantalones y me dispuse a ponerme la camiseta pero nuevamente alguien volvió a tocar la puerta, gruñí por lo bajo y termine de introducirme en la camis eta holgada.
Tome mis botas y me las puse con facilidad, ate los cordones como pude y remplace la navaja vieja que se hallaba dentro de una de las botas por la navaja más grande que había recibido en la colección que me dieron mis padres. Tome 3 más de estas y las escondí en ropa, para guardar las 2 restantes en mi mochila, agarre la chaqueta y me dirigí a la puerta poniéndome esta con mi mochila en mano. Tome el picaporte y abrí con lentitud la puerta, detrás de esta se encontraba el hombre que me había dado la amarga noticia de mi partida del lugar, cerré la puerta detrás de mí y lo mire mal en espera de que hablara.
—Philips— alce una ceja, se removió incomodo en su lugar y desvió la vista un segundo — Mi nombre es Philips — carraspeo arreglándose el cuello de su camisa — El atardecer se aproxima, lo mejor será no retrasarnos — asentí levemente, él se froto las manos disimuladamente y comenzó a caminar por el pasillo. Me parecía que iba vestido demasiado elegante para la ocasión, llevaba su cabello en una coleta baja y no había rastro de algún arma en su vestimento, o eso parecía.
—Serás algo así como — hice una pausa buscando una palabra adecuada, llame su atención de inmediato — mi niñera? —achique los ojos, esperaba que no fuera así. Escuche una risa por su parte.
—No, no lo creo. Ese papel lo tendrá otra persona — le mire desconcertada, pero no toque el tema nuevamente. No me apetecía entablar una conversación con ese tipo. Caminamos en silencio por los pasillos hasta llegar a la recepción, en esta había bastante gente armada. Revise el lugar de reojo y no llegue a encontrar a gente que se me hiciera conocida, la capucha de mi chaqueta fue llevada hasta mi rostro tapándome la vista, con rapidez descubrí mi vista y eche un vistazo a mi costado.
—Espero volver a vernos algún día — me dio una sonrisa cerrada, acompañada por una risa — extrañare tu malhumor — miro al frente un poco más serio, los hombre comenzaban a salir de la recepción
—No te pongas sentimental Owen — le di media sonrisa — Me harás llorar si me das uno de tus discursos — gire los ojos quitándome la capucha, Owen puso su mano en mi cabello y lo froto desarreglándolo un poco, su risa me contagio un poco.
—Creo que te esperan — se agacho un poco a mi costado aun con su mano en mi cabeza, le seguí la mirada hasta la entrada para encontrarme con Philips, bufe. Owen se alejó un poco— Te abrazaría pero no quiero ir a la enfermería — se burló.
—Muy gracioso —achique los ojos, dude un poco pero al final estire mi mano. Owen extendió su mano de inmediato y la estrecho contra la mía.
—Hasta pronto
—No creo que sea muy pronto — reí sin gracia, el me guiño el ojo — Idiota — Reí por lo bajo, solté su mano y me encamine hasta la entrada en donde aún me esperaba Philips
—Te dije que teníamos que ser rápidos — intento no sonar duro, camine detrás de él.
—Ya déjalo, seguro esa será mi única despedida — susurre lo último, no había visto los chicos luego de dejarlo atrás hace unos momentos así que me parecía imposible el despedirme de ellos. Camine un largo rato mirando el suelo detrás de Philips, parecía que nos estábamos desviando a la zona menos habitada. Me estreche contra alguien el camino, sobe mi frente y subí mi vista para ver a la persona que aún no se quitaba de mi camino.
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PARABYTE: The Alpha
Science FictionA veces la vida es tan aburrida y monótona que deseas dormir y no despertar más. Esa sensación vivía en Charlotte constantemente desde que tuvo uso de razón. Se sentía atrapada en algo que no había elegido, en ocasiones agradecía que aquella tragedi...