Querido amigo;
Es extraño como la memoria falla, en el momento que mas la necesitas ¿No?
Olvida todo cuando quieres recordar, te atormenta cuando deseas olvidar, lo que la psicóloga me diga, siento que esta mal, de alguna forma.
Siento que ella estudio mal su carrera.
Y no, no es por llevarle la contraria, es solo que a veces siento, que solo da ideas vagas que tiene atrapadas en su cabeza, que en realidad, lo que me ocurra no le importa.
De cierta forma la entiendo, de cierta forma eso me da miedo.
Recuerdo una cita parecida a la mía en la que fui con el, en realidad, era la primera vez que pisaba un lugar así, lo espere dos horas afuera, leyendo una revista de perros, escuchando la radio que tenia la recepcionista y el psicólogo de el, se sentó a mi lado, de un momento a otro, por que ni siquiera había notado cuando ese hombre salió de su oficina.
-¿Tu eres su amigo, tu eres Kenny?- pregunto, con interés y yo asentí, en ese entonces, no cabía duda de que no sabia mis sentimientos por él, porque solo era su amigo y así mismo yo me veía solo como eso.
-¿Ocurre algo?- el hombre mayor negó un par de veces ante mi pregunta y después me sonrió -¿Sabes? Tu amigo es una persona muy interesante...- asentí, pero no sabia a que quería llegar con eso -...pero a veces, debes aceptar, que algunas personas no se pueden quedar contigo para siempre.-
En ese momento, sus palabras no tenían lógica, pero ahora, viéndolo bien, pareciera como si ese hombre de canas y mirada cansada, supiera lo que iba a pasar en el futuro
–Mira sus brazos...- fue todo lo que me susurro para marcharse, para que yo viera como se esfumaba detrás de la puerta de madera al fondo del pasillo y como mi amigo llegaba con una sonrisilla en su rostro.
Regresamos a su casa a paso lento, yo me comía la cabeza con lo que el psicólogo me había dicho y el me hablaba de algo que no escuche, mis ojos no se despegaban de sus brazos, de el, de mis pensamientos que parecían flotar en el aire y robar toda mi atención.
Mi corazón latía y de un segundo a otro, termine arriba de el, forcejeando por quitarle la sudadera azul, a veces, en días como hoy, me arrepiento de haberlo hecho.
...
¿Alguna vez, has visto una cortada? ¿Si?
Bien...ahora, esa única cortada, imagínatela en tu brazo, multiplicada por 10...bien, pues esa imagen que te acaba de llenar de ansiedad, no se compara con nada a lo que sus brazos ocultaban.
-¿Por qué?- pregunte, tocando esas cortadas, quería llorar, aun que suene muy poco varonil, y es que, el era mi amigo -¿¡Por que no me dijiste nada!?- me empujo, de alguna forma terminamos discutiendo, de una forma bastante tonta.
-Realmente no sabes lo que siento.- grito, dejándome callado por un momento, dispuesto a escucharle, dispuesto a tratar de entender sus razones - No tienes idea de lo que pienso y acepto que es mi culpa por no hablarte sobre ello.- yo negué, varias veces, lo abrace, lo mas que pude, al separarme volví a acariciar esas heridas.
-Soy tu amigo ¿no?...¿¡No se supone que confías en mi!?
¡Tu y yo contra el mundo, recuerda eso!
Por eso...prométeme que no lo harás de nuevo, júrame que tus brazos no serán tocados de esa forma de nuevo- Yo no era nadie para cuestionar sus acciones, pero si para preocuparme, a pesar de que el en un inicio se negaba, termino aceptando, y me recordaba a un niño pequeño, que fue atrapado robando un dulce, a pesar de que ese dulce ya estaba pagado.
Esa noche, como muchas otras, decidí quedarme a dormir a su casa, le di aviso a mi madre y en su cama, ya con sus brazos vendados y curados gracias a mi, juntamos nuestras manos.
Lo se, suena muy extraño, pero ten en cuenta, que el estaba solo, mucho tiempo solo y yo...yo quería ser útil.
No quería volver a dejarle con ese sentimiento de soledad.
Tarde en dormir, no quería darle tantas vueltas al asunto, en realidad, no quería recordar lo que sucedió, por eso le puse nombre de "asunto"
Deseaba olvidar el echo de que esas marcas estaban en su brazos, deseaba que fuéramos solo el y yo.
En una noche mas, en un momento que quedaría en el pasado, por que crearíamos un recuerdo nuevo juntos al despertar.
Pero desperté, en la madrugada y no lo sentí a mi lado, una parte de mi se arrepiente de haber bajado las escaleras de la casa, y caminar a la cocina, por que le escuchaba llorar.
Una parte de mi se arrepiente de haber cruzado la puerta y esconderme detrás de una de las tantas cajas del lugar.
Una parte de mi se arrepiente de no haber corrido a quitarle el cuchillo.
Una parte de mi, tampoco olvidara sus piernas.
...
Fue como si entendiera una cosa, por que su mirada, estaba algo hueca, mas hueca de lo que podría reconocer o admitir, pero, pude reconocer por que lo hacia.
El se lastimo para poder sentir algo.
Algo mas que soledad.
Algo mas que culpa.
Algo mas que al infierno en el que estaba condenado.
... a veces me pregunto si yo no era suficiente para sentir ese algo mas.
Por eso, por la culpa que mi corazón también cargaba, salí de la cocina y me encerré en su cuarto, a llorar.
Como todo un cobarde.
Y recordé las palabras de su psicólogo: a veces, debes aceptar, que algunas personas no se pueden quedar contigo para siempre
¿A que quería llegar con eso?
No lo se, pero yo quería tener a mi amigo, para siempre.
Era un adolescente de 15 años ingenuo, y aun que no es excusa para lo que hice, quería demostrarle a ese hombre, que el se quedaría a mi lado.
Yo no sabia que eso era amor, hasta esta tarde que la psicóloga me hizo ver, que fue ese día en el que tal vez yo, me enamore.
Pero tampoco se si a esto lo puedo considerar amor.
Es...confuso.
Se que te preguntas; "¿A que infierno te refieres Kenny?"
Solo déjame decirte, querido lector, que debes darle tiempo al tiempo.
...
Por cierto... ¿Tu te cortas? Llevo esta pregunta atorada dentro de mi desde ese día y es que...¿Por qué lo hacen?
No lo juzgo, no soy nadie para juzgar, pero si admito que me da curiosidad, que me da miedo, que me da un poco de todo...pero mas que nada, tristeza.
Por que si lo haces, significa que junto a ti, esta alguien como yo, que intenta hacer que te aferres a este mundo, que se traga su dolor y su amor.
Alguien que se preocupa y te quiere como no tienes idea.
Alguien que es tu nadie.
Alguien que se quiere volver tu motivo de respirar y vivir.
Alguien que busca abrirte los ojos a cambio de nada...
...
Si lo haces...¿Podrías dejar de hacerlo?
Kenneth.
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Querido amigo.
Fanfiction¿Te puedo escribir? eh...soy Kenneth, y esta es solo una historia. Si te gusta leer el dolor de otro, ¡Bienvenido! P/D: Craig, te amo. ¡Lo dije! Por fin...