Capítulo 20. "Preparado"

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En Star Labs...

— Necesito ir a buscarla. — dijo Ray decidido. Como pudo se quitó la vía que colgaba de su brazo izquierdo, y el oxígeno que le administraba una bombona desde el cabezal de la camilla de la enfermería.

— Tus constantes se encuentran estables, pero todavía no estás en condiciones de salir ahí fuera. — se apresuró a explicarle Caitlin preocupada.

— Estaré bien. — contestó Ray levantándose de la camilla.

— El traje de Atom no lo está.—dijo Cisco.— Necesita actualizarse y pasar nuevos test de prueba antes de que vuelvas a usarlo Ray.

— Tomaré el riesgo. — dijo llevándose la mano al costado izquierdo dolorido. Caitlin y Cisco miraron rápidamente a Barry suplicando que interviniera en la conversación. Era su última esperanza para tratar de persuadir a Ray.

— Cuenta conmigo.— dijo Barry. Ray asintió en su dirección como signo de aprobación.

— ¡Genial! — exclamó Cisco— Sin duda ir a enfrentarse a algo que desconoces y sin estar al cien por cien es la mejor de las ideas.

Ray salió de la enfermería en dirección al taller de Cisco en busca de su traje.

— Barry, — dijo Caitlin con dulzura acercándose en su dirección.— Así no vamos a conseguir salvar a Helena. 

— Sólo vamos a conseguir dos pérdidas más. — terminó Cisco.

— No espero que nadie entienda lo que hago. — dijo Barry mirando a sus amigos.— Pero se lo debo a Helena, y no puedo quedarme aquí y esperar a que sea seguro ir a por ella. Porque si no es seguro para mí, significa que tampoco lo es para ella.

— Pero... — trató de rebatirle Caitlin.

— Lo siento chicos...— sentenció Barry.

Barry abandonó la enfermería para reunirse con Ray. Estaba decidido, irían a por Helena. Y lo harían ahora.

En algún lugar de Central City...

Helena se encontraba tumbada en el suelo sobre el arcén. Poco a poco abrió los ojos y trató de vislumbrar a su alrededor. Era de noche, y la tenue luz de las farolas alumbraba un desierto parking. Le dolía la cabeza muchísimo, parecía que le ardiera. Cuando trató de incorporarse sintió como el peso de su cuerpo la atraía hacia el arcén.

Decidió quedarse tumbada, y tomar el control de su respiración. Una vez atenuado el dolor de cabeza volvió a su propósito original de ponerse en pie. Aún con dificultad, arrastró sus piernas hasta quedarse de rodillas, y con la ayuda de sus brazos consiguió erguirse.

Dio vueltas sobre si misma tratando de descubrir donde se encontraba. La verdad es que no sabía con total seguridad como había llegado hasta allí, y no era capaz de enumerar correctamente los acontecimientos previos. Muchas imágenes se agolpaban en su cabeza, pero no podía ordenarlas en el tiempo. La que más se repetía era la de Ray en coma en la enfermería, y Barry junto a ella.

Finalmente lo vió, un gran logo de Star Labs frente a sus ojos. Se encontraba en el parking trasero de los laboratorios. No conocía esa zona, pero decidió andar en dirección al edificio en busca de una entrada al recinto.

Mientras tanto, en el taller de Cisco...

— Gracias por apoyarme en esto. — dijo Ray al ver entrar a Barry en el taller.

— Antes de que despertaras pensaba volver solo a por ella, así que no hace falta que las des.— le respondió Barry.

— ¿El último sitio donde la viste fue en su laboratorio? — preguntó Ray. A su vez cogió su traje de Atom ya reducido, y lo metió en el bolsillo trasero del chándal que había tomado prestado.

— Sí, pero Cisco captó por unas cámaras externas como introducían a Snart también en el edificio.

— ¿También tienen a Snart? — preguntó Ray cuya preocupación solo iba en aumento.— ¿Por donde lo llevaron?

—Era una especie de entrada trasera a un sótano o algo similar. — explicó Barry.

— El almacén subterráneo... — murmuró Ray.— Creo que se por donde podemos entrar sin que nos detecten.

— ¿Preparado? — dijo Barry tendiéndole la mano.

— Preparado.— contestó Ray estrechándola.

— ¡Chicos! — oyeron gritar a Caitlin.

Barry se apresuró a correr hacia el córtex. En cuestión de segundos se encontraba al lado de Caitlin y Cisco que miraban con asombro una de las pantallas. Ésta mostraba una de las cámaras de seguridad exteriores de los laboratorios.

— ¿Helena? — murmuró Barry atónito.

La cámara mostraba como la chica avanzaba con dificultad hasta una de las puertas selladas de los laboratorios. Sin pensarlo, Barry salió a su encuentro.

— ¡Helena! — exclamó cuando la tuvo enfrente.

— Barry... — dijo en un susurro casi inaudible la joven.

— ¿Estás bien? — preguntó Barry acercándose más a ella y sujetándola por los hombros.

— Sí... — contestó justo antes de perder el conocimiento entre los brazos de Barry.

— ¡Tráela aquí ahora mismo! — ordenó la voz de Caitlin a través de su interfono.

En menos de un segundo Barry se encontraba colocando a Helena con sumo cuidado sobre la camilla de la enfermería que horas antes había sido ocupada por Ray.

— ¡Helena! — Ray se apresuró a acercarse a ella y sujetarle la mano. Caitlin a su vez medía sus constantes vitales.

— Chicos, parece que solo estaba exhausta y se ha desmayado. — explicó para tranquilizarlos a todos. — Voy a administrarle algunos sueros y a hacerle algunas pruebas para estar seguros. Lo mejor será que me quede sola con ella.

Ray miró una vez más a Helena y asintió en dirección a Caitlin, acto seguido salió de la enfermería y volvió al taller de Cisco. Necesitaba ponerse a trabajar en algo para despejarse. Barry que se había quedado en un segundo plano tras la entrada de Ray en la enfermería, simplemente se dio la vuelta abatido y salió de allí de vuelta al córtex. Observó que Cisco trabajaba en algo y se acercó a su amigo. Vio que estaba revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad exteriores de los laboratorios.

— ¿Qué buscamos? — preguntó Barry tomando asiento junto a él.

— A Helena. — respondió Cisco absorto en su pantalla.

— Ajá... — asintió Barry dedicándole una expresión de desconcierto.

— No podía ni mantenerse en pie.— explicó Cisco.— Es imposible que haya venido desde Opal City hasta aquí sola.

— Alguien tuvo que dejarla ahí.

— Exacto.

— Para que la encontraramos...— murmuró Barry.

En la enfermería...

Tras estabilizar a Helena, Caitlin había tomado unas muestras de sangre y se disponía a ir a su laboratorio para analizarlas cuando escuchó a Helena murmurar algo. Al girarse hacia ella vio como abría a duras penas los ojos.

— Ray... — murmuró Helena.

— Está bien.— dijo Caitlin en un tono tranquilizador sujetándole la mano derecha y dedicándole una amplia sonrisa.— Ray está bien.

— Gracias... Cait... — dijo a duras penas la chica y trató de sonreírle con gran esfuerzo.

Caitlin se dio cuenta de que Helena miraba con el entrecejo fruncido hacia las bolsas de suero que colgaban de el cabezal de su cama.

— Tus capacidades regenerativas se vieron dañadas por la desnutrición que experimentaba tu cuerpo. — le explicó Caitlin.

— Pizza... — murmuró Helena antes de volver a caer en un profundo sueño. Caitlin dejó escapar una risotada y salió de la enfermería para dejarla descansar.

Stuck in a fury - #WATAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora