Cartas a Amy Parks.

¿Admiradores?

Una semana para entrar a la escuela, exactamente una semana para vivir mi primer año estudiando diseño. ¿Cuando pasó el tiempo? Hace casi mes y medio que me caí de las escaleras y sigo sin recordar quienes son las personas que vimos la semana pasada. La psicóloga dice que es normal, que parece ser un gran amigo y que intente hablar con él más para poder recordar. Una semana para que se acabe mi terapia y algunas cosas las olvido siempre a momentos, como en qué escuela iba, el celular de alguien, el nombre de una persona que no he visto. Al menos ya no me da tanta ansiedad el haber olvidado ciertas cosas. Mi cabello castaño está creciendo nuevamente y el accidente está casi olvidado.

Estoy acostada en mi cama intentando encontrar algo que ver en la televisión cuando mi mamá sube las escaleras, toca la puerta de mi habitación y entra con su amplia sonrisa que procura siempre tener en la cara, tiene unas pequeñas arrugas en sus ojos verdes por siempre sonreír, es una persona demasiado optimista. Mi papá dice que soy de las pocas personas que puede hacer desaparecer esa sonrisa en pocos segundos, puedo sacarla de sus casillas fácilmente sin siquiera intentarlo. Mis hermanos dicen que soy una persona muy difícil y desobediente, mi papá dice que es porque ella y yo somos iguales en muchas cosas de nuestro carácter y eso causa los problemas que tenemos, yo pienso que los dos tienen un poco de razón y mi mamá asegura que ella no era así cuando tenía mi edad aunque yo estoy casi segura que si lo era; por suerte hoy parece estar de bueno humor y probablemente me traiga una buena noticia.

— Te llegó esto, estaba en el buzón. — Me da un sobre blanco con una dos franjas rojas en dos que parece un cuarto de dos óvalos. Me pone un pedazo de su famoso panqué de nuez en mi cama y se sienta a mi lado para ver lo que acaba de darme. — Me pareció raro, hacía años que es buzón no era abierto y había esto hoy. ¿Qué es?

— Pues parece una carta vieja, tal vez alguien me la dejó desde primaria ahí. Será divertido leerla. — ella asiente y sé que le emociona esperar a que le cuente de que se trata la carta.

Sale de mi habitación después de sonreír y decir que disfrute su panqué, pues según ella le quedó mejor que todas la veces anteriores y eso es lo que dice cada vez que cocina su pastel y cada vez tiene razón. Abro el sobre con una sonrisa, probablemente sea de un niño que me gustaba en primaria o una amiga de secundaria y tendré que hablarle a Jane -mi mejor amiga- o a Harold para contarles lo que acabo de encontrar.

"17/08/2013

Querida Amy:

No sabes lo triste y doloroso que es que no le importes a alguien que te importa demasiado, no lo sabes porque tú le importas a todos, Amy Parks tienes algo que hace que toda la gente a tu alrededor se preocupe por ti. Tal vez porque pareces muy frágil o débil, o tal vez porque intentas ser amable con todos.

Te preocupas por todos en el fondo aunque no lo demuestres, quieres a la gente que te rodea y que te importa, la gente que no te falla.

Pero quiero que sepas que eres la persona menos frágil y menos débil que conozco, eres fuerte, eres valiente, independiente y a veces hasta un poco fría pero la gente aun así te quiere. ¿Cómo lo haces Amy? ¿Cómo le haces para que toda la gente  que te rodea te quiera y se preocupe por ti? No conozco a una sola persona que te rodee  que no te quiera o que no se preocupe por ti.

Yo te quiero y hace ya tiempo que no soy de la gente que te rodea, pero a pesar de que te quiero yo no merezco que me quieras; simplemente no lo hago.

Te quiere,  S."

La carta fue escrita hoy, la fecha que tiene es que está escrita hoy. Ya se me hacía raro que mi mamá hasta ahorita hubiera notado que había una carta, alguien la dejó en mi buzón hoy. Por como escribe, no parece que haya sido escrita por una persona que está en secundaria y porque no tiene faltas de ortografía y por la caligrafía no puede ser por una persona de primaria. Definitivamente fue alguien más grande, hace tiempo.

¿Quién es ese tal "S." y quién se cree que es?

Le marco a Harold y le pido que nos veamos en Déjeuners - nuestra cafetería favorita- para contarle esto. Tomo mi bolsa y la carta, bajo las escaleras esperando no encontrarme a mi mamá en el camino y que me llene de preguntas las cuales ni siquiera yo conozco la respuesta. Lamentablemente está sentada en la sala viendo la televisión, me mira y pausa la película que estaba viendo.

—¿De quién es la carta? — pregunta sonriendo, me mira tomar las llaves de la camioneta y empieza a fruncir el ceño pues no le he pedido permiso para salir.

— Parece ser un admirador, iré a ver a Harold para contarle. Vuelvo en un rato.

— Mas te vale no llegar tarde, contarme volviendo y para la próxima recordar pedirme permiso... — la interrumpo asintiendo y salgo de la casa lo más rápido que puedo antes de que empiece con un sermón y me detenga para que no vaya.

Camino un par de cuadras para llegar, Harold ya está ahí despidiéndose de Mir cuando llego, me despido de ella también y nos sentamos en la mesa de siempre cuando ella sale de la cafetería. Le cuento todo y le doy la carta para que la lea.

— ¿Crees que sea un hombre? — le pregunto cuando termina de leerla, él se ríe.

— O es un hombre demasiado enamorado de ti, o es un hombre que muestra lo que siente, o un hombre que estudió poesía o no es un hombre.

— ¿Qué edad crees que tenga? — está estudiando criminalística, es un año más grande que yo pues en secundari me llevaba con personas de un año mayor, él siempre me dice que puede saber mucho de una persona sólo con ver lo que escribió y otras cosas que hacen los detectives, él es algo así como la persona que mejor me investiga y descubre cosas cuando lo necesito. Analiza por unos segundos la carta.

— Por cómo redacta puede tener entre 35 y 40 años, — nota mi cara de susto al pensar la persona que me escribió esa carta. — pero por su letra creo que tiene entre 19 y 22 años, tranquila. — vuelve a analizar la letra detenidamente y sé que está notando otras cosas, siempre es lo mejor en lo que hace. — Es hombre, claro que es hombre.

  — ¿Puedes saber quien lo escribió?

Él me mira un poco burlón, vuelve a mirar la carta tal vez intentándolo o tal vez burlándose de mi y me mira de nuevo: — Si los que estudiamos crimilasticia pudiéramos saber hasta el nombre de la persona que hace algo, muchos crímenes serían resueltos en menos de una hora.

Seguimos platicando un rato pero no puedo concentrarme, no puedo dejar de pensar en la persona que escribió la carta y en estos momentos no puedo confiar ni en Harold, ni en ningún otro amigo que me rodee hasta saber quien me escribió esto y por qué.