El Sueño de Jon Nieve

Melisandre y el caminante blanco

Jon, una vez se había levantado y recogido a Garra (su espada) del suelo caminó hacia el gran portón del Castillo Negro. Para sorpresa del joven las almenaras que reposaban sobre el frío hielo del muro estaban completamente apagadas, como si no hubieran prendido fuego a la madera desde hacía años.

Seguía andando por la nieve, y una vez fuera del Castillo Negro se integró en el bosque. La vista se le aclaraba y poco a poco iba distinguiendo las figuras. Cuando por fin se aclaró la vista Jon dio media vuelta para observar a la criatura escamosa que le había susurrado a Jon estando en el suelo. La criatura no estaba, y él continuó hasta integrarse en el bosque sin mirar atrás.

"Era un Dragón" pensaba el muchacho andando entre cada vez más árboles "o simplemente el estar inconsciente me ha jugado una mala pasada"

-Por aquí, Nieve- Le dijo alguien, era una voz femenina pero no la de antes, esta era más seria, y Jon sabía que sólo por la voz aparentaba más edad que la anterior.

-¿Dónde estás? No logro verte- Jon se quedó sin habla, un fuego se encendió en mitad del bosque congelado.

-Aquí no estarás a salvo- dijo de nuevo la dama.

Jon vaciló antes de seguir andando y dio unos pasos más desenvainando la espada.

-Mis hermanos de La Guardia de la Noche estaban ayer mismo conmigo, ¿qué habéis hecho con ellos?- Preguntó mientras se dirigía hacia la llama.

-Llamáis hermanos a los que os han asesinado... veo que no estáis muy sobrio- Dijo la llama- He intentado ayudarte... más no lo he logrado, ¡Ya están aquí!

Uno de los mayores temores de Jon se habían vuelto a hacer realidad, a escasos metros de él armado con una lanza helada, un pelo claro como la nieve y ojos azules, se encontraba un enemigo que Jon había abatido antes, y no sólo abatido, también ganado. Pero Jon pensaba que enfrentarse por segunda vez a un caminante blanco, no sería como la primera.