Prologo

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1 de Febrero, Holmes Chapel.

El viento frío corría por las calles de la ciudad, la gente caminaba por las aceras, algunas lo hacían con prisa y otros con toda la calma del mundo. Entre medio de la gente habían dos chicos, un ojiverde con rizos color chocolate que era gentilmente arrastrado por un ojiceleste de cabellos dorados.

-Niall, no quiero estar aquí.-Le dijo en un leve tono de voz el ojiverde.-Quiero ir a mi casa.-Agrego tratando de soltarse del agarre de su mejor amigo.

-Vamos, sé que tuviste un mal día.-Niall respondió mientras detenía su caminata.-Pero aun así, recuerda que sigue siendo tu cumpleaños, Harry.-El recién nombrado esbozo una leve sonrisa.-Además aun no te entregó mi regalo, así que camina.-Finalizo el rubio mientras volvía a ponerse en marcha.

Harry tan solo lo siguió, bueno era arrastrado prácticamente, así que no tenia de otra, ya que intentar librarse del agarre de su amigo sería algo inútil, Niall sin duda alguna era mucho más fuerte que él.

Pese a ser el día de su cumpleaños número dieciséis, para el ojiverde no había sido un día del todo bueno. Como cada uno de sus cumpleaños-al menos los que el recordaba-su madre y su hermana lo habían despertado con un pastel y cantándole la típica canción de cumpleaños, ya luego habían desayunado, el desayuno obviamente había consistido en un trozo de pastel acompañado de un vaso de jugo, terminado el desayuno como cada mañana Niall había aparecido en la casa para buscar a Harry y así irse juntos a clases...Ahí es donde el problema inicio.

Lamentablemente Harry era atacado constantemente en la escuela, a veces eran burlas y otras veces eran golpes, todo eso era debido a un pequeño incidente que finalmente había terminado revelando su orientación sexual a todo el alumnado. Este día no fue la excepción, los apodos como: "Marica" o "Chupa pollas" nuevamente se hicieron presente como balazos a la casi y prontamente inexistente autoestima del rizado de ojos verdes, pero como siempre que ocurría, su rubio amigo salía a su defensa, Harry lo agradecía, pero con eso solo lograba que se sintiera como un inútil. Como cada día Niall acompaño a Harry hasta su salón antes de irse literalmente corriendo al suyo. Usualmente para Harry estar en un salón de clases era lo mejor del mundo, tenía la defensa de los maestros así que nadie se atrevía a molestarlo, todo era perfecto para el rizado, pero este día hubo algo diferente, clase tras clase hubieron exámenes sorpresa, Harry clase tras clase sabía que no conseguiría nada más que una nota deficiente, sumado a las burlas por parte del alumnado, el resultado de todo eso fue que el rizado se sintiera como una mierda y quisiera desaparecer de la faz de la tierra.

Niall apenas vio a su amigo supo que algo andaba mal, así que de inmediato tomo la decisión de hacer algo para lograr subir el ánimo del chico. Y aquí estaban ahora, caminando en alguna dirección que al menos para el ojiverde era desconocida.

Harry miraba distraídamente el suelo, contando los apresurados pasos que sus pies cubiertos por sus botas de invierno daban sobre el piso, elevo su mirada al notar que los pasos de su rubio amigo se detenían, al levantar su mirada se encontró con una cafetería pequeña pero muy linda, cuando sintió un leve empujón se adentró en la cafetería, de inmediato fue recibido por un cálido ambiente y un aroma a café, su mirada se dirigió a Niall quien lo observaba con una leve sonrisa.

-Ve y busca una mesa mientras yo consigo comida.-Le indico el rubio, el rizado esbozo una sonrisa-finalmente-y asintió.

Niall se dirigió a ordenar la comida, mientras Harry trataba de encontrar una mesa en la hogareña cafetería, se dejó caer en la silla al encontrar una mesa para dos. Se quedó esperando pacientemente a Niall, sabiendo que a veces su amigo no lograba decidir con facilidad.

-Cinco ratoncitos de colita gris, mueven las orejas, mueven la nariz.-Harry comenzó a cantar en un tono de voz bajo aquella canción infantil que su madre le solía cantar a él.-Abren los ojitos comen sin cesar.-Tiro levemente de uno de sus rulos, su rostro estaba bajo como cada vez que estaba sin compañía y fuera de un salón de clases.-Por si viene el gato, que los comerá.-Siguió cantando, esta vez jugando con un hilo que salía de la costura de la manga de su sudadera.

El chico rubio venía con una sonrisa plasmada en su rostro, esperaba que a su amigo le gustara la pequeña sorpresa, al ver como el rizado tenía su rostro bajo y tiraba levemente de sus mangas o de sus rizos su ceño se frunció levemente, se acercó a pasos lentos procurando que su amigo no lo notara y también que los vasos que llevaba en cada una de sus manos no fueran a caer, Niall no pudo evitar sonreír tiernamente al escuchar a su amigo cantar otra vez esa canción infantil, observo levemente por sobre su hombro y le indico al chico completamente vestido de negro que avanzara con él.

-Feliz cumpleaños a ti.-Niall empezó a cantar logrando que la verde mirada de Harry se elevara.-Feliz cumpleaños a ti.-Siguió cantando la ya muy conocida canción de cumpleaños el rubio, pero pese a que el gesto que hacia su amigo por él era algo increíble; pese a que el pastel era algo hermoso, la atención de Harry solo se pudo concentrar en aquel chico vestido de negro que cargaba el pastel, antes de que Harry pudiera notarlo se encontraba recorriendo con la mirada a aquel chico.

Su estatura se podría considerar promedio, por lo menos para Harry el chico era uno cuantos centímetros más alto que el, observo detenidamente de pies a cabeza al chico, deteniéndose levemente en las mangas de las sudaderas del chico, donde habían pequeños atisbos de tatuajes, el rizado de inmediato sintió curiosidad y deseo conocer aquellos tatuajes, siguió observando hasta llegar al rostro del chico, observo sus labios, en específico el labio inferior que era adornado por un piercing plateado, observo levemente su nariz y llego a sus ojos, Harry se sintió levemente aturdido, tal vez hipnotizados por aquellos ojos de color azul; aquellos ojos azules opacos, observo tan solo de soslayo el cabello castaño y levemente despeinado del chico, el chico era simplemente hermoso. Harry se sintió observado, de inmediato bajo su vista a los ojos del chico dándose cuenta de cómo estos lo observaban de una forma burlesca, el rizado se avergonzó de sí mismo, sintió más vergüenza tanto que sus rostro se sonrojo levemente al ver como una sonrisa divertida adornaba el rostro del chico, en estos momentos Harry lo único que deseaba era que la tierra lo tragara en ese mismo instante.

-Vamos Hazz.-La voz del chico de cabellos rubios logro que Harry saliera de sus pensamientos, alejo la vista del chico y observo atentamente a su amigo.-Sopla la vela y no te olvides del deseo.-Le dijo con una sonrisa Niall, el ojiverde sonrió apenado y finalmente soplo la vela.

El chico de ropas oscuras dejo el pastel en la mesa, su rostro había recuperado aquella expresión seria y casi melancólica, sin decir palabra alguna se retiró dejando solo a los dos chicos.

-Gracias, Ni.-El rizado le sonrió a su amigo mientras él tomaba asiento.

Niall tan solo sonrió en dirección al rizado mientras cortaba un trozo de pastel, se lo entregó al rizado quien gustoso lo recibió. Como cada vez que se juntaban Niall comenzó a narrar alguna anécdota o historia que le hubiera pasado en el día mientras Harry escuchaba atentamente con una sonrisa en su rostro. Al fin de cuentas su cumpleaños no había sido tan malo.

Just Us |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora