Hermosa perdición (Elijah Mikaelson Y Tú)

Elijah

____(u)

Me lleva hasta la puerta principal de la enorme Casa Blanca y saca una llave, sonríe, suelta mi mano y abre la puerta, se hace a un lado para dejarme entrar.

-    Por qué si no es tuya aún, tienes llave?

-    Es mía ya...

-    Desde cuando?

-    Desde esta mañana - sonríe cuando le veo

-    Entonces ya está, es tuya y puedes mudarte?

-    No lo haré... - su respuesta me causa tristeza, no va a mudarse aquí... No planea hacerlo.

-    Oh...

-    Es solo una casa de campo

-    Ya veo - pasó mi mano por una de las repisas bonitas - pues... Felicidades por su adquisición, señor Elijah. Ya puede regresar a su hogar y dejar esta solo para verano - vuelvo a verle, hace una mueca - bien, podemos irnos?

-    Tan pronto?

-    Tengo tarea que hacer y - se coloca frente a mi, una de sus manos llega a mi mejilla y me acaricia con cuidado, suspiro. No debería haber venido con él... No debí dejarme ir... Él no es para mí. - Elijah...

-     Vamos a quedarnos un poquito más... - cierro los ojos cuando se inclina hacia mi, sus labios tocan los míos y esa corriente de emociones me invade una vez más, me está haciendo adicta a esto, a él, lo que me hace sentir y sus labios. Sus dedos alcanzan mi nuca, su boca se apodera de la mía, besa tan jodidamente bien. Muevo mis manos a sus hombros y las deslizó por su cuello hasta llegar a tocar su cabello, me apega a su cuerpo con fuerza, jadeo porque su brazo a mi alrededor casi no me deja respirar, necesito aire. Dejó de besarle, apartó mi rostro del suyo solo unos milímetros e inhaló, su respiración agitada me roba la sensatez, le deseo... Y él a mí... Sus labios se presionan contra mi frente y suspiro ruidosamente

-    Me estás haciendo adicta - susurro al ver sus ojos otra vez, sonríe

-    Eso no sería justo

-    Por?

-    Por qué tú me has tenido así por mucho tiempo, niña - desliza sus dedos por mi mejilla - eres hermosa... - se inclina para besarme otra vez, muevo mi cabeza y besa mi mejilla, intento apartarme, no me suelta y eso me asusta. " no te asustes, no te asustes, no te asustes" susurra una voz en mi cabeza pero es difícil hacerle caso cuando le veo inclinarse una vez más

-    Quiero ir a casa - digo y se queda quieto - por favor... - suspira, presiona sus labios en mi frente una vez más y me suelta

-    Vamos a casa entonces - asiento, me abrazó a mí misma porque no sentir sus manos sobre mi me provoca frío, acabo de negarme a un beso más, por miedo y puede que piense que estoy loca, no quiero eso... Cierro los ojos, siento cómo coloca su saco en mis hombros, veo su sonrisa encantadora - no quiero que enfermes - susurra y sonrío, beso su mejilla - gracias - dice
- qué? - me toma de la mano. Salimos de la propiedad
- estás bien? - pregunta cuando estamos en el coche y se estira para colocarme el cinturón

-    Puedo hacer eso yo solita - digo y ríe

-    Estoy seguro de eso - besa mi mejilla, suspiro porque es perfecto, me va a acostumbrar a los beso en el rostro y las manos - tienes hambre? - niego - sed?