Alma de Sangre

Capítulo 4

Que haces allá? Sientate aquí.
Fuí al lado de Camilo.

Pasaron dos horas de aburrimiento, de hecho alguien me tiró un papel arrugado que decía "tonto" No miré nadie sólo seguí "prestando atención".
Como era de costumbre, craig molestando a todos, el profesor hablando de su vida y yo seguía en lo mío, perdido en mis pensamientos. Alguna vez me gustaría salir de la monotonía de mi vida, cuando hablo de vida realmente es lo que menos tengo, quiero hacer tantas cosas pero tengo miedo de otras, quisiera tener el valor de atreverme a hacer cualquier cosa sin pensarlo.

Sonó el timbre-por fin pensé.

Recordé que me encontraría con la chica del bus el cual no le pregunté el nombre.
Al salir del aula buscaba la cafetería, nunca he comprado algo allí, siempre veía en las películas que daban comidas asquerosas pero no le llamaba la atención averiguar que había, y menos con tanta gente allí.

-¿A dónde vas?¿estás perdido?
Al voltear vi a una chica muy atractiva, lo primero que noté fue su cabello azul, que combina muy bien con sus ojos.
-voy a la cafetería, ya he ido pero a veces me confundo.-Realmente era increíble lo grande que era.
No podía dejar de mirarla tan detenidamente.
-Ven y te guío. -Dijo moviendo parte de su cabello.

Así que la seguí

-cual es tu nombre?
--Ansel, Ansel Smalav. ¿Y tu?
-Me llamo Mía, Mía Olsson.
Dijo estrechando su mano.
-Tengo que irme, allí está la cafetería, fué un gusto ayudarte Ansel.
Siguió su camino como si llegara tarde s algún lado.

Caminando hacia el mostrador alguien se cruzo en mi camino, es de apellido Galvis, el mismo que dijo " tuvo que ser el tonto".

-Estar aquí no será fácil, escuchaste tonto.
-Todo será muy divertido. -Dijo el chico con rostro de satisfacción.
--Solo dejame en paz. Dije
¡Chico del bus! -Alguien gritó

Al voltear era la chica de cabello rojo rizado. Su sonrisa se podría ver a 1km de distancia, definitivamente esta chica trae una energía sólo al verla.

-Pasa algo aquí Craig? Preguntó ella, tratando de intimidar a Craig con su mirada.
--Nada sucede señorita Emily. -Dijo haciendo una reverencia en sentido de burla.
-Dejalo en paz y quitate de mi camino.
Seguidamente me agarró del brazo y camino conmigo hacia una de las mesas del lugar.

-No les prestes atención, solo viven molestando a la gente.
-Los conoces?
-Si, son unos imbéciles.
-Así que te llamas Emily?
-Si, no se el tuyo. -Dijo sonriendo.
-Ansel.
-Hola señor Ansel. Que no se te olvide que te mostraré hoy la cancha de fútbol.
-Claro que sí.
-Quieres ir?
-Ahora?
-Si, ahora.
Nos levantamos y caminamos hacia la cancha, era enorme entramos desde las gradas había solo pocas personas, ulumnos perdiendo el tiempo o simplemente molestando a la hora de almuerzo.
-Ven !
-La seguí hacia la mitad del del campo.
Miré hacia mi alrededor mirando cada detalle. Pero..
*Flash*
¡Gritos! Solo eso había
Veía sangre y mucha gente corriendo hacia la salida .
¡Cuidado! -Alguien gritó.
Las torres de las luces caían al centro del campo aplastando a una de las personas que estaban allí. Los pedazos de vidrios rotos se levantaban una a una.
-¿Que esta pasando?- grité. Mis ojos se movían uno a otro por la preocupación y el shock de mi alrededor. Podía verme a mi mismo un líquido viscoso y negro saliendo por mis ojos
Miré mis manos y estaban llenas de sangre.
¡NO! -Grité
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-¡ANSEL! Que sucede?
-¡LO VI! ¡TODOS ESTABAN ALLI! ¡MUERTOS! -Dije cayendo al suelo, temblaba, me sentía agitado, sudando.
Vi que todo estaba normal, solo lo había imaginado, eso pensé, ¿qué mierda es esto?
-Quieres que te lleve al medico?
-No, estoy bien. Dije levantándome.
-¿podemos irnos?
-Claro.