IV

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Me desperté tiesa y congelada. Abrí lentamente mis ojos y veo a James cerca de mi durmiendo como una roca. De los demás no se veía ni rastro.

- James, James- susurro tocándole el hombro

-5 minutos más- murmura y al decir esto caigo en la cuenta de que es lunes y estamos en la mitad de la nada y faltan 5 minutos para que empiece el colegio.

-¡James!- grito en su oído, este dio tal salto que casi se cae de bruces en la nieve.

-¿Qué pasa?- me preguntó medio dormido.

- Es lunes James, tenemos que irnos...

- ¿Qué tal si no lo hacemos?- me pregunta.

- ¿Adónde demonios iríamos?

-Ya lo verás...

-Rayos, odio las sorpresas

Me quito la nieve de encima y recojo mis cosas. James hace lo mismo y lo observo. Un lado de su pelo está aplastado y su mejilla colorada por haber dormido en el suelo. Nunca había estado más atractivo.

Nos metemos al auto y el pone la radio, está sonando House of Gold de twenty one pilots, adoro esa canción así que me pongo a cantar.

-¿Dónde aprendiste a cantar?- me pregunta James sonriendo

-No se, en el colegio

-¿Y dónde se te olvido?- me pregunta muerto de la risa. Le pego en el brazo, pero es tan musculoso que mi mano me queda doliendo, el me la toma y la besa- Lo siento

-N-no pasa nada.

Me suelta la mano y se pone a cantar. No canta perfecto pero canta bastante mejor que yo.

-¿Adónde me vas a llevar?- le pregunto

-Es una sorpresa- responde algo nervioso, me pregunto por qué.

-Odio las sorpresas

-La última resultó ser bastante buena ¿No?

-Ñee pasable

Se ríe y sigue conduciendo. Nos dirigimos al este del pueblo, donde no hay más que viejas canchas de fútbol y de tenis. Nos bajamos en la última y el saca unas pelotas de tenis y un par de conos.

-¿Vamos a jugar tenis?- le pregunto buscando alguna raqueta por ahí.

-No...Ee quiero enseñarte algo...-empezó a hablar pero fue interrumpido por el molesto sonido de mi teléfono- Contesta
Conteste y escuché. Baje el celular y dije:
-Es mi padrino, estuvo en un accidente

***

James manejaba como loco mientras yo trataba de no llorar. Mi padrino y tío Peter me había visto en pañales, me había ayudado a andar en mi primera bicicleta, me había comprado mi primer helado... No podía creer que hubiera tenido un accidente, él era muy cuidadoso.

- Madison solo...- dijo James pero lo noté más que nervioso.- Cálmate, ¿Sí?-

- ¿Cómo quieres que me calme si acabo de recibir una de las peores noticias que me podrían dar? ¡Tú no sabes lo que se siente!-

POWERLESS©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora