XI

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BEKAH's POV

Suena la alarma. Me doy cuenta de que es lunes. Maldigo. Apago la alarma. Me vuelvo a dormir. Se escuchan golpes en la la puerta.

-¡Rebekah arriba!- grita mi madre

Maldigo de nuevo. Me siento en la cama.

-¡Ya voy mamá!- le grito devuelta.
Me levanto lentamente y me dirigo al baño. Me meto a la ducha tiritando de frío. Se pone el agua caliente y se me pasa. Mientras el agua escurre por mi largo cabello me quedo pensando en todo y en nada al mismo tiempo.
El día anterior, el domingo, había intentado contactar a Colin pero no había pillado el más mínimo rastro de él. Es como si se fuera esfumado. Y temía que podía ser mi culpa. No sabía que había pasado en la fiesta, todavía no me acordaba, pero estaba segura de que tenía que ver con Colin.
Salgo de la ducha y me visto. Me pongo una polera blanca con bordado, unos jeans y unas vans blancas. Meto en mi cartera un chaleco por si acaso, ya que nada se sabe con la primavera.

Salgo de mi habitación y me encuentro con Michael saliendo de la suya, vestido con una chaqueta y un gorro en la parte de arriba, pero en bóxers.

-¿Planeas ponerte pantalones descerebrado ?-le pregunto, él mira hacia abajo y sonríe.

-Lo olvidé- dice- Aunque creo que le estaría dando una muy buena vista a todas la chicas del colegio.

-Iu- le digo siguiendo mi camino escaleras abajo. Allí está mi madre,una mujer rubia, de ojos amables y alguna que otra arruga en la cara, preparando unas tostadas- Hola mamá

-Hola cariño ¿Amaneciste bien?- me pregunta pasándome un vaso de leche. Siempre le digo que prefiero café pero ella insiste en darme leche.

-No. Odio los lunes

-Odias todos los días de la semana Bekah- dice riéndose.

-Pero este especialmente- digo cruzándome de brazos- ¿Dónde está papá?

-Salió temprano al trabajo

-No me sorprende- refunfuño. Mi padre trabaja mucho y casi nunca lo puedo ver ya que sale temprano en la mañana y llega tarde en la noche. Es dueño de varias propiedades como el paintball y el cine.

-Dale un respiro cariño, sabes que trabaja muy duro- me riñe mi madre con un tono de voz suave.

-Ese es el problema- digo suspirando- Como sea ya tengo que irme, gracias por las tostadas mama- me despido con un beso y salgo por la puerta de entrada. Entro a mi auto y lo enciendo. Pongo la radio y suena Can't help falling in love de Elvis Presley.
Suelto un gritito de emoción. Adoro esa canción.
Mientras me dirigo al colegio, paso por la casa de Maddie, la canción sigue sonando y yo canto a plena voz. Maddie me ve y sube al asiento del copiloto con sus hermanos atrás.

-¿Alguna razón particular por la que estés escuchando esta canción?- me pregunta abrochándose el cinturón.

-Pff, ninguna en realidad- me doy vuelta para ignorarla y saludo a los chicos- Hola Cody, hola Matt, hola Claire, hola Marie.

-Hola Bekah- me responden al unísono.

-¿Cómo se portó Maddie con ustedes el fin de semana?- les pregunto al tiempo que me estaciono en la preparatoria Burkeville.

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