VII

1.2K 73 7
                                    


-Así que... ¿Eres su novia?- me pregunta Bekah, mientras buscaba películas en el computador, tirada en mi cama con un montón de almohadas y sabanas alrededor de ella. Se había quedado a dormir después de mi cita con James.

-No lo sé, tal vez, estoy confundida...

- ¿Te gusta?

-Claro que si- me salió más natural de lo que esperaba. Bekah sonrió y me tiró mi celular.

- Entonces llámalo

- ¿Estás loca? Son las 8 de la mañana- dije tirándole el celular de vuelta.

-Si no lo haces te arrepentirás- me tiró el celular de nuevo.

- Esta bien- marqué el número de James y después de tres timbres respondió:

-Aló

- Hola James, soy Maddie

- Hey Maddie ¿Qué pasa?

- Es solo que... Quería hablar contigo

- ¿Enserio? Yo también ¿Te parece juntarnos en un rato?

- Eso sería genial ¿Dónde?

-Las canchas del colegio

- Ok, hasta entonces

- Hasta entonces.

Colgué y respiré. Bekah me miró con curiosidad.

-¿Y?-

-Quiere que me junte con él en las canchas del colegio.

-¿En las canchas? ¿A las 8? Bueno que romántico...

-Oh cállate- le tiré un cojín haciéndola caer de la cama.

***

Mientras caminaba desde mi auto hacia las canchas, me fijé en que casi toda la nieve se había derretido y era remplazado por las flores y animalitos de la primavera. No era mi estación preferida, pero después de un frío invierno, agradecía  inmensamente el sol.
Entré por una entrada lateral a las graderías y vi a James pateando unas pelotas hacia el arco. No parecía cansado ni transpirado, sino nervioso.
Me vió y se acercó a mí.

-¡Maddie!

-James yo...

-No digas nada- me interrumpió- Sé lo que vas a decir, que estas confundida porque ayer no te pedí ser tu novio- se acercó y me tomó las manos con delicadeza- Pero te voy a decir que es lo que más quiero en el mundo... Pero quiero mostrarte algo primero, algo que deberías saber de mí...

- Ok...- dije extrañada

-¿Quieres saber porque todos estos años estuve encerrado en mi casa? Sin ir al colegio, ni salir con amigos, ni nada.

Asentí con la cabeza lentamente. El se giró y alargó la mano hacia una pelota que estaba tirada allí. Para mi asombro, la pelota se movió y fue directamente al arco. James se dio vuelta y me miro.

-Por eso. Desde que nací he tenido este extraño poder. Mi madre me ayudaba a controlarlo, pero cuando murió, mi padre se volvió de piedra y ya no me dejaba salir. Insistía en que tenía que estar oculto de los ojos del mundo. El año pasado recién me dejó venir al colegio. Decidió que yo iría a estudiar derecho a una buena universidad y yo saldría de su vida para siempre. Nunca he podido hacer lo que quiero, nunca he podido tomar mis propias decisiones, hasta que llegaste tú. Con tus locas ideas y tu libertad y tú alegría- me miró inquisitivo, yo estaba sin palabras, me acerqué a él y le toqué las manos.

POWERLESS©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora