VIII

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Al día siguiente era lunes. Me arrastré fuera de la cama a duras penas, me duché y vestí. Bajé las escaleras, o mejor dicho me deslicé pues alguien había dejado un cojín tirado y bueno, no me pude resistir.

Una vez en la cocina, donde no había ni un alma, hice el desayuno. Un minuto después llegó Cody, somnoliento y con pijama de Bob esponja.

-¿Cuándo vas a madurar?- le preguntó tirándole una pera.

-Madurar es para frutas- me responde sacándome la lengua y tirándome la pera de vuelta- Dame comida mujer, no vegetales feos.

- Es una fruta, inteligente. No un vegetal- digo rodando los ojos.

- Es lo mismo

- Agh adolescentes...- digo mirando como agarra una tostada, se la metía a la boca y salía de la cocina.

Me quedé sola, escuchando la tetera pitando, avisándome que el agua ya estaba lista. Me preparé mi café mientras pensaba en la noche anterior. ¿Qué querían decir mi padre y mi tío? ¿Quién era el jefe? ¿Qué tenía que investigar mi tío?

Este torrente de preguntas y pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de mi padre, quien me sonrió y me besó la frente.

- ¿Lista para tu gran día?

-¿Qué? ¿Por qué gran día?- pregunté confundida

- Hoy día toca tu banda, cariño, en Wendy's...

Había olvidado completamente la presentación de esa noche, el dueño de Wendy's, Joe, había accedido a que tocáramos un par de canciones, incluso nos quería pagar, a lo que yo no me quejaba.

- Verdad, estoy lista, no te preocupes demasiado.

-Por supuesto que no me preocupa, sé que lo harás increíble.

-Gracias papá- me lo quedo mirando un rato, intentando descifrar su expresión, pero veo que no muestra recordar la conversación que tuvo con Peter la noche anterior, así que levanto la vista y salgo de la cocina.

***

Quién dijo "Si estás pasando por el infierno, sigue haciéndolo" definitivamente nunca fue al colegio.

Ese día estaba resultando extraordinariamente molesto. Me había sacado malas notas en Física, me había ido mal en tenis y para colmo, no había visto ni rastro de mis amigos en todo el día.

Me senté en las graderías a esperar a que aparecieran los jugadores de fútbol, bueno James, en realidad. Y después de un rato apareció, ya vestido con su uniforme y con una pelota en la mano. Me divisó y se acercó a mí.

-Hola tú- le dije- No te he visto en todo el día, a nadie en realidad...

-Lo sé, es solo que estamos planeando algo- dijo sonriendo- Una sorpresa

-James, odio las sorpresas.

-Lo sé- dicho esto me da un beso en la mejilla y sale corriendo hacia las canchas, donde se reúne con Colin y Michael lo esperaban.
Si ellos estaban ahí, seguramente Bekah y Sam también lo estarían. Las busqué con la mirada pero no vi rastro de ellas, y ya me estaba dando por vencida, cuando alguien me grita tan fuerte en el oído que salgo volando de mi asiento y caigo al suelo.

-¡Ahh! ¿Pero qué...?- me doy vuelta y veo a mis dos amigas con cara de inocentes.

-Ups- dice Bekah

-Se van a ir al infierno- les digo, levantándome del suelo.

-Te vemos ahí entonces- dice Sam

-Uh... Turn down for what!- dice Bekah sentándose a mi lado.

-¿Dónde han estado todo el día?- le pregunto.

- Haciendo planes- responde con una sonrisa picaresca en su rostro.

- ¿Qué planes?

-Sorpresa.

-Ugh, estás igual a James.

- Hablando de él, acaba de meter un gol- dice Sam apuntando la cancha de fútbol.
En efecto veo que el equipo se da palmadas en la espalda y todas esas tonteras que hacen los hombres. Veo que James me mira al lo lejos, percibo un movimiento muy sutil de su mano y una hoja caída me roza la mejilla. James me guiña un ojo y se da vuelta.

- ¿Vienes esta noche Maddie?- me pregunta Sam

-No me lo perdería por nada- digo sonriéndole. No tenía muchas ganas de tocar, dado el día que había tenido, pero me había comprometido...

Una vez terminado el partido, el cual ganamos 7-0, James se acercó y me dio un beso en la mejilla.

-¿Te gustó el partido?

- Seguro que hiciste trampa...

-¿Qué? Yo jamás haría eso... - me sonríe y aparta un mechón rebelde de la cara- Estoy ansioso por verte tocar

-Mmm- asiento distraída

-¿Pasa algo Maddie?- lo miro y veo sus ojos, se ven tan Preocupados que me da un pequeño arrebato y lo agarro de la camisa, lo acerco a mí y lo beso.
El, sorprendido, se balancea un segundo, antes de tomarme por la cintura y apretarse contra mi. Menos mal, ya no había nadie en las canchas porque no soy muy partidaria del PDA.
Nos separamos para tomar aire y me mira curioso.

-Ahora sí que tienes que contarme que te pasa

-Es solo que... Creo que mi tío anda metido en algo, algo muy malo.

-¿Sabes en qué exactamente?

-No. Solo sé que está buscando algo. Lo escuché hablando con mi padre sobre investigar a la población o algo así...- James frunció el ceño, pensativo. - ¿Alguna idea de lo que está hablando?

-Ee no, estos seguro de que no es nada malo, no te preocupes- dice firmemente y aunque se da vuelta y empieza a caminar lentamente hacia los estacionamientos y no puedo ver su cara, siento que no me había dicho lo que en realidad pensaba...

***

- Es la cuarta vez esta semana Michael- dice Bekah con los brazos cruzados.

- ¡Esta vez fuiste tú!- responde furioso Michael, a su lado Colin intenta mantenerse serio y Sam mira a todos algo agobiada.

-¿Qué pasa acá?- pregunto acercándome a ellos con James a mi lado, están todos sentados en una mesa de Wendy's.

-Bekah me robó Spotify- salta Michael de inmediato.

- Seguro

- Es verdad

-Lo que sea- digo rodando los ojos. Esos dos eran imposibles- ¿Lista Sam?

- Como nunca

Nos despedimos de los chicos y subimos al escenario. Ahí nos reunimos con el resto de la banda. Hay bastante gente pues es viernes por la noche.
Respiro un segundo y partimos con This is the life de Amy Macdonald. Me dejo llevar por la música y veo a mis amigos aplaudir y silbar. La canción termina y la gente aplaude. Pero yo no escucho, lo único que escucho es el latir de mi corazón, que va a mil.

POWERLESS©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora