parte 15

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La verdad es que me he quedado pillada y por eso no continuaba la historia. 

Ayer echaban en la televisión las segunda y tercera película de los cocodrilos y me vino la inspirción.



Mis padres no estarán en casa en toda esta semana- Melissa y su novio se sentaron en el banco para hablar.

- Bueno, ¿ y cuál es el problema?

- Que quieren que me vaya a la casa de mi tía, que está a más de una hora de viaje en coche. No la soporto, es joven, pero muy descuidada y torpe.

- ¿Y qué quieres que haga?- Olli no sabía por donde se estaba yendo la conversación, la quería, pero a veces era muy cabezota y no soportaba las imperfecciones, eso le parecía excesivo, pero más aún cuando ella le corregía a él en la forma de vestir, por ejemplo, un día fue a su casa diciendo que quería hablar con él de una cosa muy importante, se presentó en la puerta las seis de la mañana, Olli, asustado, la dejó entrar al salón y abrazados se sentaron, estaba muy preocupado por ella, pensaba que había tenido una pelea con sus padres, pero no, Melissa le dijo que había llegado a la conclusión de que no le gustaban lo gorros que él llevaba, y que tenía que decírselo por la mañana para que no se lo volviera a poner si quería quedar con ella. Al principio le sentó fatal, y se enfadó mucho, pero se trago todo su orgullo por ella y poco a poco fue dejando de llevar esa prenda que tanto le caracterizaba.

- Pues que si me podía quedar a dormir en tu casa durante ese tiempo- Olli se iba a negar, no era buena idea, sospecharían de que algo que no iba a suceder aún ocurriría- lo tengo todo pensado- le calló la novia antes de que él se negara- ya se lo he dicho a mi madre y a tu hermana amabas han accedido.

Olli intentó sonreír. No podía, le costaba cada vez más aguantarse las ganas de gritarla y decirle que no podía meterse de esa manera en su vida. Suspiró. Estaba bien, la quería (o eso pensaba él) y no quería hacerle daño innecesario que luego tendría que arreglar con flores y bombones, o lo que es lo mismo, dinero que no tenía.

- Oye amorcito- Melissa se colocó el pelo detrás de las orejas- la chica del lago ¿cómo se llamaba?

- ¿Katia?- de repente le empezó a interesar misteriosamente la conversación- ¿qué pasa con ella?

- ¿Quién es? ¿de qué la conoces?.

Olli (se escribe así. Yo eso no lo sabía) se tensó y desgraciadamente su novia lo notó.

- Es una amiga que antes vivía en el pueblo, no la veía desde hace más de un año creo, tiene nuestra edad, ha cambiado mucho, la última vez que la ví no era tan emo- él chico sonrió al recordar "ese momento" tan especial que aunque no pasó nada, significaba mucho- ¿Por?

- No sé, no me la trago demasiado. Te mira raro y estaba coqueteando antes.

Por primera vez Olli se alegró de los (difíciles de pasar) radares de Melissa, que no perdían ningún detalle, porque si su novia estaba en lo cierto, aún había algo entre Katia y él.

Miró enfrente de donde estaban sentado, era un bar en donde el alcohol se olía a kilómetros de distancia.

De allí salió una chica, se notaba que no alcanzaba la mayoría de edad. Olli no podía para de mirarla, le atraía la vestimenta que llevaba; botas militares, medias de rejilla, pantalones negros cortos y una camiseta de "Black Veil Brides" corta.

- Mira a esa chica, que pintas lleva, no sé como la pueden dejar salir así de casa, va buscando problemas- Olli se quedó callado, mirando a la chica, le resultaba muy familiar. Melissa abrió exageradamente los ojos cuando al pasar cerca de ellos se encendió un cigarro y sonrió eróticamente al pasar por delante de Olli.

-Yo a esa la conozco, Melissa ven, te voy a presentar a Katia.

Los Cocodrilos: el asesinato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora