Fiesta de pijamas (parte 3)

1.1K 68 10
                                    

Este capitulo se lo dedico a andreavans con muchísimo amor para que sepas que siempre te nutellale, te amo bombón ;)

Se escuchaban unas voces en el salón.
-¿Y luego que te dijo?
-Que yo no era de familia rica y que en realidad era una pobre que vestía con ropa de imitación.
Sonaron unas carcajadas insoportables para los oídos de Katia que, al mismo tiempo miraba a María preguntandole quien era la fuente de esas odiosas voces que se le hacían tan familiares.
Se asomó a la puerta y se quedo en shock.
"Son ellas", pensó al ver a las tres chicas con las que se chocó en la tienda.
-Hola- saludo María de la nada.
Las tres rubias la miraron con asco.
-¿Qué hace aquí alguien con tan poco dinero?
Las dos que estaban detrás empezaron a reírse odiosamente.
-¿Y tu?, ¿No no hemos visto antes?- volvió a hablar la misma chica dirigiéndose a Katia.
-Claro que no, en ese caso no me olvidaría de la cara tan puta que tienes.
(Momento: que directa)
María miró a su amiga pelirroja con la boca y los ojos abiertos, ¿de verdad le había dicho eso?.
La cabecilla del grupo iba a contestarle, se veía en la manera en la que apretaba sus dientes conteniendo la ira, pero entro Olga.
-!Katia!, Cariño que bien que hayas venido, mira, estas son las hijas de las vecinas de las que te hable- la empujo suavemente, a pesar de que la chica se oponía- Son Andrea,- señalo la "cabecita" del grupo, tenía los ojos azules y una sonrisa falsa, al igual que sus dos acompañantes.- y las dos chicas del fondo son "Las Lucis" ¿lo he dicho bien?- las anteriormente mencionadas asintieron. Tenían al igual que su "jefa" el pelo rubio pero con la diferencia de que ambas tenían ojos chocolates.
Olga se fue, y después de un gran silencio incomodo, las tres rubias se pusieron a hablar sobre cualquier tontería mientras que Maria y Katia jugaban a un videojuego.
-Oye
Katia noto golpecitos en el hombro, era Andrea.
-¿Que quieres?- le respondió cortante
-Queríamos preguntarte un par de cosas.
La pelirroja asintió mirando a Maria y parando el juego.
-¿Ese color de pelo es natural?
Katia negó
-Bien, y otra pregunta, ¿tienes algún peircing?
-Si, no se si se considera peircing, pero tengo dos agujeros en la oreja aparte del de pendiente normal- dijo retirando el pelo naranja que lo ocultaba. En el orificio más alto tenía un diamante redondo negro falso, en el del medio, una calavera bañada en plata fumando un porro y en el de mas abajo una horquilla para el pelo (esas negras y largas).
-¿Por que lo preguntas?
-Por nada especial, tan solo curiosidad- y sonrió, ¿la sonrisa era sincera?.Para nada, pero transmitía falsa amistad.
Katia arrugo la nariz. No las conocía, pero no la agradaban, estaba siendo amable centro de lo que cabía con ella, mientras que a María solo la dedicaban miradas de asco.
El sonido del timbre la saco de sus pensamientos.
¿Quién podia ser?, Eran sobre las diez de la noche, tenia el pijama puesto desde hace tiempo (sudadera gigante negra con el simbolo de Nirvana (multimedia))
-¡Katia ve ha abrir tu!- le chilló Olga.
Perfecto. Y encima tenia que levantarse.
-Hey, hola Katia
Era Olivv.
-Si buscas a Maria esta dentro, entra- se metió mas en la vivienda, pero la mano del chico le cogió de la muñeca.
-No, en realidad venia a verte a ti, quería hablar contigo.
Por alguna razón la chica se estaba poniendo nerviosa.
-Sorprendeme- se limito a decir cerrando la puerta tras ella.
-Bueno, me quería disculpar por haberte juzgado sin conocerte.
Katia sonrio.
-Me alegra que te hallas dado cuenta de que no soy una cabezota y egoista. Pero no tenias por que diculparte.
-De verdad quería hacerlo, mi conciencia me estaba matando.
La chica sonrio.
Se miraron a los ojos, no estaban cerca, pero ambos dieron un paso al frente.
Se miraban sin decir nada, era como un silencio pensativo y a la vez incomodo.
En verdad, ahora si estaban cerca, con cualquier movimiento que hiciera alguno de los dos, se besarian, Olivv la agarro de la cintura, acercándola mas a el si es que era posible, sus respiraciones se chocaban y sus labios se rozaban, era el primer beso de Katia y se lo iban a dar con alguien al que apenas conocian, aunque era demasiado tarde, no había vuelta atrás,
Pero esa inseguridad se acabo ya que se escucho el motor de un coche y ambos se separaron al momento, sin atreverse a mirarse, Katia entró a su casa, y en ella no había nadie, todos de habían ido.
Entro a la cocina para comprobarlo y se encontró con Olga llorando y Alejandro temblando.
-¿Que os pasa?.
-Es Sina, ella a-aa- una lagrima callo por la mejilla de su chofer- a muerto.



Se que tarde mas de lo necesario en escribir el capitulo, pero aquí esta.
Si queréis podéis hablarme por los mensajes del wattpad o simplemente dejarme algún comentario con alguna pregunta que no me importa.

Los Cocodrilos: el asesinato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora