Simplemente Amor

Capítulo 11 - Sin más que esconder

Esa noche, fué la primera noche que pasé con Bella Swan con su aprobación, las demás veces ella no lo había notado, estaba en su cuarto, y de repente entre por su ventana, se sorprendió un poco al verme allí.
- Como entraste? - preguntó -
- Por la ventana - respondí -
- Lo haces muy seguido? - preguntó de nuevo -
- Desde hace un par de meses - admití - Quiero probar algo Bella, pero prometeme que vas a quedarte muy quieta por favor - le dije -
- Ok - me dijo -
Empecé a acercarme lentamente hacia sus labios, son carnosos, tan rosados, tan besables que ya no soportaba más la idea de no probarlos, incliné mi cabeza un poco hacia su rostro y ella a su vez hizo lo mismo, ella tomo mi rostro con sus manos y puso sus labios en los mios. Era una sensación única increíble para mi, era una de las mejores experiencias sentir sus labios húmedos entre los mios y mi lengua dibujando el contorno de sus labios era una delicia inexplicable, me abalancé sobre ella apoyando mis manos en la cama para no dejar mi peso sobre ella, y ella enredó sus dedos en mi cabello, empezó a latir con más fuerza su corazón, y su exquisito olor me nublaba el juicio, retrocedí de un salto apartándome de ella antes que pudiera hacerle daño de alguna forma.
-Lo siento!!!! - Me dijo -
-No puedo perder el control contigo - le dije - aunque admito que me sorprende mi autocontrol - completé
-Lástima no poder decir lo mismo - dijo ella avergonzada-
-Lo mejor es que me vaya - le dije -
-NO!!! Quédate conmigo esta noche por favor - me pidió -
Accedí y me puse a conversar con ella de muchas cosas, trivialidades... Cosas de su vida en Phoenix, de mi vida antes de Forks. Asi pasó la noche, hasta que se quedó dormida.

A la mañana siguiente despertó y yo seguía ahí, cuidando su sueño, volvió a dormir bien, creo que ella también se quito un peso de encima al saber todo respecto a mi, y ahora entiendo el motivo de su preocupación las noches anteriores, me contó como había descubierto nuestro secreto, y todo había pasado en el paseo en el que fueron a La Push, la playa de la reservación, me comentó que Jacob, el hijo de Billy Black, le había comentado una historia que él no creía cierta, acerca de la procedencia de los Quileutes, los antepasados de Jacob, y los fríos, nuestra familia, ató cabos y mi mano fría en el coche el día del aire acondicionado y el haber tocado el cuerpo del amigo de Charlie le dió toda confirmación que necesitaba para descubrir quienes somos. Fuí a casa y tomé una ducha rápida me vestí y salí a recoger a Bella a su casa, mientras pudiera evitar que condujera esa máquina mortal, haría lo necesario, aunque a decir verdad, Bella es muy independiente, no le gusta depender de nadie, y menos que insultaran su preciada camioneta.

Cuando llegamos al instituto, las reacciones no se hicieron esperar, la primera en notar lo que había sucedido fue Angela una de las amigas de Bella, se sorprendió mucho al ver bajar a mi novia a Bella de mi auto, que bien se sentía decirle novia a Bella, me hacía sentir completo.

Todos en el instituto nos miraban, sin disimulo con toda su atención puesta en nosotros, abracé a Bella por encima de sus hombros y caminamos a la entrada del instituto, las clases seguían normalmente, solo que en el restaurante de la escuela ya no nos hacíamos aparte nosotros, solo Rosalie y Emmet se quedaban donde nos hacíamos siempre, Emmet más por solidaridad con Rosalie que porque realmente quisiera estar apartado de nosotros, Alice y Jasper si se empezaron a integrar más con los demás amigos de Bella, que al parecer ahora éran nuestros amigos tambien.

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