-¡¡No!!-grité con tono de desesperación, saboreé las lágrimas más amargas de mi vida que caían de unos ojos asustados, pero a la vez tristes y dolidos. De repente mi madre cerró los ojos y quedó inconsciente ante la mirada perdida de mi padre, ante esa imagen tan... tan dolorosa. Empiezo a no... a no poder respirar... verlo así... muerto... sin vida... ver como... un cuchillo cuelga de su mano... un cuchillo cubierto de sangre.
-¡Mamá! ¡Papá! ¡Annie! ¡Qué pasa!- pregunto Luca sollozando desde la cocina, que por desgracia se escuchaba todo. Reuní las últimas fuerzas que me quedaban antes de seguir el ejemplo de mi padre. Salí solo un segundo antes de que Luca entrará al salón, por primera vez en nuestra vida, fui dura con él y le dije:
-Mira Luca, tienes tan solo 10 años, eres nada más que un niño, pero las palabras que te voy a decir las tienes que asumir como un adulto: en ese salón hay algo que nunca se te va a olvidar, algo que... que tú no deberías ver mucho menos por tu edad pero es tu decisión no la mía- notaba que se me acababa el aire, tenía a Luca cogido por los hombros casi tan fuerte como para hacerle daño - Tú decides: entrar ahí y ver algo muy traumante pero probablemente necesario o quedarte aquí sabiendo que a quién está ahí no lo volverás a ver. Luca ni siquiera se lo pensó ni un segundo y entro en la sala, estuvo aproximadamente unos 40 segundos observando la escena mientras yo lloraba sentada en una esquina de la cocina, salió sin hacer ni un solo gesto, había tanto silencio, un silencio que el rompió:
-Mamá... ¿está viva?- su tono de voz me sorprendió y la pregunta también, ni se había inmutado desde que salió de la sala y de repente pregunta por mamá, sin siquiera cuestionar la razón por la que padre... por la que padre se había suicidado y su voz no tenía ni el mínimo matiz de preocupación sino de curiosidad
-Emmmm... si, solo está inconsciente.
-Y padre se ha... suicidado - su tono de voz dulce e inocente que conocía cambió, cambió a un tono de voz perdido, desorientado, tal vez tonto
-Luca, no has hecho ni un solo gesto desde que has salido de ahí dentro, era tu padre y... ¿no te importa? - pregunté sin tener claro si me iba a contestar. Al instante una sonrisa verdadera, sin falsedad se dibujó en su rostro, en Luca, era de felicidad, no lo aguanté:
-¡Luca!¡Era tu padre!No el mejor pero... pero te quería - Una corta risa de satisfacción salió de los labios de mi pequeño hermano y después dijo:
-Annie, tu sabes muchas de las cosas que pasaban cuando papá y mamá "tenía que hablar" pero por desgracia, yo supe muchas más, cada vez que te ibas a tu habitación yo bajaba con mamá y lo escuchaba todo. Tú sabes perfectamente que se lo merecía, que esto debería haber pasado hace... hace muchísimo tiempo. Ahora que me acuerdo, muchas de las veces hablaban de una tal Bela ¿sabes acaso quien es?- Las lágrimas corrían de mis ojos, una tras otra, apenas había escuchado lo que Luca me decía, simplemente pensaba que yo había sido la causante de todo esto, que si no fuera por mí, ahora mismo papá no estaría muerto, pero ¿que podía hacer?, no era mi culpa haber nacido. Oigo algún que otro balbuceo de Luca que me pregunta constantemente algo de una tal Bela pero no entendía ni quería entender la pregunta, solo quería salir de ahí, correr como nunca lo hice, nada más, no era tan difícil, tenía una oportunidad. Venga Annie corre, sal corriendo, huye. ¿Porque no lo he hecho? ¿Por mi madre? si ni siquiera me quiere ¿Por mi hermano? apenas le importa su madre, yo para el no seré nadie, solo no me voy porque no me voy a rendir, aunque rendirse sería la mejor opción... es verdad es la mejor opción y la que debería tomar pero no ahora, no en este momento, no hoy, no es justo que en un día vayan dos personas al infierno...
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CADA UNO SE SUICIDA COMO QUIERE
Teen Fiction"Lo que la mayoría de gente no entiende es que el suicida ya está muerto antes de saltar"