Un simple día, más levantarme de mi cama para ir a estudiar, es una vida aburrida y desorientada pero al fin y al cabo solo tengo 16 años. Cuándo piensas en el futuro con tan pocos años ves una vida perfecta con hijos, marido, trabajo, una casa y mil viajes pero la verdad es que nunca o casi nunca sucede porque poco a poco destruyes tu vida antes de empiece a ser perfecta de una manera u otra. Mi vida era como otra cualquiera levantarme, tener el desayuno hecho, un hermano, un padre que trabajaba aunque la verdad las cosas no eran tan buenas y nadie me entendía pero sinceramente tampoco quería contarlo, simplemente decía que era feliz, sonreía y olvidaba todo por unos segundos pero por desgracia las cosas no son tan fáciles.
- Hola mamá - pretendía que no se notará la tristeza y desesperación en mis ojos
-Hola Annie - nunca les gustó a mis padres llamarme hija, porque sinceramente yo fui lo peor que les pudo pasar, mi madre fue violada y de eso salí y a mi padre le obligaron a casarse con ella, si no hubiera sido por mi culpa seguramente sus vidas no estarían tan vacías.
- ¿Quien me llevará hoy al instituto? - pregunte aunque ya sabia la respuesta
- Te llevaré yo, tu padre ayer se puso a beber y no está en condiciones par...
- ¡Margaret! ¡Dónde está mi desayuno!- escuché gritar a mi padre desde la otra habitación, en realidad mi madre lo que intentaba es, que no nos diéramos cuenta Luca y yo de qué cuando mi padre se emborrachaba se volvía agresivo, por eso ponía la excusa de que tenían que hablar para que nos vayamos
- Ya voy Alberto, estoy hablando con Annie
- Está bien pero date prisa, tengo una sorpresita
Desde el primer momento supe que cuando le decía que tenía una "sorpresita" se podía tratar de 2 cosas, que mi padre estuviera enfadado y se vuelva agresivo con ella, o que esté contento y obligara a mi madre a hacer cosas que no quería. Cualquiera de esas 2 me hacían daño, aunque mi madre nunca me haya querido cómo una hija... es mi madre y aunque no haya sido una madre perfecta nos ha cuidado con amor y respeto. Estoy harta de mi padre y aunque sé qué probablemente todo va a empeorar, voy a decidir intervenir sin la aprobación de mi madre. Cuando nos dijo que nos fuéramos a la habitación subí a Luca y lo dejé allí, en el momento en el que empecé a oír los leves llantos de mi madre abrí la puerta del salón, el desayuno estaba todo tirado el suelo y mi padre tenia a mi madre agarrada por las muñecas, cuando mi padre me vio, su expresión de furia e ira cambio a una expresión de desesperación, poco a poco soltó cuidadosamente a mi madre, se arrodilló en el suelo y lloró, me explico todo unos minutos después. Cuando yo tocaba las muñecas de mi madre, le acariciaba el pelo y lloraba a su lado me dijo:
- Annie, por favor, perdóname no sé qué me pasaba no me daba cuenta de la familia que tenía y no me daba cuenta de todo lo que iba a perder si seguía así pero... gracias.
- No... quiero... que te vuelvas a acercar a mí... ni a mi madre y mucho menos a Luca
-Pero... yo ya sé que no voy a volver a hacer nada
-Probablemente... tengas razón... pero no nos merecemos... -tragué saliva, sentía que no podía respirar y que todo a mi alrededor se hacia cada vez más pequeño - estar al lado de un monstruo.
Se quedó callado por unos segundos y noté que su mirada volvía a ser la misma de antes, pero esta vez estaba dolido, vi el cuchillo del desayuno que estaba a su lado, se puso a mirarlo y lo cogió...
ESTÁS LEYENDO
CADA UNO SE SUICIDA COMO QUIERE
Novela Juvenil"Lo que la mayoría de gente no entiende es que el suicida ya está muerto antes de saltar"